La marcha de Karl Rove descabeza a Bush
El principal asesor pol¨ªtico del presidente y art¨ªfice de sus victorias electorales anuncia su dimisi¨®n
George Bush se va quedando solo en la recta final de su presidencia. Karl Rove, su principal asesor pol¨ªtico y amigo, ide¨®logo de la maquinaria que se mueve tras la figura del presidente de EE UU, dejar¨¢ la Casa Blanca a final de agosto, a un a?o y medio de que acabe el mandato de la actual Administraci¨®n republicana. Rove fue el cerebro de la campa?a que llev¨® a Bush desde el Gobierno de Tejas al Despacho Oval en el a?o 2000 y a su reelecci¨®n en 2004. Su puesto, sin embargo, se min¨® con la ca¨ªda de popularidad del presidente por la guerra de Irak, por la controversia del caso Plame y el creciente poder dem¨®crata en el Congreso, lo mismo que ha ocurrido con otros destacados asesores, como Colin Powell, Paul Wolfowitz, Donald Rumsfeld y John Bolton.
La renuncia de Rove muestra que el presidente tiene cada vez menos capacidad de acci¨®n
Rove, segundo en el gabinete del presidente Bush, intent¨® llevar la Casa Blanca como si se tratase de una campa?a electoral, lo que le llev¨® a crearse muchos enemigos y acab¨® polarizando el pa¨ªs. Desde enero de 2001 meti¨® su afilado bistur¨ª en las decisiones pol¨ªticas clave que salieron de Washington. Por eso los comentaristas dicen que ser¨¢ dif¨ªcil encontrar a alguien para cubrir su puesto. El inesperado anuncio lo hizo en una entrevista con el diario conservador The Wall Street Journal. Dice que deja el cargo para volver a Tejas y dedicarse a su familia, algo que asegura lleva planeando desde hace un a?o.
El controvertido y leal asesor del presidente explica que la victoria dem¨®crata en las pasadas elecciones legislativas trastoc¨® sus planes de salida de la Casa Blanca. Y por eso opt¨® por no dejar al presidente en la estacada y quedarse un poco m¨¢s de tiempo a su lado, para ayudarle a manejar ante el Congreso el delicado debate migratorio y, sobre todo, la presencia en Irak. Pero deb¨ªa adoptar una decisi¨®n sobre su futuro a corto plazo.
"Simplemente creo que lleg¨® la hora", dice Rove en la entrevista. Por cuestiones jur¨ªdicas, deb¨ªa dejar el Gabinete presidencial antes del 1 de septiembre, porque si no deber¨ªa quedarse hasta la segunda semana de enero de 2009, cuando se producir¨¢ el traspaso de poderes entre presidentes. Sin embargo, su reputaci¨®n y credibilidad estaban en cuesti¨®n ya desde mucho antes, algo que no le impidi¨® seguir desempe?ando un papel relevante dentro de la Casa Blanca. El nombre de Karl Rove apareci¨® en el centro de la controversia por la filtraci¨®n a la prensa de la identidad de Valerie Plame, una ex agente de la CIA. La ex agente estaba casada con el ex embajador Joseph Wilson.
Aunque nunca se presentaron cargos contra ¨¦l por este delito federal, se especula que es la mano negra que est¨¢ detr¨¢s de esta revelaci¨®n intencionada, despu¨¦s de que el diplom¨¢tico publicara un art¨ªculo cuestionando las pruebas que llevaron a la invasi¨®n de Irak en marzo de 2003. El caso Plame se cobr¨® la cabeza de Lewis Scooter Libby, principal asesor del vicepresidente, Dick Cheney. El sello de Rove tambi¨¦n aparece en iniciativas de pol¨ªtica dom¨¦stica, como la reforma migratoria y del sistema de salud, sus dos grandes fracasos en un Congreso dominado por los dem¨®cratas.
A Karl Rove se le cita tambi¨¦n en el esc¨¢ndalo del despido de altos magistrados por motivaciones pol¨ªticas, que ahora tiene en la cuerda floja al fiscal general, Alberto Gonzales, por no dejar de mencionar el choque que tuvo con los dem¨®cratas por su posici¨®n f¨¦rrea contra el matrimonio homosexual, la eutanasia o su oposici¨®n a que se destinen fondos p¨²blicos a la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre. Est¨¢ considerado, adem¨¢s, como uno de los arquitectos de la conocida guerra contra el terrorismo, tras los fat¨ªdicos atentados suicidas del 11 de septiembre de 2001.
Rove compareci¨® ayer ante la prensa junto a Bush. Estaba visiblemente emocionado despu¨¦s de escuchar c¨®mo el presidente reconoc¨ªa de su "querido amigo" los "inmensos sacrificios" que hizo por el pa¨ªs y por ¨¦l desde su etapa como gobernador de Tejas, donde empezaron a tejer su relaci¨®n hace 14 a?os.
El estratega destac¨® por su parte el coraje del comandante en jefe para proteger a los estadounidenses de lo que calific¨® como "un enemigo brutal" y por su liderazgo en sacar a la econom¨ªa de la recesi¨®n tras los ataques del 11-S y los esc¨¢ndalos.
Aunque dice que deja la vida pol¨ªtica activa para dedicarse a su familia, a escribir un libro o incluso a la ense?anza, en Washington no se descarta la posibilidad de que asesore en la sombra a los candidatos republicanos que aspiran al Despacho Oval. Pero los analistas pol¨ªticos creen que para que se materialice su voz e ingenio en la campa?a presidencial antes deber¨¢ aclararse un poco m¨¢s la tendencia del juego entre los aspirantes republicanos. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que Rove no tiene intenci¨®n de trabajar para ning¨²n candidato.
Uno de los detalles m¨¢s curiosos de la entrevista es cuando augura que la senadora Hillary Clinton se alzar¨¢ con la nominaci¨®n de los dem¨®cratas con vistas a las presidenciales de 2008. Rove destaca de la ex primera dama su tenacidad y solidez, aunque cree que los republicanos tienen buenas posibilidades para seguir en la Casa Blanca.
Rove concluy¨® su breve declaraci¨®n diciendo que se sumar¨¢ a los estadounidenses ordinarios que rezan por su presidente. "Como ellos, pedir¨¦ a Dios que contin¨²e d¨¢ndote fuerzas para desempe?ar tu trabajo". Su salida de la Casa Blanca muestra, sin embargo, que el presidente tiene cada vez menos capacidad de acci¨®n ante un Congreso dominado por los dem¨®cratas. George Bush tiene los ¨ªndices de apoyo popular por los suelos y est¨¢ jugando ahora a la defensiva en la recta final de su mandato.
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