Despu¨¦s de la oscuridad, el ruido

El apag¨®n ha dado paso en muchas esquinas y calles de Barcelona al ruido -infernal en algunos casos- y al fuerte olor a gasoil y a humo que desprenden los casi 170 enormes generadores el¨¦ctricos repartidos por la ciudad para reforzar la precaria red el¨¦ctrica.

"Yo vivo en la calle de Aribau y el generador que han colocado all¨ª hace ruido por la noche. Han llenado la ciudad de ¨¢rboles el¨¦ctricos que huelen mal", explica Adolfo Michel, de 60 a?os. Una vecina de Gr¨¤cia, Ana Madoz, de 30 a?os, trabaja en una farmacia de la calle de Escorial y aporta informaci¨®n indirecta: "Hay vecinos que se quejan constantemente del fuerte ruido que hace por la noche el generador colocado en la calle de Sant Antoni Maria Claret con Sic¨ªlia".

Lo mismo les sucede a los vecinos de las calles de Val¨¨ncia y Pau Claris, muy enfadados por la instalaci¨®n de un viejo y obsoleto grupo electr¨®geno excesivamente ruidoso -supera con creces los decibelios permitidos-. El m¨¢s afectado por el artefacto es el hotel Clar¨ªs, situado justo delante del aparato y que ha perdido un 60% de la clientela. "Hemos tenido muchas quejas y repercute en nuestra imagen y econom¨ªa", se lamenta el director del hotel, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez.

El generador se puso en funcionamiento a las doce de la noche del jueves, sin previo aviso. "Muchos de los clientes se marcharon esa misma noche debido al fuerte ruido que produce", dice Fern¨¢ndez.

El vecindario est¨¢ muy molesto porque el ruido del generador no les deja descansar. Adem¨¢s del ruido infernal, el aparato echa humo y mal olor. "No puedo abrir las ventanas por el olor y el ruido", se lamenta Luisa Serr¨¢s. Otros se plantean poner una denuncia por el exceso de ruido. "Esto es peor que el Tercer Mundo. Entre los problemas de Renfe y esto, pasaremos de ser la ciudad n¨²mero uno en turismo a ser la tercera".

Tambi¨¦n los comercios de la zona tienen que soportar el penetrante zumbido, que aguantan porque el generador les ha devuelto la luz, pero con mal humor.

Unas calles m¨¢s abajo, en la confluencia de Val¨¨ncia con Girona, hay instalado otro grupo electr¨®geno que genera las mismas molestias entre los vecinos. En esta zona la gente ha sufrido m¨¢s cortes de luz. Desde el lunes hasta el mi¨¦rcoles han estado sin suministro y el generador les supone m¨¢s comodidades que problemas. "Me qued¨¦ sin ascensor y no pod¨ªa salir a la calle porque sufro dolores musculares. Prefiero la luz al ruido", declara Carmen Roura.

Por otra parte, los comercios cercanos a la subestaci¨®n de Maragall que se inciendi¨® van volviendo a la normalidad poco a poco. Las paradas y tiendas del mercado y del centro comercial del paseo de Maragall ayer ten¨ªan luz, as¨ª como los negocios de la zona. Pero la indignaci¨®n sigue viva; ahora toca hacer n¨²meros de las p¨¦rdidas y reclamar.

En el bar Mercat trabaja Mireia Seoane, de 22 a?os, y tambi¨¦n vecina del barrio. Asegura que "cada parada del mercado ha perdido de media, aproximadamente, entre 2.500 y 3.000 euros del lunes al mi¨¦rcoles" y dice que "se unir¨¢n para reclamar conjuntamente y as¨ª tener m¨¢s fuerza".

Pasado un c¨ªnico cartel de I love Endesa, en una peque?a plaza cercana a la subestaci¨®n incendiada de Maragall, est¨¢ el bar restaurante El raconet de Carla. "Toquemos madera para que hoy no se nos vaya la luz; entre el lunes y el mi¨¦rcoles seguramente he perdido entre 4.000 y 5.000 euros", dice preocupado el encargado del bar, Oscar L¨®pez, de 30 a?os. As¨ª est¨¢ la ciudad: unos volviendo a la normalidad y otros sufriendo las molestias, los ruidos y los olores de los generadores.

Esta infotmaci¨®n ha sido elaborada por Amanda Gaggioli, Mar¨ªa Victoria Navarro y Diana P¨¦rez