F¨®rmula para morirse de miedo
El australiano Greg McLean se estrena en el cine de terror con 'Wolf Creek'
Lo de Greg McLean (Melbourne, 1975) parece una trampa. Acudimos a una cinta etiquetada como "de terror", en la que tres j¨®venes y guapos excursionistas se pierden en medio del desierto, en un paraje alucinante: el parque Wolf Creek. De repente, en lugar de un monstruo, aparece un salvador. El campesino risue?o y bondadoso que nos hace pensar que la peli ha acabado antes de tiempo.
McLean sonr¨ªe cuando desde el hemisferio norte -¨¦l est¨¢ en Australia- le confiesan al tel¨¦fono que han temblado de miedo despu¨¦s de ver su primer largometraje. El joven director, con una larga carrera en el montaje y direcci¨®n de ¨®peras tradicionales, como La flauta m¨¢gica, y de obras de teatro cl¨¢sicas de Shakespeare, sorprende lanz¨¢ndose de cabeza al cine de terror. Sobre Wolf Creek, la cinta que se estrena hoy -en curiosa simultaneidad con Death Proof-, Tarantino ha dicho que llegar¨¢ a ser "uno de los grandes iconos del cine de terror de los ¨²ltimos a?os", y Robert Rodr¨ªguez, que abri¨® este mes la tanda de pel¨ªculas de horror con su Planet Terror, tambi¨¦n se moj¨®: "El terror no puede ser m¨¢s real". Adem¨¢s, los afamados hermanos Weinstein son los padrinos internacionales del estreno de McLean.
Su f¨®rmula parece infalible. Primero: gente buena que es enga?ada por presunta gente buena (instantes en los que desde la butaca el espectador grita en silencio: "?Vete, vete, ah¨ª viene!", "?no, por ah¨ª no!"). Dos: realismo casi documental, inspirado en el Dogma95, que lider¨® Lars von Trier. Tres: un marketing parecido al de El Proyecto de la bruja de Blair (1999), que sugiere que el filme est¨¢ basado en hechos reales.
McLean no lo desmiente del todo. Mick Taylor, su cazador psic¨®pata est¨¢ inspirado no en uno, sino en tres asesinos en serie que forman parte de la historia de Australia menos conocida: "El caso m¨¢s reciente es el de Bradley Murdoch, que recogi¨® a dos mochileros brit¨¢nicos, uno de los cuales pudo escapar para contarlo", comenta. El resultado es una pel¨ªcula que asusta, con un presupuesto de tan s¨®lo 150.000 d¨®lares.
El director australiano -que hace poco termin¨® Rogue, su segundo filme de terror, sobre un cocodrilo hambriento, que ser¨¢ proyectado en el Festival de Sitges- dice convencido que "a la gente le gusta sentir en el cine". Amor, solidaridad, pasi¨®n, pero tambi¨¦n miedo, y confiesa sin pudor que esta pel¨ªcula va de "la naturaleza violenta y b¨¢sica del ser humano". McLean, que incluy¨® a prop¨®sito escenas "intensas e inc¨®modas", que pueden perturbar seriamente a un espectador poco acostumbrado al g¨¦nero, es un amante de los c¨®mics y del cine de terror y afirma que "no en vano pel¨ªculas como La matanza de Texas (1977) y Psicosis (1960) se han convertido en obras de culto". Con Wolf Creek ha entrado con fuerza en el mundillo del terror que planea seguir explotando. Sobre Rogue, su m¨¢s reciente producci¨®n, asegura que es un tipo de horror muy distinto del de su ¨®pera prima: "Para m¨ª, Rogue es una pel¨ªcula para ver el domingo por la tarde. Suspense, pero tambi¨¦n diversi¨®n". Y agrega: "Al menos, en Rogue uno de los protagonistas sobrevive con casi todas las partes de su cuerpo intactas".
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