La luz y el agua llegan por fin a los habitantes de Ica
Da gusto recorrer de noche las calles inh¨®spitas de la capital de Ica y comprobar que lleg¨® la luz. Aquellas casas que quedaron en pie la van mereciendo tambi¨¦n, pero a paso lento. Reconforta comprobar en Tigui?a y Parcona (de las zonas m¨¢s pobladas de la provincia) que los vecinos celebran el suministro de agua como celebran el gol de la victoria de su joven selecci¨®n frente a Corea del Sur en el mundial de f¨²tbol Sub-17, lo que les da alas para gritar, en estas circunstancias: "?No somos perdedores!".
Pero un triple miedo sacude a¨²n el sur del pa¨ªs. El primero, las r¨¦plicas del se¨ªsmo, como la de anteayer, a las 20.20 hora local (madrugada espa?ola), que registr¨® 5,5 en la escala Richter. Una segunda es la leyenda negra que circula sobre los desmanes de los pr¨®fugos del penal Sarita Colonia de Tambo de Mora (Chincha, Ica), fugados al desplomarse sus paredes. La tercera psicosis es la eventualidad de una epidemia.
Los ciudadanos recibir¨¢n asistencia psicol¨®gica. Las colas de damnificados en la plaza de Armas de Ica se ve¨ªan recompensadas con las primeras bolsas de alimentos. A¨²n se ven ollas comunes en los barrios da?ados. Comprar comida es una odisea. Las tiendas cierran pronto porque los alimentos vuelan y se preservan del temible saqueo. De "antipatriotas" tildan a los comerciantes que suben los precios los afectados cuando vuelven con las manos vac¨ªas al campamento vecinal. El caldo de gallina, que costaba cuatro soles, ahora vale el doble. Impropio de Per¨² en horas bajas.
Las calles se vac¨ªan pronto ante el bulo -uno de tantos- de que el Gobierno decret¨® el toque de queda. Provoca tambi¨¦n un temblor interior ver proliferar ata¨²des blancos dedicados a los ni?os en el cementerio general de Saraja (Ica). Los damnificados de Pisco sepultan a sus muertos tambi¨¦n en este pante¨®n para que no sean enterrados en fosas comunes. Y es que faltan f¨¦retros y nichos para tanto muerto y tanta desgracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.