Manolo Sanabria, periodista argentino

Se fue lentamente, consciente de ello y con gran dignidad, casi la v¨ªspera de su cumplea?os. Pudoroso de su deterioro f¨ªsico Norberto G¨®mez, que adopt¨® el nombre de Manolo Sanabria al instalarse en Espa?a para refugiarse de la dictadura militar argentina, prefiri¨® un final solitario aferrado a su mujer Rosa y rodeado de hijos y algunos amigos, pero en ning¨²n momento dej¨® de sentirse interesado por la vida.

Segu¨ªa apasionadamente, como todo lo que hizo, la situaci¨®n de Espa?a, de Argentina. Su exilio en Madrid , tras el golpe militar del 76, le convirti¨® en un aut¨¦ntico desplazado de por vida. Sent¨ªa una profunda a?oranza de su Buenos Aires, de su familia, amigos, de sus ¨¦pocas de implacable militancia frente a las injusticias y a la dictadura que tanto le marcaron, de su peleona lucha bajo el nombre de Chacho, de sus principios en Clar¨ªn, Siete D¨ªas o Confirmado. Pero cuando iba a Argentina apenas pod¨ªa respirar pensando en su vida en Espa?a, en sus tapeos por La Latina, en sus tertulias, en su gente.

Sus cr¨®nicas en EL PA?S, reci¨¦n huido del golpe militar, fueron la causa de la aparici¨®n de su pseud¨®nimo, nombre que decidi¨® adoptar con la finalidad de que su familia no se viese desprotegida ante los militares golpistas. Nunca pudo imaginar que para la mayor¨ªa de sus amigos espa?oles ser¨ªa y ser¨¢ siempre Manolo Sanabria.

Periodista hasta la m¨¦dula, cualquier hecho era r¨¢pidamente motivo de un reportaje, entrevista o novela. Los m¨¢s peque?os detalles de la vida eran suficientes para escribir y fabular. Sensible y solidario, fue al mismo tiempo un gran provocador intelectual. Uno de los ¨²ltimos proyectos que dirigi¨®, Madrid Mestizo, fue una clara apuesta por el cambio de la sociedad madrile?a