Cuarto y rev¨¢lida
El cuarto y ¨²ltimo curso de la legislatura se inicia estos d¨ªas con la vista puesta en el examen electoral de marzo, mes de la cita que confirm¨® ayer Zapatero en Lugo. El curso anterior, como gran parte de la legislatura, estuvo condicionado por la expectativa de un final dialogado de ETA, que se convirti¨® en eje de la oposici¨®n del PP. Parad¨®jicamente, el fracaso del intento negociador ha creado una situaci¨®n de menor crispaci¨®n. Seguramente porque sin noticias sobre contactos es m¨¢s dif¨ªcil para los populares alimentar en el d¨ªa a d¨ªa la denuncia de entreguismo, y porque si hay atentados, como el del pasado viernes, la opini¨®n p¨²blica tiende a alinearse con el Gobierno y ve mal los excesos de los cr¨ªticos.
Pero tambi¨¦n porque, contra lo que pareci¨® en su momento, el Gobierno ha demostrado que s¨ª ten¨ªa un plan B: eficacia policial (20 detenidos este verano), y ahora se ver¨¢ si tambi¨¦n fin de la tolerancia hacia la ilegalizada Batasuna. Y porque, a diferencia de lo ocurrido en el final de la tregua de 1998-1999, el resultado del intento no ha sido la aproximaci¨®n del nacionalismo vasco democr¨¢tico a las tesis soberanistas, sino un regreso al pactismo y al autonomismo, con el l¨ªder del PNV, Josu Jon Imaz, como claro exponente.
Por parte del PSOE, decisiones en principio coyunturales, como la de utilizar la expresi¨®n "Gobierno de Espa?a" en los mensajes institucionales, han dado lugar a una teorizaci¨®n de la necesidad de reforzar la idea de Espa?a como sentimiento compartido y espacio de cohesi¨®n social y territorial, para no abandonar ese terreno a la derecha. A ello hizo alusi¨®n ayer Zapatero en Lugo al afirmar que su partido debatir¨¢ "propuestas" para la mejora de Espa?a. El ministro Caldera es el encargado de recoger y plasmar en el programa esas orientaciones: por una parte, aplicar (y poner en valor) leyes sociales ya aprobadas, especialmente la de Dependencia y la de Igualdad; y, por otra, sacar adelante la universalizaci¨®n de la escolarizaci¨®n de los menores de 3 a?os. Todo ello financiado gracias al prolongado periodo de crecimiento econ¨®mico, que tambi¨¦n ha reducido dr¨¢sticamente el paro, lo que constituye el principal aval electoral de Zapatero. La b¨²squeda del pleno empleo, otro de los objetivos anunciados por Caldera, abr¨ªa un planteamiento impensable hace no tantos a?os.
Para revalidar su victoria, el PSOE necesitar¨ªa mantener el voto tentado por la abstenci¨®n de los j¨®venes, que en 2004 fue decisivo. El acceso a viviendas asequibles es el principal incentivo para este sector de la ciudadan¨ªa, y seguramente explica el cambio de titular en el ministerio. Pero tambi¨¦n faltan otras propuestas movilizadoras para la juventud y una parte de la izquierda abstencionista. En el aspecto territorial, y tras la victoria del PP por escaso margen en el conjunto de Espa?a en las municipales de mayo, el PSOE busca equilibrar los resultados de Madrid y Valencia, comunidades en las que los conservadores le sacaron un mill¨®n de votos. Pero tambi¨¦n necesita mantener a resguardo de la abstenci¨®n el mill¨®n de votos (y los 15 esca?os) que sacaron al PP en Catalu?a en las ¨²ltimas legislativas, gracias sobre todo al efecto Zapatero.
Los sondeos indican que tanto si gana el PSOE como si lo hace el PP, dif¨ªcilmente lo har¨¢n por mayor¨ªa absoluta. La pol¨ªtica de alianzas seguir¨¢ siendo, por tanto, determinante. Zapatero habr¨ªa preferido un acuerdo con CiU, pero lo dificulta la situaci¨®n del partido de Artur Mas como oposici¨®n a Montilla en Catalu?a. Un ensayo (no definitivo) de los futuros pactos tendr¨¢ lugar este oto?o en relaci¨®n con la tramitaci¨®n de los Presupuestos del Estado. En principio, al Gobierno le bastar¨ªa con que PNV e IU no plantearan enmienda de totalidad, y tratar de asociar a CiU (y quiz¨¢ a ERC) con enmiendas parciales.
Los nacionalistas catalanes exigen m¨¢s inversiones, de acuerdo con el compromiso incluido en el nuevo Estatuto. Pero el Estatuto mismo est¨¢ pendiente de los recursos de inconstitucionalidad presentados (uno de ellos, por el PP). Una resoluci¨®n que impugnase puntos esenciales del Estatuto tendr¨ªa efectos negativos para los socialistas, y de ah¨ª su inter¨¦s en que el tribunal no se pronuncie antes de las elecciones. Lo cual depende en parte de cuestiones previas de procedimiento. Pero no es seguro que una resoluci¨®n favorable a su recurso (y no s¨®lo interpretativa de los art¨ªculos m¨¢s dudosos) favoreciera las expectativas del PP.
La apuesta de este partido por el todo o nada (mayor¨ªa absoluta o seguir en la oposici¨®n) hace tiempo que entr¨® en crisis. El revuelo provocado por el paso al frente de Ruiz-Gallard¨®n, postul¨¢ndose para acompa?ar a Rajoy al Congreso, revela una debilidad de fondo que no puede ya explicarse ¨²nicamente por el supuesto inter¨¦s de los socialistas en aislarle. El desmarque de Miguel Sanz, pidiendo grupo propio de UPN para que Navarra tenga voz diferenciada en el Congreso, es otro s¨ªntoma de esa debilidad. Pero en la comunidad foral tambi¨¦n se han puesto en evidencia los riesgos que asume el PSOE con su pol¨ªtica de dar por supuesto que la alternativa a una derecha unida es la alianza de la izquierda con los nacionalistas.
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