Un cubo de bamb¨² en Carabanchel
Los vecinos ya tienen las llaves de las 88 casas protegidas, obra de un prestigioso estudio
Madrid ya tiene otro edificio singular. En el nuevo Ensanche de Carabanchel, junto al aer¨®dromo de Cuatro Vientos, se alza la ¨²ltima creaci¨®n del prestigioso estudio de arquitectura FOA, Foreign Office Architects, integrado por los arquitectos Alejandro Zaera y Farshid Moussavi. Se trata de un volumen rectangular envuelto por una piel de bamb¨², que contiene 88 viviendas protegidas promovidas por la Empresa Municipal de la Vivienda. El edificio destaca poderosamente entre las habituales construcciones de ladrillo visto con miradores que se pueden ver en las manzanas de alrededor. Al llegar nos encontramos con un prisma puro, sin ventanas aparentes, sin vuelos ni salientes. Su tersa superficie de matizados reflejos dorados s¨®lo se altera cuando se abren las contraventanas articuladas tras el que se esconde el vac¨ªo que rodea todo el bloque de viviendas, con terrazas de 1,50 metros de ancho en las fachadas este y oeste, y balcones de 0,50 metros en las fachadas norte y sur, que act¨²an como una c¨¢mara de aire que a¨ªsla las viviendas del fr¨ªo y del calor, as¨ª como del ruido de la calle, reforzando la privacidad de sus ocupantes.
En el interior, todas las viviendas tienen fachada a los dos lados del bloque, lo que permite obtener ventilaci¨®n cruzada, mucho m¨¢s eficaz que la ventilaci¨®n a una sola fachada, aunque esta disposici¨®n ha obligado a que los pisos sean muy estrechos, dadas las limitaciones de superficie que impone la actual normativa de viviendas protegidas en funci¨®n del n¨²mero de dormitorios. Los espacios comunes se caracterizan por su austeridad, sin adornos ni decoraciones, de paredes desnudas y soluciones muy econ¨®micas, de acuerdo con los presupuestos limitados con que cuentan estas construcciones, lo que ha obligado tambi¨¦n a que la resoluci¨®n constructiva de la piel articulada de bamb¨² se haya realizado de forma muy artesanal, con herrajes de hierro de aspecto casi antiguo.
El edificio ocupa tan s¨®lo un 38% de la parcela, y deja el resto libre para zonas de juego y vegetaci¨®n, huyendo tambi¨¦n de la habitual f¨®rmula de manzana cerrada. Los muros que cierran los aparcamientos subterr¨¢neos son vegetales, recubiertos de hierba, el jard¨ªn vertical sustituye as¨ª tambi¨¦n a los muros de hormig¨®n visto que hubieran sido la soluci¨®n habitual. Y es que todo est¨¢ orientado en esta arquitectura hacia la imagen de lo sostenible, de las nuevas soluciones que permiten materiales m¨¢s naturales.
Una de las claves de este experimento es el del mantenimiento de tan liviano cerramiento. A esta pregunta, el arquitecto responde que espera que su duraci¨®n sea de al menos 10 o 15 a?os. Pero no s¨®lo tendr¨¢ que permanecer frente al sol, la lluvia y el viento, sino que tendr¨¢ que responder a los ataques propios de la gran ciudad, que desgasta sus edificios con agresividad. De hecho, en todas las zonas bajas del edificio, el bamb¨² se ha protegido con una malla met¨¢lica, que no parece suficiente para evitar un ataque de creatividad de un grafitero inspirado ante tan sutil apariencia. El volumen quiere ser unitario y liviano, y para reforzar a¨²n m¨¢s su ligereza, la piel que lo rodea est¨¢ separada del suelo en todo el per¨ªmetro.
El volumen tiene algo tambi¨¦n de partitura, no s¨®lo por las calles que le rodean, todas ellas con nombres de instrumentos musicales, clarinetes, trombones, tubas y trompetas, sino tambi¨¦n por el ritmo desacompasado que marcan las contraventanas de bamb¨² abiertas al azar, seg¨²n las apetencias de cada propietario, que son casi todos parejas j¨®venes, de menos de 35 a?os, que viv¨ªan con sus padres en un 75% de los casos, y con ingresos entre 1,5 y 2,5 veces el salario m¨ªnimo interprofesional, que han pagado por su casa entre 86.400 y 150.000 euros, por pisos de 1 a 4 dormitorios.
Como dec¨ªa el artista Gordon Matta-Clark, "una de mis definiciones favoritas de la diferencia entre arquitectura y escultura es la de si hay ca?er¨ªas o no". El edificio ya est¨¢ ah¨ª plantado. Tiene ca?er¨ªas y desag¨¹es, y placas solares para calentarse. Y es maravillosa su apariencia un poco oriental. Ahora falta comprobar la eficacia de su funcionamiento como m¨¢quina para habitar. El tiempo lo dir¨¢.
![Gallard¨®n conversa con Alejandro Zaera ante el edificio de Carabanchel.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3H2JJL7EU6RDUDRHNPFYYHI7GM.jpg?auth=e171260752952c20d7fd0fceb562f15c9f2cffde84959de497c724beda7ee8ed&width=414)
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