En apoyo del 'cura de los senegaleses'
El traslado del p¨¢rroco de Albu?ol, en Granada, lleva a la huelga de hambre a 18 vecinos ante el silencio del arzobispado
Dieciocho vecinos de la localidad granadina de Albu?ol han iniciado una huelga de hambre para protestar contra el traslado del joven p¨¢rroco de la localidad, Gabriel Castillo. Acompa?ados por otros 200 vecinos, permanecen instalados en el interior de la iglesia, donde duermen sobre colchones en el suelo. "Queremos conocer las verdaderas razones del traslado de Gabriel. Llamamos al arzobispado cada d¨ªa, pero ellos parecen vivir en otro mundo, muy lejos de la gente como nosotros, que tenemos menos cultura y menos medios", confesaba ayer Consuelo Manzano, miembro de la plataforma para el regreso del p¨¢rroco, que desde que lleg¨® al municipio, hace dos a?os, se ha convertido en uno de los vecinos m¨¢s apreciados por su trabajo a favor de los m¨¢s necesitados.
El joven religioso, que sali¨® a hombros de su ¨²ltima misa, aloja en su casa a inmigrantes
"La huelga no va a parar, no vamos a dejar que un hombre con juicios pendientes, como el arzobispo de Granada, nos humille. Estamos cansados de que nos env¨ªen a Granada lo que no quieren en otros lugares, y nos quiten a los nuestros", se?ala Manzano.
Aunque nadie confirma de manera oficial los motivos, el pueblo de Albu?ol lo tiene claro. Su joven p¨¢rroco, Gabriel Castillo, ha sido trasladado de la localidad a otro municipio granadino, Cenes de la Vega, por alojar en su propia casa a inmigrantes indocumentados, la mayor¨ªa senegaleses de fe isl¨¢mica, que dorm¨ªan en la calle en pleno invierno. El sacerdote tambi¨¦n ha sido cuestionado por llevar a los ni?os a dar catequesis al polideportivo.
Los m¨¦todos del joven, de 27 a?os, conocido en la zona como "el cura de los senegaleses", no sentaron bien en las entra?as de la Iglesia granadina. Pronto se gan¨® Castillo el rechazo de la comunidad de religiosas del Colegio Cristo Rey de Albu?ol, que dejaron de asistir a las misas del joven, aunque para ello tuvieran que desplazarse nueve kil¨®metros para acudir a la parroquia de Albond¨®n. Algunos de los vecinos defensores del p¨¢rroco sugieren que la petici¨®n al arzobispo para que trasladara al sacerdote surgi¨® de las religiosas.
"Uno de los mandamientos de Cristo es no mentir¨¢s", advierte Manzano en alusi¨®n a los motivos expuestos en p¨²blico por el arzobispado, que considera el traslado poco menos que un hecho rutinario, pese a que el pueblo lleva cerca de dos meses impidiendo la celebraci¨®n de las misas y realizando continuas manifestaciones de protesta que les llevar¨¢n a Sevilla y "a Roma si es necesario".
En la tarde de ayer, el propio Castillo llam¨® por tel¨¦fono a los vecinos para pedirles que abandonaran la huelga, petici¨®n que fue meditada en un primer momento y desestimada despu¨¦s. La intenci¨®n es mantener la protesta, como m¨ªnimo, hasta el pr¨®ximo d¨ªa 18, en el que una delegaci¨®n viajar¨¢ a Sevilla para tratar de reunirse con el cardenal Carlos Amigo.
El traslado de Castillo cogi¨® por sorpresa al pueblo, pero la noticia corri¨® como la p¨®lvora y pocas horas despu¨¦s de que el rumor se confirmara, unas 400 personas se concentraron en el interior y en las inmediaciones de la iglesia de la localidad para pedir una rectificaci¨®n por parte de la autoridad eclesi¨¢stica. No s¨®lo no lleg¨®, sino que el arzobispado se reafirm¨® sin dar explicaciones. Los vecinos decidieron crear una comisi¨®n para plantar batalla al arzobispo.
La primera acci¨®n consisti¨® en impedir la celebraci¨®n de cualquier acto lit¨²rgico en el pueblo, despu¨¦s se solicit¨® al arzobispo que recibiera a algunos vecinos. Otra vez silencio. Entonces los vecinos de la localidad decidieron dejar que se celebrara una misa, la ¨²ltima de Castillo, la m¨¢s multitudinaria en la historia de la parroquia. Acompa?ado por su madre y sus t¨ªos, el joven se emocion¨® en varios momentos pero no carg¨® contra el arzobispado. Incluso dijo deberse a su voto de obediencia, aunque no se olvid¨® de los suyos y agradeci¨® las muestras de afecto y "los buenos amigos" que reconoci¨® dejar all¨ª. Y sali¨® a hombros.
Tras la repercusi¨®n de los hechos y las manifestaciones, cada vez m¨¢s crispadas, que se suced¨ªan en la zona, el arzobispado de Granada adopt¨® una singular estrategia: agradecer las muestras de apoyo de los vecinos de la localidad al que fuera p¨¢rroco de Albu?ol y que ya hab¨ªa sido trasladado. La siguiente nota p¨²blica consisti¨® en apelar a la solidaridad cristiana de los vecinos, que no deber¨ªan ser tan ego¨ªstas y "pensar s¨®lo en ellos mismos, sin tener en cuenta a quienes van a recibir a Gabriel".
El alcalde de Albu?ol, el independiente Jos¨¦ S¨¢nchez Rivas, cree que al arzobispo "no le han gustado los m¨¦todos aperturistas del p¨¢rroco", especialmente su ayuda a los inmigrantes senegaleses que hace unos meses llegaron a Albu?ol tratando de conseguir un trabajo en los invernaderos de la zona.
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