El secreto a voces del suroeste

Cuando a Carmen Marroqu¨ªn le diagnosticaron c¨¢ncer de mama no conoc¨ªa a nadie con esta enfermedad. Un a?o despu¨¦s, una compa?era de trabajo tuvo que someterse a quimioterapia por la misma causa. A los dos a?os, le toc¨® el turno a una tercera, que con el tiempo ha visto desarrollado un segundo tumor. En s¨®lo tres a?os, tres de las 16 mujeres que trabajaban en la guarder¨ªa La Caracola, en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), tuvieron que enfrentarse a la enfermedad.

El caso de Marroqu¨ªn es uno m¨¢s en una de las zonas m¨¢s castigadas por el c¨¢ncer: Andaluc¨ªa occidental. En la mayor¨ªa de los 21 mapas detallados sobre tipos de c¨¢ncer en Espa?a se repite: Huelva y C¨¢diz salen en rojo, lo que significa que el riesgo de enfermar all¨ª es hasta un 50% superior a la media.

El catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona Miquel Porta es claro: "Eso era un secreto a voces que la Junta de Andaluc¨ªa ha intentado poner sordina". Y es que el desarrollo industrial es progreso, empleo y crecimiento econ¨®mico. Pero tambi¨¦n "genera problemas de salud que ahora empezamos a conocer y que tenemos que estudiar m¨¢s porque es la mejor prevenci¨®n". En Huelva hay un gran polo qu¨ªmico y en Algeciras (C¨¢diz) otra gran zona industrial. Ecologistas, vecinos y afectados llevan a?os denunciando los casos y pidiendo estudios epidemiol¨®gicos.

Marroqu¨ªn, de 47 a?os, no conoce el origen de su enfermedad. "Me dijeron que pod¨ªa ser por causas hormonales, luego yo he le¨ªdo por Internet que puede haber alguna relaci¨®n con la anemia...". Lo cierto es que no hay una explicaci¨®n oficial para su c¨¢ncer, y menos para el alto n¨²mero de casos que se dan en la zona. "S¨¦ que los m¨¦dicos lo comentan, que hay m¨¢s de lo normal, sobre todo en El Puerto", apunta.

Durante un tiempo, incluso se plante¨® buscar alguna forma de hacer presi¨®n, movilizar a colectivos sociales y partidos pol¨ªticos para elaborar un informe sobre la incidencia del c¨¢ncer y sus posibles causas. Pero abandon¨®. "Es muy complicado. Se dicen muchas cosas pero nadie se atreve a poner en riesgo su prestigio profesional para hacer una denuncia que quiz¨¢s no pueda probarse", se lamenta Marroqu¨ªn.

La mujer super¨® el c¨¢ncer gracias a una r¨¢pida intervenci¨®n m¨¦dica y a su optimismo. "Yo nunca hab¨ªa sentido tan cercana la muerte. No pens¨¦ que fuera a salir. Intentaba aparentar buen humor pero, en el fondo, me estaba despidiendo de toda mi familia, de mis dos hijos". Tras la primera operaci¨®n, sin embargo, su ¨¢nimo dio un vuelco. Ni la mastectom¨ªa, ni el tiempo que tuvo que llevar la pr¨®tesis de silicona hasta que se someti¨® a la cirug¨ªa pl¨¢stica consiguieron arrancarle el buen humor. "Me re¨ªa de todo, hasta de cuando se me escapaba la pr¨®tesis del ba?ador en la piscina", cuenta.

Para entonces ya hab¨ªa aprendido a relativizar las malas noticias y a comprender que c¨¢ncer y muerte no son sin¨®nimos. "Al principio no ve¨ªa otras posibilidades. S¨®lo piensas en la muerte, en que vas a entrar en el quir¨®fano sin saber si volver¨¢s, y en que tienes que aprovechar cada minuto hasta el momento de la operaci¨®n".

Hace s¨®lo unos a?os que se detect¨® un bulto en el pecho, pero son tiempos pasados. Ahora, Marroqu¨ªn hace vida normal, va cada d¨ªa a C¨¢diz a trabajar en las dependencias de la Junta de Andaluc¨ªa, y la ¨²nica precauci¨®n que debe tener es evitar grandes esfuerzos con el brazo izquierdo. El c¨¢ncer ha quedado apenas en un recuerdo, aunque muy ¨²til para otras personas. "Cuando alguna de mis amigas me cuenta un caso, yo les explico, les relato mi proceso y les doy ¨¢nimos. Pero s¨®lo si me lo piden. No me gusta ir a salvar vidas".

Tambi¨¦n en El Puerto, el doctor Jos¨¦ Alberto ?lvarez de Cienfuegos, a trav¨¦s de su asociaci¨®n, ayuda a los enfermos que necesitan apoyo. Con la experiencia de haber superado un c¨¢ncer de pulm¨®n, el doctor ofrece, sobre todo, informaci¨®n y lecciones de prevenci¨®n. "Es alarmante que en C¨¢diz estemos a la cabeza de c¨¢ncer de pulm¨®n", se indigna, "cuando por la poblaci¨®n que reside aqu¨ª deber¨ªamos estar entre los puestos 20 y 30".

En Huelva, la plataforma social contra el Polo Qu¨ªmico en Huelva, la Mesa de la R¨ªa, afirma que la gente no se atreve a hablar de las enfermedades que padece por miedo a las presiones y represalias de las compa?¨ªas, para las que trabaja gran parte de la poblaci¨®n. La plataforma pide un estudio epidemiol¨®gico exhaustivo sobre el ¨ªndice de afectados por enfermedades. Hace a?o y medio, un estudio de la Universidad Pompeu Fabra se?alaba que Huelva era una de las provincias con m¨¢s repuntes de casos de c¨¢ncer en Espa?a, informa Manuel J. Albert.