Militares al servicio del narcotr¨¢fico colombiano
El Gobierno retira a varios oficiales y la fiscal¨ªa ordena 10 detenciones en el Ej¨¦rcito
Una investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa y del alto mando de las Fuerzas Armadas desvela que ex militares y altos oficiales en activo est¨¢n al servicio del cartel del norte del Valle, la organizaci¨®n del narcotr¨¢fico m¨¢s poderosa en Colombia. Su jefe es Diego Montoya, don Diego, por quien El Gobierno de EE UU ofrece una gran recompensa. Algunos han sido pasados a retiro sin explicaciones, como el contraalmirante Gabriel Arango; otros, detenidos.
El caso m¨¢s grave se da en la Tercera Brigada con sede en Cali, la capital del Valle, que act¨²a en los tres departamentos del sur del pa¨ªs donde se concentra gran parte del narcotr¨¢fico: Nari?o, Cauca y Valle. Su comandante en jefe, el general Hernando P¨¦rez, fue destituido el viernes. La revista Semana informa de que la fuerte infiltraci¨®n del narcotr¨¢fico entre los oficiales de esa brigada aceler¨® la decisi¨®n. El ministro de Defensa afirma que el cambio estaba previsto.
La c¨²pula militar rechaza que se trate de un problema generalizado. Alega que son manzanas podridas que no pueden manchar la instituci¨®n. Y alegan en su defensa el alto poder de corrupci¨®n del narcotr¨¢fico: el negocio de la coca¨ªna mueve en Colombia m¨¢s de 2.500 millones de d¨®lares al a?o.
Pero el caso de la Brigada en Cali hace tambalear el argumento de la manzana podrida. En ella, la corrupci¨®n ha hecho met¨¢stasis. La alerta se dio el a?o pasado cuando un soldado de alta monta?a del Ej¨¦rcito asesin¨® a un polic¨ªa experto en operaciones antinarc¨®ticos. El coronel que comandaba el batall¨®n estaba en la n¨®mina de don Diego, seg¨²n la fiscal¨ªa.
Una investigaci¨®n interna salpica a 12 oficiales. Los tres oficiales detenidos han tenido que ver con la Tercera Brigada. El que era su jefe de operaciones hasta junio, coronel Javier Escobar, ten¨ªa acceso a todos los movimientos de la tropa y pod¨ªa avisar a los hombres del cartel del norte del Valle. Otro oficial detenido es un comandante que dirig¨ªa un batall¨®n encargado de combatir a los ej¨¦rcitos de matones de don Diego. El tercero fue jefe de las fuerzas especiales.
Hasta el momento se ha dictado orden de captura contra tres oficiales y siete ex oficiales; dos de ellos est¨¢n pr¨®fugos.
El contraalmirante Gabriel Arango, a quien el mando pas¨® a retiro hace dos meses ampar¨¢ndose en la facultad que le permite hacerlo sin tener que explicar el motivo, ha defendido su inocencia a trav¨¦s de la radio y pidi¨® que le investiguen. Su caso tiene que ver con la complicidad en la carga de los barcos que part¨ªan de la costa Caribe y con la devoluci¨®n de un millonario cargamento.
Lucha contra la marihuana
Tras el descalabro sufrido en la lucha contra la marihuana a finales de los a?os setenta, el Ej¨¦rcito tom¨® distancia de la lucha contra la droga. Para Ricardo Vargas, experto en narcotr¨¢fico, el enfoque pol¨ªtico dado a la lucha antidrogas, como fuente de financiaci¨®n de la guerrilla, que presidi¨® la lucha en las zonas de los cultivos (militarizaci¨®n y fumigaci¨®n, que es la base del Plan Colombia, orquestado desde Estados Unidos) tuvo dos consecuencias funestas: disminuy¨® la capacidad de informaci¨®n sobre las organizaciones mafiosas que se consolidaron e involucr¨® a las Fuerzas Armadas (compuesta por 180.000 personas) en esta lucha. "Se cre¨® un espacio para la infiltraci¨®n que hoy se ve", dice el experto.
"En un pa¨ªs afectado por el narcotr¨¢fico y la mafia es inevitable que organismos del Estado y el sector privado sufran este tipo de infiltraciones", dice el analista y experto en seguridad Alfredo Rangel. Agrega que el hecho de que el Ej¨¦rcito est¨¦ comprometido de manera tan honda en la lucha contra el narcotr¨¢fico, lo coloca en un alto nivel de vulnerabilidad. "Ha existido mucho descuido en contrainteligencia para detectar estos problemas", asegura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.