Aclaraciones a Ferlosio

O¨ªdos que fueron los obispos, los nuevos rojos, los padres objetores y todos los tertulianos, llega la opini¨®n de Rafael S¨¢nchez Ferlosio sobre la "educaci¨®n para la ciudadan¨ªa". Como tiene querencia por la originalidad, sigue el dictamen del doctor Johnson: mientras los dem¨¢s nos empe?amos en orde?ar a las vacas, ¨¦l prefiere comenzar orde?ando al toro. Ya que se refiere a un par de opiniones m¨ªas, que finge no entender, se las aclaro muy gustoso. Sobre ?Ciudadanos o feligreses?: no los opongo en t¨¦rminos absolutos, pues ya s¨¦ que muchos feligreses son excelentes ciudadanos; pero indico que no son equivalentes, pues no entra en las obligaciones del ciudadano ser feligr¨¦s de nada ni de nadie. Y no se forman buenos ciudadanos por las mismas v¨ªas que se conforman piadosos feligreses. ?tem m¨¢s: me parece obsoleta la contraposici¨®n entre educaci¨®n e instrucci¨®n, en la que insiste Ferlosio. La instrucci¨®n en saberes objetivos -que naturalmente nunca carecen por completo de "orientaciones pr¨¢cticas y juicios de valor", salvo que Habermas haya escrito en vano Conocimiento e inter¨¦s- es parte indispensable de la educaci¨®n, pero no la agota, ni mucho menos la sustituye. No cabe una "zoolog¨ªa educativa" basada en clasificar los animales en da?inos o ben¨¦ficos (nociones por otro lado nada descartables en microbiolog¨ªa), pero forma parte de la educaci¨®n saber que es ben¨¦fico aprender zoolog¨ªa del modo m¨¢s preciso e "impersonal" posible. Por cierto, el t¨¦rmino "impersonal" es de dif¨ªcil uso imperativo: resulta tan imposible obedecer a quien nos dice que hay que ser impersonales como a quien nos impone ser espont¨¢neos...

Por lo dem¨¢s, vivo en tormentosa paz con mi entendimiento defendiendo la necesidad de educar para la ciudadan¨ªa porque creo que la ilustraci¨®n no va contra la cultura vigente -siempre se educa desde ella, no hay otra-, sino contra la rutinaria obediencia que ni pregunta, ni comprende, ni imagina alternativas. Es decir, que no propongo orde?ar toros para curarnos de la afici¨®n utilitaria a orde?ar vacas, sino que me gustar¨ªa preparar a los j¨®venes para que se resistieran al orde?o y mando.