"Lo tengo todo en regla"
San Sebasti¨¢n de los Reyes abre dos expedientes por los minipisos
El inmueble de San Sebasti¨¢n de los Reyes (localidad con 67. 351 vecinos) donde el jueves se declar¨® un incendio que dej¨® al descubierto ocho infraviviendas en su interior parec¨ªa haber vuelto a su vida normal ayer. Sobre las tres de la tarde, silencio absoluto tras las persianas cerradas por el calor. Ni rastro de los 10 inquilinos que viven codo con codo en la planta baja, en ocho minipisos de entre 10 y 15 metros cuadrados. El Ayuntamiento los considera ilegales porque miden menos de los 35 metros cuadrados que establece la normativa urban¨ªstica municipal. Tampoco hab¨ªa se?ales de los residentes en los cinco pisos del entresuelo y de la primera planta.
S¨®lo la propietaria, en su ¨¢tico, en la cuarta planta del edificio, parece no poder dormir la siesta: "No entiendo por qu¨¦ no me dej¨¢is en paz. ?He matado a alguien?", pregunta angustiada por el telefonillo con el aliento entrecortado. "No me tengo. Hay mucha gente que vive en sitios peor arreglados", dice Ces¨¢rea Carcedo, due?a de ese edificio de la calle de Gerona, 30.
"Si se estima que los estudios son ilegales, ser¨¢n clausurados", dice el edil de Seguridad
El incendio declarado el jueves en la planta baja, adem¨¢s de visibilizar los minipisos, dej¨® un herido grave y dos leves. Los bomberos rescataron a un hombre de 30 a?os, que sigue ingresado en el hospital La Paz con el 35% del cuerpo quemado. Su mujer, embarazada, y una vecina de 21 a?os resultaron intoxicadas por el humo.
El Ayuntamiento ha abierto un doble expediente sobre los minipisos. Uno sobre la legalidad urban¨ªstica y otro, sobre la actividad econ¨®mica que se podr¨ªa haber desarrollado en la vivienda, en relaci¨®n al alquiler por entre 300 y 350 euros de las infraviviendas. Los vecinos han denunciado que la due?a no les entregaba recibo despu¨¦s de pagar la renta.
Jorge Calder¨®n, concejal de Seguridad, afirm¨® ayer que en caso de que se confirmara la infracci¨®n urban¨ªstica, "se clausurar¨ªan los bajos del edificio".
"Yo tengo todos los papeles en regla", insist¨ªa Ces¨¢rea Carcedo cuando por fin abri¨® la puerta de su piso. "Pagamos impuestos al Ayuntamiento y a Hacienda. Adem¨¢s, tenemos un seguro que cubrir¨¢ los da?os del incendio".
Carcedo es una mujer bajita, de 66 a?os, con el pelo descuidado. Tiene un tobillo vendado y no encuentra la posici¨®n c¨®moda en el sof¨¢. Viste de negro: "Mi marido muri¨® hace nueve meses. Esta casa la puso en pie ¨¦l, sudando la gota gorda". Y siempre hab¨ªa sido el esposo, Guillermo, quien se ocupaba de los inquilinos. "Yo no entiendo de estas cosas, pero s¨¦ que lo hizo todo bien".
En 1999, el Ayuntamiento le otorg¨® un permiso para transformar la planta baja en un ¨²nico apartamento. Pero el resultado final han sido ocho "estudios", como los define la propietaria. Una mujer que vive sola en su casa llena de habitaciones vac¨ªas: "Lo que cuentan es mentira: los inquilinos pagan 300 euros al mes, ni 350, y los estudios de abajo no miden 10 metros cuadrados, sino 12. De 12 a 20 metros. Y con ventana amplia".
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