Un incendio arruina las vacaciones de miles de turistas en la ciudad croata de Dubrovnik
El fuego y el calor provocaron el estallido de minas antipersona de la guerra de los Balcanes
dLos incendios forestales en Dubrovnik estropearon las vacaciones de miles de turistas que buscaban el para¨ªso y en su lugar se toparon con las llamas. Un incendio de 20 kil¨®metros cerc¨® el pasado s¨¢bado los alrededores de la llamada perla del Adri¨¢tico y el calor fue tal que media docena de minas antipersona sembradas en la guerra de los Balcanes (1990-1995) estallaron. El fuego, que no dej¨® v¨ªctimas mortales, fue controlado la madrugada de ayer gracias a los esfuerzos de 250 bomberos y cientos de voluntarios -muchos de ellos turistas-, que mantuvieron las llamas lejos del casco hist¨®rico.
"Nunca hab¨ªa visto nada igual", dice Mike Lord, turista brit¨¢nico que sali¨® de Dubrovnik apenas se reabri¨® el aeropuerto, cerrado el domingo por las llamas. En el horizonte, recuerda, toda la noche brillaron luces de color naranja. "Escuchamos media docena de explosiones. En la ma?ana nos explicaron que eran minas olvidadas durante la guerra". Afuera del hotel hab¨ªa "una s¨¢bana de humo y bruma", y en el camino al aeropuerto "vimos muchos ¨¢rboles arrasados por el fuego".
Las fuertes r¨¢fagas del norte, conocidas por los locales como bura, atizaron un incendio originado en la vecina Bosnia-Herzegovina que logr¨® llegar hasta los alrededores de la ciudad y en algunos momentos amenaz¨® con llegar al casco hist¨®rico, una joya del siglo XII considerada patrimonio cultural de la Unesco.
"Es un drama ecol¨®gico impresionante", afirma Ariana Chica, turista barcelonesa que pas¨® el fin de semana en la zona y pudo ver como el fuego bajaba por las monta?as. "Ibas por las calles y todo era humo. El viento era tan fuerte que no se pod¨ªa ni comer en una terraza por la lluvia de cenizas", relata, y recuerda el "picor intenso" que sinti¨® en los ojos, producto del humo.
Miguel Capella, c¨®nsul de Croacia en Baleares, naveg¨® el domingo en el Adri¨¢tico y desde all¨ª divis¨® los incendios. "Se ve¨ªa una parte de las llamas acerc¨¢ndose al puerto y a la ciudad. Ahora
s¨®lo se ve el humo espeso", cuenta. "Afortunadamente, no hubo ning¨²n da?o personal ni material". Las decenas de hoteles y casas de descanso que en esta ¨¦poca se hallan repletas de turistas quedaron a salvo y s¨®lo uno fue evacuado, pero eso no salv¨® a los turistas de vivir momentos de tensi¨®n y preocupaci¨®n. En el hotel Iberostar Albatros, a unos 800 metros del casco hist¨®rico, el nerviosismo tambi¨¦n se apoder¨® de los turistas. "Estaban asustados", afirma Peter Janetic, trabajador del hotel. "No fue necesario evacuar a nadie, pero pedimos a los hu¨¦spedes que permanecieran en el lobby o en las habitaciones para evitar tragedias", cuenta. En el Albatros, las nubes de denso humo gris quedaron a unos 200 metros y los principales da?os se registraron en la vegetaci¨®n que hay en los alrededores.
El principal obst¨¢culo para combatir las llamas fue el viento. Las r¨¢fagas, que superaron los 200 kil¨®metros por hora, impidieron que los aviones cisterna despegaran desde el inicio de los incendios. "Todos los montes alrededor de Dubrovnik estaban en llamas", afirma Capella. El fuego, que pudo ser controlado en la madrugada de ayer, dej¨® herido a un bombero y oblig¨® a otras 20 personas a solicitar atenci¨®n m¨¦dica por los efectos del humo, seg¨²n la televisi¨®n estatal. Para algunos turistas, como el brit¨¢nico Peter Sara, este verano no ha sido precisamente placentero, sino una cadena de desastres naturales: "Pas¨¦ de las inundaciones en Inglaterra al fuego en Dubrovnik. Ahora lo ¨²nico que quiero es un poco de tranquilidad".
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