"Ha habido una pol¨ªtica urban¨ªstica depredadora"
Baltasar Garz¨®n (Torres-Ja¨¦n, 1995) ha dirigido en su pueblo natal un curso sobre seguridad y crimen organizado promovido por la Universidad de Ja¨¦n. Otro de los temas que se han analizado es la corrupci¨®n urban¨ªstica.
Pregunta. ?A qu¨¦ achaca la fiebre constructora de los ¨²ltimos a?os?
Respuesta. El urbanismo ha sido un sector un poco abandonado y se ha ido generando un magma que ha estallado en un momento determinado, entre otras causas, porque ha habido una supervaloraci¨®n del suelo, una pol¨ªtica de recalificaciones y una pol¨ªtica urban¨ªstica muy depredadora y porque no se ha considerado un tema prioritario la lucha contra la corrupci¨®n, no ha estado en primera l¨ªnea. Cualquier punto donde haya dinero y haya falta de control hay riesgo de corrupci¨®n. Tenga en cuenta que el sector de la construcci¨®n mueve cada a?o en el mundo la friolera de tres a cuatro trillones de d¨®lares.
P. ?Hay instrumentos legales adecuados para combatir esa corrupci¨®n? ?Qu¨¦ le parecen medidas como el POTA (Plan de Ordenaci¨®n del Territorio) aprobado por la Junta de Andaluc¨ªa para limitar los crecimientos urban¨ªsticos?
R. Creo que los instrumentos que ya hay y los que se est¨¢n desarrollando con car¨¢cter general, y otros como el POTA en Andaluc¨ªa, son adecuados. Es preciso que se mantenga el equilibrio entre lo que es el desarrollo sostenido, el respeto al propio entorno y el ecosistema y a la ganancia desmesurada por parte de los due?os del suelo y del sector inmobiliario. Desde el punto de vista de la justicia social y desde la perspectiva de quienes quieren incorporarse al mercado de trabajo (los j¨®venes, especialmente) no es entendible ni es ¨¦tico ni moral que los precios del suelo y de la vivienda sean los que son.
P. ?Es partidario de las penas de prisi¨®n en los casos de condenas por construcciones ilegales?
R. Yo soy partidario de la proporcionalidad de las penas. El Estado de Derecho est¨¢ para que todos los respetemos. Hay que proteger la propiedad privada y poner coto a la depredaci¨®n de aquellos que tratan de conseguir dinero f¨¢cil a costa de los dem¨¢s, y que respondan en la justa medida. Si la infracci¨®n urban¨ªstica es grave, como lo estamos viendo en estos d¨ªas con los incendios forestales, pues m¨¢xima dureza porque la agresi¨®n a la sociedad general es muy grave. Y si la obra es ilegal, la casa debe ser derribada, es la ¨²nica forma de reparar el da?o.
P. ?Qu¨¦ pens¨® al conocer que su nombre estaba en la lista de los jueces que fueron espiados por el servicio secreto italiano?
R. Fue un poco sorprendente que me incluyeran en esa lista de jueces espiados. Lo que yo puedo decir es que si lo que buscan o persiguen es tratar de amedrentar a alguna persona en la investigaci¨®n que desarrollen, en mi caso lo tienen muy dif¨ªcil, pues en ning¨²n modo nos vamos a sentir intimidados y lo que tenemos que hacer lo vamos a hacer exactamente igual, con mayor raz¨®n ahora. Pero bueno, eso son las deformaciones que a veces se producen en un Estado democr¨¢tico, donde individuos se consideran autorizados a invadir el espacio privado de una persona porque de esa manera creen que van a conseguir que modifique su criterio. En mi caso no me preocupa demasiado.
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