La liberalizaci¨®n musical

Casi 500 se han presentado a la segunda edici¨®n de la Rede Galega de M¨²sica ao Vivo. El evento, organizado por el Instituto Galego das Artes Esc¨¦nicas e Musicais (IGAEM) y la agrupaci¨®n de salas Clubtura, establece un circuito para conciertos por toda Galicia. Para 2008, ser¨¢n los 48 locales los que realicen, antes del 15 de septiembre, la selecci¨®n de actuaciones entre los 486 grupos inscritos.

El pasado a?o, primero de la experiencia institucional, un jurado se encarg¨® de dividir a los artistas en dos categor¨ªas, una de mayor cach¨¦ que la otra, que luego eran contratados por las salas. "El a?o pasado, al haber categor¨ªas", opina Miguel Mosquera, guitarrista de Ataque Escampe, "los grupos que no eligi¨® el jurado apenas pod¨ªan encontrar conciertos". La red parec¨ªa agotar la capacidad de los locales. Manuel Portol¨¦s, compositor, cantante y guitarrista de Ni?o y Pistola, apreciaba id¨¦ntico problema: "Los grupos que quedaban fuera se encontraban con los calendarios de las salas llenos".

"Pasamos de un sistema excesivamente regulado a una selecci¨®n m¨¢s salvaje"

Ahora el IGAEM ha prescindido de la selecci¨®n previa. Las propias salas se encargan de contratar los grupos sin mediaciones. Un m¨ªnimo de ocho conciertos por local resultan necesarios para entrar en el circuito y beneficiarse de las subvenciones. "Pasamos de un sistema excesivamente regulado", dice Mosquera, "a un proceso de selecci¨®n m¨¢s salvaje". En este tr¨¢nsito del proteccionismo al liberalismo, el mercado funciona como seleccionador y las salas negocian el cach¨¦ directamente con los artistas, con un techo de 800 euros de los que la Administraci¨®n asume el 85%.

Para Leo Fern¨¢ndez Campos, de O Leo i Arremec¨¢ghona, el nuevo sistema implica ciertos riegos: "Hay grupos con sello y productora que se presentan a la vez que bandas que empiezan; ah¨ª existe desigualdad". Entre las 486 bandas que optan a participar en la red figuran combos procedentes no s¨®lo de Galicia (el 87%) sino tambi¨¦n del resto de Espa?a, de Portugal, Alemania, B¨¦lgica o Irlanda. "No s¨¦ si est¨¢ tan claro que la Xunta deba ayudar financieramente a grupos de fuera", considera Fern¨¢ndez Campos. Por lo menos las tres cuartas partes de los artistas contratados deber¨¢n ser gallegos.

Javier Prado, el hombre detr¨¢s del proyecto Moondog Blues Party, no advierte ese peligro: "Al final, el trato ¨²ltimo es del grupo con la sala, y a cada local le interesa un estilo diferente". Prado, que critica por discriminatorio el sistema del pasado a?o, afirma que los combos "deben aprender a moverse" por el circuito de locales. "Quien tenga inter¨¦s en mover su banda, la Rede Galega lo facilita, tambi¨¦n porque ofrece una lista de los lugares disponibles", concluye. Los m¨²sicos consultados apuntan hacia el mismo aspecto positivo. Sin embargo, Manuel Portol¨¦s, de Ni?o y Pistola habla de que el circuito "est¨¢ bien para las bandas que empiezan, que pueden patearse toda Galicia, pero deber¨ªa haber para salir a tocar por la pen¨ªnsula".