El Gobierno griego se muestra incapaz de controlar la ola de incendios forestales
La antigua Olimpia se salva de las llamas, que han provocado ya la muerte de 63 personas
Misi¨®n cumplida: las ruinas de la antigua Olimpia est¨¢n a salvo. Pero hay otro balance claro: en la Olimpia moderna hay casas destruidas, sus habitantes no recibieron ayuda, los fuegos siguen en casi toda Grecia, el descontrol es total, hay m¨¢s de 63 muertos. Y la investigaci¨®n sobre qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s no avanza m¨¢s all¨¢ de rumores. Pese a que no hay encuestas, la popularidad del Gobierno de derechas ha sido socavada y las elecciones del 16 de septiembre se presentan m¨¢s inciertas que nunca. El gran favorito es ahora la abstenci¨®n.
"Vamos a reconstruirlo todo, que no haya dudas. Pero lo har¨¢ la gente, no el Gobierno, gane quien gane". Georgia Kollias, de poco m¨¢s de 30 a?os, resume el sentir extendido entre los griegos, que observan at¨®nitos la ola de incendios. Ya conocen el infierno y han perdido la fe: desconf¨ªan de las autoridades, completamente desbordadas.
Los griegos desconf¨ªan de las autoridades, desbordadas por la ola de incendios
Kollias vive en Olimpia, el pueblo tur¨ªstico de 1.000 habitantes construido junto a las ruinas de la sede de los primeros Juegos Ol¨ªmpicos, los de hace 28 siglos. All¨ª viaj¨® el domingo el ministro de Orden P¨²blico, Ovyron Polydoras, para sacar pecho: las llamas no se hab¨ªan llevado por delante a la Historia. Otra cosa muy distinta es el presente, del que nadie se acord¨®: las llamas llegaron hasta el centro de la localidad, calcinaron una decena de casas y la gente tuvo que organizarse completamente sola. "Fue horrible, todos estaban protegiendo las ruinas y aqu¨ª ardiendo por todas partes", explicaba ayer Thalia. Otro vecino encadenaba improperios contra todos los pol¨ªticos.
El primer ministro, el conservador Costas Karamanlis, adelant¨® los comicios a septiembre dando por segura la reelecci¨®n que le auguraban los sondeos. Pero el descontrol de los fuegos ha abierto muchos interrogantes. Nadie duda de que las circunstancias son muy dif¨ªciles -300 incendios en tres d¨ªas-, pero en otros dos ¨¢mbitos el Gobierno ha quedado desnudo: la investigaci¨®n no avanza y no est¨¢ al lado de la gente. Esto ¨²ltimo no cuesta dinero ni requiere medios: bastar¨ªa con que alg¨²n funcionario saliera del despacho y organizara una sola de las muchas evacuaciones diarias.
Las autoridades han empezado a dar pasos para demostrar que est¨¢n haciendo algo. El Gobierno prometi¨® un mill¨®n de euros para quien aporte pistas. Desde el pasado viernes, 32 personas han sido detenidas por los incendios, pero no hay indicios de que permitan seguir hilo alguno. La fiscal¨ªa estudia la posibilidad de que pueda considerarse a los pir¨®manos como terroristas, lo cual incrementar¨ªa las atribuciones gubernamentales. La oposici¨®n socialista se ha lanzado al ataque y acusa al Gobierno de ineficaz. La mayor¨ªa est¨¢ exhausta y desencantada: "A los socialistas s¨®lo les interesa volver al poder. Vienen a ver los efectos del fuego, pero se nota que no les interesa lo m¨¢s m¨ªnimo", asegura Ververidis cerca de Tr¨ªpolis, en el centro del Peloponeso.
Ni siquiera la haza?a defensiva de la Antigua Olimpia parec¨ªa ayer tal. Cierto que las ruinas parecen intactas, pero sus alrededores est¨¢n calcinados. La antigua pista de atletismo estaba a salvo, pero la hierba que la rodea estaba totalmente quemada. Y si en el monte Cronos hubiera como anta?o esclavos observando el espect¨¢culo, ninguno de ellos lo hubiera podido contar porque qued¨® arrasado. Todo el recinto era ayer un caos: extensas ¨¢reas carbonizadas, fogatas vivas aqu¨ª y all¨¢, humo por todos lados, bomberos corriendo y trabajadores con la orden expresa de no hablar a la prensa y de dirigirla a los portavoces oficiales, ansiosos por contar la victoria de la Historia sobre el Mal.
La situaci¨®n parec¨ªa mejorar ayer, pero varios frentes segu¨ªan abiertos. El m¨¢s grave era el de la isla de Eubea, al noreste de Atenas, donde conviv¨ªan al menos cinco focos. Y hubo muchos momentos angustiosos. Son muchos los pueblos que quedan aislados, algunos durante varios d¨ªas, sin tel¨¦fonos ni luz. Los habitantes tratan de defenderse mojando sus casas y lanzando manguerazos contra el fuego. Si les quedaba alguna fe en la pol¨ªtica, m¨¢s de uno la habr¨¢ perdido luchando sin ninguna ayuda por su vida.
![Varias personas atrapadas por las llamas esperan para ser evacuadas del pueblo de Frixa, al sur del Peloponeso.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KGXVY3NJYJDY2MALDTVC6JMQCE.jpg?auth=27873a7c4823d84d8df913385ea9c86f4bc7f3bcb877b2f568ee53c439a602c3&width=414)
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