30.000 homosexuales sacan a Barcelona del armario
Arranca el festival Loveball que ha programado un plan de actividades culturales y festivas para un p¨²blico gay
La chica estaba sola, aburrida. A su alrededor un magma de cuerpos masculinos semidesnudos se contoneaban al ritmo de la m¨²sica dance. Susana Abril -¨¦se es el nombre art¨ªstico de la joven- tiene 19 a?os, se declara bisexual y es actriz de cine porno. "Estoy un poco decepcionada. Aqu¨ª s¨®lo hay hombres gays. No tengo nada que hacer", dijo abatida.
Cerca de 2.000 homosexuales -la mayor¨ªa extranjeros- se reunieron en la madrugada del viernes en la piscina de un local de ocio de L'Hospitalet de LLobregat. Fue uno de los actos centrales del Loveball, un festival que este a?o cumple su segunda edici¨®n en Barcelona y que hasta el martes ha programado un intenso plan de actividades culturales y festivas destinadas al p¨²blico gay. La organizaci¨®n ha montado una veintena de fiestas, exposiciones de fotograf¨ªa y proyecciones de pel¨ªculas. Todo sobre tem¨¢tica homosexual.
Los organizadores esperan que 30.000 gays procedentes de todo el mundo recalen estos d¨ªas en la capital catalana. Muchos hoteles ya se han llenado y el colectivo ya se ha hecho notar en las calles del centro de la ciudad.
"Si mi novia se entera de que estoy aqu¨ª me corta el cuello", afirm¨® George, un londinense de 26 a?os que hab¨ªa viajado a Barcelona con otros dos chicos. "El lunes volver¨¦ a tener novia, pero este fin de semana voy a follarme a mis amigos", dijo ri¨¦ndose mientras le bajaba el ba?ador a uno de ellos.
Susana segu¨ªa como ausente. En un intento por llamar la atenci¨®n se quit¨® su vestido y se lanz¨® a la piscina en biquini. Se subi¨® a una colchoneta con un chico y ambos simularon que manten¨ªan relaciones sexuales. Decenas de flases se dispararon, pero el momento de gloria dur¨® poco. "Me voy a la fiesta de lesbianas", concluy¨®.
Hac¨ªa calor. La mayor¨ªa de los asistentes a la fiesta se hab¨ªan despojado de sus camisetas, dejando al descubierto unos torsos bronceados y trabajados durante horas de gimnasio. "?Por qu¨¦ estamos aqu¨ª? Porque los homosexuales somos los mejores amantes del mundo", dijo Shokti, un ingl¨¦s con pelo encrestado y cuerpo tatuado.
Lorenzo, un italiano de 28 a?os, record¨® la reciente detenci¨®n de dos homosexuales en Roma por darse un beso en la calle: "[El Papa] Ratzinger parece de la Gestapo. Con Wojtila las cosas iban mejor", explic¨® este joven que trabaja como pinchadiscos en fiestas gays. "No creo en la religi¨®n, ni en los obispos, ni en el Vaticano. Pero Dios est¨¢ en todas partes", a?adi¨® Lorenzo.
En una discoteca de Barcelona se celebraba simult¨¢neamente una fiesta exclusiva de lesbianas. Era la oportunidad de Susana, que, afirm¨®, "hoy me apetece liarme con una mujer". Susana explic¨® que hab¨ªa llegado a Barcelona procedente de Canarias en septiembre pasado para cursar Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica. Pero lo dej¨®. "Hace unos meses trabaj¨¦ como azafata en un festival er¨®tico. Me gust¨® y decid¨ª hacerme actriz porno", relat¨®.
Tanto dentro como fuera del ambiente se cuestiona la idoneidad de celebrar fiestas separadas para homosexuales y lesbianas. "Simplemente nos sentimos m¨¢s c¨®modas si no compartimos espacio con hombres, aunque sean gays", afirm¨® Ruth en la fiesta s¨®lo para mujeres. "Tampoco entiendo que haya tanto foll¨®n con ese tema", dijo ?ngeles ante el asentimiento de sus amigas.
La presencia de heterosexuales en ambas fiestas fue insignificante, pero la organizaci¨®n no quiere ni o¨ªr hablar de gueto: "Es un festival abierto a todo el mundo. Pero no nos enga?emos, estos actos van dirigidos al p¨²blico gay", afirm¨® una portavoz.
No fue la noche de Susana. Minutos despu¨¦s de deambular por el local tir¨® la toalla y decidi¨® irse a casa. Ataviada con un vestido corto y escotado, y tocada con grandes dosis de maquillaje, sinti¨® que no encajaba en un lugar dominado por chicas de pelo corto, camiseta y tejanos. Susana, bisexual, no consigui¨® sexo en la noche en que miles de homosexuales y lesbianas celebraban su gran noche.
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