Informe a una academia
Esta exposici¨®n de Thomas Jocher (Saalfelden, Austria, 1961) podr¨ªa considerarse como su particular Informe a una academia porque todos los cuadros expuestos responden a una manera de mirar que observa todas las cosas que nos rodean como si fueran raras, extra?as, inesperadas. A esa mirada desde la extra?eza Miguel Cop¨®n ha intentado definirla en el texto del cat¨¢logo como una mirada te¨®rica, por fenomenol¨®gica, por metaf¨ªsica si se quiere, que se arroja sobre las cosas que se le ponen delante desde el adanismo de quien las ve y descubre de pronto que ellas valen por s¨ª mismas, con independencia de los impulsos, los intereses o las pulsiones a las que habitualmente las sometemos. Y de los discursos en los que le asignamos sentido a todas ellas.
Pero yo, sin desde?ar la ob
servaci¨®n de Cop¨®n, prefiero identificar esa mirada con la del simio que, en el inquietante relato de Kafka, informa a una academia de sus notables progresos en el proceso de convertirse en humano. En ese proceso cumpli¨®, adem¨¢s, un papel extraordinario la observaci¨®n paciente. Gracias a ella el simio enjaulado fue descubriendo qu¨¦ hac¨ªan los hombres, c¨®mo se comportaban entre ellos y a qu¨¦ cosas prestaban atenci¨®n y a cu¨¢les no. Jocher -guardando todas las distancias- se comporta como ese simio de f¨¢bula que va observando con otros ojos las cosas que habitualmente nos rodean, intentando descubrir por qu¨¦ raz¨®n nos mostramos indiferentes ante tantas de ellas, cuando para ¨¦l todas resultan igual de sorprendentes. Por eso sus cuadros nos obligan a ver de nuevo una cocina, una ristra de salchichas, un ramillete de flores, un pez, un paisaje de postal tur¨ªstica o un simple bargue?o.
Y por eso mismo, no me parece raro que cuatro de estos cuadros est¨¦n protagonizados por simios, dos de los cuales ya tienen un nombre humano y la tercera ejerce la profesi¨®n de dramaturga. El cuarto es a¨²n m¨¢s revelador. Se titula El Mono Liso, incluye a un gorila y es una parodia del c¨¦lebre cuadro de Leonardo, que para muchos es un autorretrato enmascarado del propio pintor.
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