La fiesta del chipir¨®n

A la plancha o en su tinta. Los d¨ªas 14, 15 y 16, el peque?o calamar recibe un homenaje en Ferrero. Y el pr¨®ximo martes, fiesta de disfraces en Luanco. Un tramo de costa astur que no descansa en verano.

Al igual que ocurre con Finisterre, dirigirse al cabo Pe?as tiene una cualidad de senda inici¨¢tica. Es, con diferencia, el cabo mejor se?alizado de la costa espa?ola: rara es la encrucijada en 15 kil¨®metros a la redonda que no d¨¦ raz¨®n de su existencia. Abundantes son los atractivos que lo jalonan y uno parece no querer llegar nunca, parafraseando a Kavafis, al elemento geogr¨¢fico litoral m¨¢s representativo de Asturias. De hecho, pocos concellus (concejos) asturianos pueden, como La Puebla de Goz¨®n, presumir de una costa tan larga -42 kil¨®metros- como fecunda para el excursionista m¨¢s inquieto.

Luanco, capital gozoniega, es uno de los puntos de partida. Detr¨¢s de la playa de la Ribera se halla el importante Museo Mar¨ªtimo de Asturias, en donde se exhiben gran variedad de artes de pesca, elementos de la tradici¨®n naval, recreaciones de la ¨¦poca de la vela y un mundo de sextantes y catalejos.

El casco hist¨®rico luanquino (siglos XVII y XVIII) es un trozo de historia que se desparrama por la calle de la Riba y la plaza de la Baraga?a, reconocible por la imponente torre del reloj. La oferta cultural la protagonizan los viernes de agosto las noches de velas y estrellas, cuando la torre se convierte en una gigantesca palmatoria. La noche del d¨ªa 14 -el pr¨®ximo martes-, todo el casco antiguo celebra el festival de disfraces.

A partir de la punta de la Vaca y hasta el faro de Nieva se extiende el paisaje protegido Cabo Pe?as, uno de los para¨ªsos naturales estrellas del Principado. Ba?ugues es una playa indicada para los ni?os. De all¨ª se salta a las minas de hierro de Llumeres, explotadas ya por los romanos.

El conf¨ªn astur del cabo Pe?as se presenta puro, abrumador por sus dimensiones, signando el extremo de una llanura permanentemente verde consecuencia de la regresi¨®n del Cant¨¢brico.

Faros reconvertidos en hoteles

La reconversi¨®n de las viviendas de los fareros en museos, hoteles o restaurantes es una tendencia imparable en el litoral espa?ol. Uno de los primeros frutos fue el Centro de Interpretaci¨®n del Medio Marino de Cabo Pe?as (657 09 86 17; entrada: 1 euro), que hace las veces tambi¨¦n de oficina de turismo. La cabeza de un enorme marrajo de cart¨®n nos introduce en los distintos ecosistemas marinos y faros, sin olvidar la v¨ªvida recreaci¨®n de una galerna.

En el exterior se han vallado los cicl¨®peos acantilados de 100 metros de altura, que ganan plasticidad con la isla Erbosa, h¨¢bitat del pa¨ª?o, y con la proa rocosa de La Gaviera, que divide imaginariamente Asturias en oriente y occidente.

Nos encontramos cinco kil¨®metros oc¨¦ano adentro, lo que explica el paso de aves y cet¨¢ceos. Durante estas fechan son visibles delfines y calderones. Adem¨¢s de los catalejos, se alquilan prism¨¢ticos (1 euro). Medio centenar de perceberos viven de este acantilado, por el que suele navegar el velero Rill¨®n (626 91 65 09; www.costacantabrico.com). Esta empresa organiza asimismo jornadas de buceo.

Un consejo: esperar el crep¨²sculo ojo avizor al faro, peque?o alarde de sobria y pr¨¢ctica monumentalidad. El arranque, dubitativo, del haz luminoso es un instante feliz para aquellos viajeros que coleccionan momentos antes que paisajes.

Arranca aqu¨ª el tramo de Senda Norte que se estira 16 kil¨®metros hasta el faro de Nieva. Uno de los tramos m¨¢s apetecibles es el que conduce desde Pe?as a Verdicio en una hora.

Paisajes y gastronom¨ªa

Aqu¨ª no se viene buscando el calor, sino paisajes y gastronom¨ªa; se impone, por tanto, las ma?anas de los d¨ªas 14, 15 y 16 de agosto, acercarse a la fiesta de prao que organiza Ferrero y que tendr¨¢ como protagonista al chipir¨®n: a la plancha o en su tinta.

En Verdicio no existe sensaci¨®n m¨¢s gratificante que visitar sus tres playucas que segmentan la l¨ªnea de costa mediante roquedos baqueteados por un oleaje generalmente impetuoso, garant¨ªa de arenas limpias. Al ser predominantes en verano los vientos de noreste, su contraria orientaci¨®n es garant¨ªa de solaz.

Tenrero es la ¨²nica playa accesible en coche; Carriciega se alcanza a pie desde aqu¨¦lla despu¨¦s de esquivar dunas ling¨¹iformes y remontantes, en tanto que para alcanzar las naturistas Aguilera y Aguilerina es preciso dar un rodeo con el coche.

Goz¨®n es el ¨²nico Ayuntamiento de la costa asturiana que no se ve atravesado por el Camino de Santiago costero, lo que se traduce en un parco cat¨¢logo de bienes monumentales. Ello no impide vestigios de arquitectura rom¨¢nica rural como la iglesia de San Jorge de Manzaneda. De camino pasaremos por el palacio de la Riva, cuya torre se eleva en uno de los laterales.

Camino de Avil¨¦s, a la altura de San Mart¨ªn de Podes, surge un peque?o desv¨ªo a Puerto Llampero, aparentemente anodino, pero que cobija una sidrer¨ªa -Mol¨ªn del Puerto- que ha contribuido grandemente a ilustrar el cartel de tipismos con que Asturias se anuncia en el exterior. Mantiene el antiguo molino el escenario de chigre, con la canaleta de agua refrescando las botellas. Como el propio nombre del fondeadero indica, su especialidad son las lapas. Cierra los lunes y en octubre.

?Qui¨¦n se acuerda en el impresionante cord¨®n dunar de Xag¨® de la concentraci¨®n urbana de la zona central de Asturias? Nadie. Menos a¨²n los surfistas que coleccionan las mejores olas. Un paraje perfecto para comprobar el nacimiento y desarrollo de las dunas. Y nada como recorrer sus acantilados a caballo (985 51 11 36; www.gozonpaseosacaballo.com) y rematar la cabalgada en el Mol¨ªn.