Vender libros con m¨¦todos de farmacia
La editora Beatriz de Moura ofrece un remedio para la sobreproducci¨®n
El ¨²ltimo gran fen¨®meno en la industria del libro en Espa?a no tiene un nombre, tiene doscientos. Desde hace cinco a?os, la continua aparici¨®n de peque?as editoriales ha insuflado un halo de optimismo al universo de la letra impresa, amenazado por la galaxia digital. A ese grupo de resistentes pertenece Javier Santill¨¢n, que decidi¨® aparcar su fulgurante carrera de economista en el Banco de Espa?a para fundar la editorial Gadir. Santill¨¢n trabaj¨® en Francfort durante los a?os en los que el Instituto Monetario Europeo estaba cocinando el euro: "Para un economista, el lugar m¨¢s emocionante en el momento m¨¢s emocionante", recuerda. De hecho, a su pluma se deben algunos de los papeles con los que la prensa financiera mundial puso cara y ojos a la nueva moneda.
Un buen d¨ªa decidi¨® cambiar los n¨²meros por las letras, vendi¨® su casa y bautiz¨® la editorial con el nombre fenicio de C¨¢diz, ciudad a la que se escapa cada vez que puede. ?Sus armas? "La pasi¨®n de un lector voraz, el hueco que dejan para la literatura las multinacionales de la edici¨®n y el ejemplo de sellos como Anagrama y Tusquets, nacidos con un esp¨ªritu parecido". Santill¨¢n, que emplea a cuatro personas, lo dice mientras conversa con Beatriz de Moura en la sede de su editorial, Tusquets, una maravillosa casa en la parte alta de Barcelona en la que se afanan 21 trabajadores, a los que hay que sumar los de las filiales de M¨¦xico y Argentina.
En el jard¨ªn hay una pelota despistada, y Beatriz de Moura recuerda sus a?os de portera en Brasil y su pasi¨®n por un escritor futbolero, Albert Camus, "que preside todas mis iniciativas, mi vida", y al que tiene en un cat¨¢logo que empez¨® a gestarse con 165.000 pesetas de las de 1968 y en el que el best seller absoluto es Relato de un n¨¢ufrago, de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. "?Cu¨¢ntos hemos vendido? No s¨¦, he perdido la cuenta, millones, reimprimiendo siempre la edici¨®n original. Gabo no quiere que se toque esta edici¨®n". Ese reportaje que el Nobel colombiano puso en manos de su amiga en 1972 fue durante mucho tiempo -"con Woody Allen y Groucho Marx, qu¨¦ buen tr¨ªo"- el colch¨®n que permiti¨® a De Moura levantar una editorial cuya consagraci¨®n definitiva lleg¨® en 1984. Ese a?o, su marido y socio, Antonio L¨®pez Lamadrid, la anim¨® a dar un salto mortal: pagar un adelanto desacostumbrado por la novela de una escritora francesa. El amante fue un ¨¦xito, y la relaci¨®n con Marguerite Duras s¨®lo se rompi¨® con la muerte de la narradora: "Una vez fuimos a cenar con ella", recuerda la editora, "y se empe?¨® en que nosotros tom¨¢ramos vino. Ella acababa de salir de un tratamiento contra el alcoholismo y quer¨ªa demostrar que estaba curada. No s¨¦ si se puede decir que fuimos amigos. Era dif¨ªcil comunicarse con ella. Como todos los alcoh¨®licos, era de silencios eternos".
Duras, con Milan Kundera, Almudena Grandes o Javier Cercas, forma parte de un proyecto que, como apunta Javier Santill¨¢n, "ha conseguido lo que pretende todo editor: que la gente compre un libro, aunque no conozca al escritor, s¨®lo porque aparece en un sello determinado". Gadir todav¨ªa est¨¢ lejos de las cifras de Tusquets, pero ya cuenta con su peque?o ¨¦xito internacional, Dino Buzzati. Santill¨¢n est¨¢ empe?ado en publicar toda la obra del autor de El desierto de los t¨¢rtaros. Suyo era el primer t¨ªtulo de Gadir, El secreto del bosque viejo, que lleva vendidos 10.000 ejemplares.
Viejos o nuevos, el gran problema para todos los editores se resume en una palabra que les cambia la cara cuando salta a la mesa: distribuci¨®n. "Es que ¨¦sta es la ¨²nica industria que fabrica un producto que se devuelve", reflexiona Beatriz de Moura. "Que se devuelve, y mucho", contin¨²a Santill¨¢n, que, formado en el racionalismo de la econom¨ªa, considera que el mundo del libro en Espa?a es surrealista: "La sobreproducci¨®n de t¨ªtulos no se entiende. Normalmente, si hay un exceso, los mercados se regulan. Pero a las grandes editoriales les interesa la sobreproducci¨®n porque aumenta la probabilidad de tener un superventas". En los ¨²ltimos a?os, la media de t¨ªtulos publicados en Espa?a es de 60.000. Imposible que todos encuentren un sitio en las librer¨ªas. ?No hay soluci¨®n? De Moura la intuye en el modelo alem¨¢n: "All¨ª la distribuci¨®n de libros es similar a la de los productos farmac¨¦uticos. Si ¨¦stos pueden llegar a una farmacia, de uno en uno y en 24 horas o menos, ?por qu¨¦ un libro no?". Metidos en la harina de las ventas, surge una pregunta capciosa. Sabiendo c¨®mo es, pero sabiendo tambi¨¦n todo lo que ha vendido, ?publicar¨ªan ellos El c¨®digo Da Vinci? Beatriz de Moura responde sin pens¨¢rselo: "Nooooo. ?Por qu¨¦? Porque es mal¨ªsimo. A m¨ª me encanta leer best sellers, pero este best seller es malo". Javier Santill¨¢n medita un segundo, duda y responde: "Tal vez lo editar¨ªa en un sello paralelo para poder publicar en Gadir lo que quiero".
Beatriz de Moura
Para leer "en el campus y en la playa". As¨ª quer¨ªan ser los libros de la editorial que una treinta?era, nacida en R¨ªo de Janeiro en 1939, mont¨® en la sala de estar de su casa de Barcelona. El primer libro de Tusquets fue el de "un italiano muy rojo". El pr¨®ximo, los nuevos cuentos de Woody Allen. En octubre estar¨¢ en la Feria de Francfort, dedicada a la cultura catalana. Le resbalan, dice, los nacionalismos: "Es una feria tan comercial que los autores son un estorbo. El problema es d¨®nde van a dormir 100 escritores".
Javier Santill¨¢n
Descendiente de un gobernador del Banco de Espa?a que combati¨® en la Guerra de la Independencia junto al cura Merino, este madrile?o de 47 a?os recriado en Segovia trabaj¨® en las alturas de ese mismo banco hasta que lo dej¨® todo para fundar la editorial Gadir. En 2004 aparecieron los primeros t¨ªtulos de un cat¨¢logo lleno de autores italianos que tambi¨¦n ha apostado por Antonio Ferres, "un grand¨ªsimo escritor al que le ha hecho mucho da?o la etiqueta de socialrealista. Alg¨²n d¨ªa lo descubrir¨¢n".
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