Parla de Mallorca
En un lugar de La Mancha, cercano a Madrid, est¨¢ Parla, entre Pinto y Valdemoro. Se sabe que ya hab¨ªa gente por all¨ª en la edad de piedra, y que pasaron b¨¢rbaros, romanos, moros, Reyes Cat¨®licos y otras instituciones de similar talante. Apenas quedan huellas hist¨®ricas de aquel trasiego, se?al de que los pobladores del lugar fueron siempre personas muy discretas, como los pasiegos. Los monumentos m¨¢s notables del pueblo son, aparentemente, una iglesia y una ermita. Tantos siglos condensados as¨ª resultan enigm¨¢ticos para los historiadores. Pero ese rinc¨®n esot¨¦rico emerge. Su regidor, Tom¨¢s G¨®mez, el alcalde m¨¢s votado de Espa?a, ha sido elegido secretario general de los socialistas madrile?os. Todos los ediles patrios quieren copiar la f¨®rmula, pero no aciertan a dar con ella, o no quieren.
La palabra "parla" tiene indudables connotaciones vol¨¢tiles. El diccionario la define como "verbosidad insustancial". Y "parlar" es "hablar mucho y sin sustancia". Los diccionarios deliran a veces y dicen todo lo contrario de la verdad, por divertirse o para despistar a los turistas. Eso por no hablar de groseras derivaciones ling¨¹¨ªsticas que tienen como protagonista al pueblo, no por su entidad sino por su rima. Tom¨¢s G¨®mez es poco parlanch¨ªn, casi in¨¦dito para el gran p¨²blico, pero ha puesto a su pueblo en el candelero, no por decir sino por hacer. El municipio es ya un referente nacional de la buena gesti¨®n. Al alcalde le han encargado ahora una misi¨®n de largo alcance y tiene que responder cuanto antes a una pregunta obvia: ?Por qu¨¦ pierde la izquierda todas las elecciones en Madrid? Si no lo consigue, alguien podr¨¢ esgrimir: "La culpa la tiene Parla". (Esa frase era un truco mnemot¨¦cnico que utiliz¨¢bamos los estudiantes de mediados del siglo pasado para memorizar una obra de Quevedo, La culta latiniparla, que nada tiene que ver con Parla, porque es un manual sangriento contra el lenguaje gongorino).
Adem¨¢s, el pueblo tiene lo que ellos llaman la "playa de Parla", con agua salada mediterr¨¢nea. El bienestar de Parla es mejor que el de la capital. Pero no todos los buenos alcaldes triunfan cuando salen de su pueblo, dicho sea sin aludir a los califas de C¨®rdoba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.