"La paz se acab¨®"
Dos cartas dirigidas a padrinos corleoneses alertan en Italia del riesgo de una guerra de mafias
Dos cartas, las mismas cuatro palabras: "La pace ¨¨ finita (la paz se acab¨®)". El mensaje, interceptado por la polic¨ªa y dirigido en la c¨¢rcel a los dos ¨²ltimos grandes padrinos de la Cosa Nostra (los corleoneses Tot¨® Riina y Bernardo Provenzano), representa un se¨ªsmo en el agitado mundo mafioso. La Cosa Nostra todav¨ªa no ha encontrado el sucesor de Provenzano, detenido en abril de 2006. Aprovechando la transici¨®n, los Inzerillo, importante clan expulsado por los corleoneses en los ochenta, se est¨¢n restableciendo en Sicilia desde EE UU. Y este verano se produjo en Palermo el primer homicidio de la mafia p¨²blico y relevante tras una d¨¦cada de calma. Los fiscales antimafia temen un recrudecimiento de la violencia tras la pax mafiosa impuesta por Provenzano.
"Los actos criminales de los ¨²ltimos tiempos me preocupan", explica un fiscal de Palermo
"Las cartas son una se?al, pero todav¨ªa tenemos que entender su valor, su autor¨ªa. M¨¢s all¨¢ de las se?ales, son los hechos criminales ocurridos en los ¨²ltimos meses los que me preocupan", observa el fiscal antimafia Gaetano Paci, en una conversaci¨®n telef¨®nica desde Palermo. "Lo que ocurre en el terreno nos dice que se han vuelto a producir homicidios p¨²blicos entre clanes y extorsiones violentas. Hace poco, los clanes incendiaron en pleno centro de Palermo una gasolinera. Un hecho que podr¨ªa haber tenido consecuencias grav¨ªsimas".
Tras la captura de Provenzano, el problema es la sucesi¨®n. "Salvatore Lo Piccolo est¨¢ afirmando su liderazgo. Generalmente sin violencia, pero en algunos territorios hay fricciones", explica Paci. "Casi siempre, en la historia de la Cosa Nostra, los clanes que se han afirmado recurrieron a la violencia para consolidar su posici¨®n. Incluso contra el Estado. Son pruebas de fuerza. La situaci¨®n actual, con los corleoneses diezmados, resulta en s¨ª un motivo de preocupaci¨®n, aunque de momento en Palermo no tenemos se?ales un¨ªvocas de que est¨¦ a punto de desatarse una guerra".
En esa ¨®ptica, otro elemento inquieta: el hallazgo de las alianzas que dos importantes miembros de la c¨²pula, Leoluca Bagarella y Nitto Santapaola, han dejado en sus celdas con ocasi¨®n de un intercambio de las mismas. El valor simb¨®lico del gesto es fuerte. La mujer de Bagarella se suicid¨®. La de Santapaola muri¨® en un ajuste de cuentas. Los hombres de honor no habr¨ªan dejado nunca los anillos sin un motivo importante. ?Cu¨¢l? ?Los anillos nupciales simbolizan una alianza entre el primero, tambi¨¦n corleon¨¦s (centro-oeste de Sicilia), y el segundo, de Catania (este de la isla)? ?Un pacto entre viejos l¨ªderes frente a los nuevos? ?Entre padrinos encarcelados frente a los libres?
La vuelta de los Inzerillo desde Estados Unidos, apoyada por Salvatore Lo Piccolo, es un elemento central en las fricciones actuales. La correspondencia de Lo Piccolo con el propio Provenzano revela su papel en un asunto que ha despertado la preocupaci¨®n de familias aliadas a los corleoneses, que temen una venganza de los Inzerillo por la sangre vertida en los ochenta.
Una operaci¨®n llevada a cabo el 9 de agosto y cerrada con la detenci¨®n de 14 miembros de su clan ha confirmado el papel de Lo Piccolo, y, en paralelo, su protagonismo tambi¨¦n en el resurgimiento del eje Palermo-Nueva York, d¨¦cadas despu¨¦s de los calientes a?os de la Pizza Connection. Entonces, la conexi¨®n ten¨ªa su centro de gravedad en la droga. Ahora, m¨¢s bien en el blanqueo de los ingentes capitales que los clanes obtienen de la especulaci¨®n, el control de las obras p¨²blicas, y de la extorsi¨®n a los comercios.
Las cartas dirigidas a los padrinos corleoneses en la c¨¢rcel son entonces el reflejo de un conjunto de movimientos en una Cosa Nostra que busca nuevos equilibrios. Y adem¨¢s del mensaje escrito -"La pace ¨¨ finita"-, preocupa tambi¨¦n en Italia la imagen en la otra cara de las postales: el estadio de f¨²tbol de Mil¨¢n, San Siro.
En la guerra de la mafia contra el Estado a principios de los a?os noventa, uno de los atentados frustrados iba dirigido al Estadio Ol¨ªmpico de Roma. Fueron ¨¦sos los a?os en los que murieron los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, y la Cosa Nostra atent¨® bajo el mando de Bagarella, uno de los dos padrinos protagonistas del intercambio de alianzas en Roma, Mil¨¢n y Florencia, matando a decenas de civiles.
Anteriormente, la guerra desatada a principios de los a?os ochenta por los corleoneses contra los palermitanos por el control de la c¨²pula mafiosa caus¨® alrededor de 1.000 muertos.
Entre los investigadores no hay dudas de que los clanes son conscientes de que la violencia es negativa para sus negocios, y que la idea de fondo es seguir la estrategia de la inmersi¨®n dictada por Provenzano.
Sin embargo, en la b¨²squeda de nuevos equilibrios existe el riesgo de que algunos roces degeneren. M¨¢s all¨¢ de Lo Piccolo, los ojos de los investigadores est¨¢n dirigidos hacia Trapani, ciudad del oeste de Sicilia, y feudo del otro gran candidato a la sucesi¨®n de Provenzano: Matteo Messina Denaro.
"Nos consta que hay di¨¢logo entre Lo Piccolo y Messina Denaro. En su ascenso, Lo Piccolo est¨¢ encontrando obst¨¢culos en la zona de Palermo, pero con Messina Denaro las relaciones son respetuosas", relata Paci. No hay conflictos territoriales, y las cuestiones interprovinciales han sido arregladas con el di¨¢logo.
Por ello, Paci insiste: "De momento, lo que m¨¢s me preocupa es lo que pasa en Palermo". Una zona en la que la extorsi¨®n, pese a los centenares de detenciones de los ¨²ltimos a?os, sigue azotando duramente a la enorme mayor¨ªa de los comercios, seg¨²n estudios de asociaciones de comerciantes.
En los a?os noventa, la Cosa Nostra no dud¨® en matar a empresarios que rechazaron pagar el pizzo, el impuesto mafioso. El recrudecimiento de la violencia en la sanci¨®n de quienes no se someten al mismo deja temer no s¨®lo ataques entre clanes y contra los representantes de las instituciones, sino tambi¨¦n en contra de la sociedad civil.
SIGNOS DE LA COSA NOSTRA
La m¨ªmica. Los padrinos sometidos a r¨¦gimen de aislamiento la utilizan para dar ¨®rdenes durante los juicios
Los 'pizzini'. Billetes escritos a m¨¢quina con los que muchos mafiosos se comunican para evitar interceptaciones
Im¨¢genes religiosas. Son quemadas durante el ritual de afiliaci¨®n. El incendio simboliza el fin que le espera al mafioso que traiciona
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