Batacazo ol¨ªmpico

Con seis Juegos Ol¨ªmpicos a sus espaldas, Jes¨²s Carballo quer¨ªa despedirse de su cargo de seleccionador despu¨¦s de los de Pek¨ªn 2008. Convertirse en un ide¨®logo, una especie de coordinador t¨¦cnico de la gimnasia femenina espa?ola. Lo que nadie pod¨ªa imaginarse es que esa despedida ser¨ªa por la puerta peque?a. Tras a?os gan¨¢ndose poco a poco el respeto del cerrado mundo de la gimnasia, Espa?a perdi¨® ayer el derecho a estar en la capital china con el equipo completo -hay que remontarse a Mosc¨² 80 para encontrar un batacazo igual- tras acabar en la 15? posici¨®n en los Campeonatos del Mundo, en Stuttgart. S¨®lo los 12 primeros estar¨¢n en Pek¨ªn.

El fracaso se vio venir pasito a paso en el Hans-Martin-Schleyer Halle. Las espa?olas salieron por la ma?ana en un grupo especialmente flojo. Y nada m¨¢s salir, un susto. Patricia Moreno, bronce ol¨ªmpico en Atenas, la ¨²nica medalla ol¨ªmpica de Espa?a en esta disciplina, calcul¨® mal su salida de la barra y cay¨® de la triple pirueta sobre los pies doblados. No pudo seguir. Ni con hielo.

A Pek¨ªn s¨®lo ir¨¢n dos gimnastas a t¨ªtulo individual, sin¨®nimo de lucha perdida

Si Carballo ya sab¨ªa que la cosa estaba muy dif¨ªcil, la p¨¦rdida de esta chica de 19 a?os, apenas metro y medio de estatura y 40 kilos de peso, que lloraba desconsolada al pie de la pista, lo puso todav¨ªa peor.

Era el primer aparato de las espa?olas y el seleccionador se vio obligado a cambiar por completo su estrategia, a utilizar todos los recursos disponibles. Y este equipo no est¨¢ sobrado. M¨¢s bien, al contrario. Tras el abandono de Thais Escolar poco antes de empezar estos Mundiales, a¨²n m¨¢s. Espa?a tampoco tiene una l¨ªder, como fuera en su d¨ªa Elena G¨®mez, que empuje para arriba las notas y mantenga la cabeza fr¨ªa en los momentos en los que las j¨®venes zozobran. ?sa pod¨ªa haber sido L¨¦nika de Simone, una gimnasta de t¨¦cnica exquisita a la que las lesiones y la mala suerte no han permitido despegar. Ayer se volvi¨® a caer de la barra, aunque termin¨® la competici¨®n con un digno ejercicio de paralelas (la mejor nota de las espa?olas: 14,900 puntos).

Con 224,850 puntos, Espa?a se qued¨® a algo m¨¢s de cinco puntos de los que Carballo calculaba necesarios para clasificarse. Y a sufrir. Ya no era cuesti¨®n de luchar, sino de cruzar los dedos y esperar el fallo de los rivales.

Al contrario que otros equipos, que prefieren quedarse a ver la competici¨®n, el espa?ol se dividi¨® entre los que se fueron al hotel y los que acompa?aron a Patricia Moreno al hospital (al final, la delegaci¨®n confirm¨® que se descartaba la fractura y que, a falta de las pruebas que se le repitan en Madrid, la madrile?a sufre un esguince grave).

Divisi¨®n tras divisi¨®n (compiten cuatro equipos al mismo tiempo), hora tras hora, Espa?a se fue quedando sin posibilidades. Rusia le releg¨® a la octava posici¨®n en la siguiente. Brasil y Corea del Norte, a la d¨¦cima. Cuando acab¨® el turno de Estados Unidos, ya estaba en la 12?, la ¨²ltima con pase ol¨ªmpico completo. Se acababa el aire. Y quedaban tres rivales directos.

Aunque el fracaso es absoluto, Espa?a podr¨¢ enviar a dos gimnastas a Pek¨ªn, que competir¨¢n a t¨ªtulo individual, lo que en un deporte tan subjetivo como la gimnasia es sin¨®nimo de lucha perdida. El peligro adem¨¢s es entrar en barrena. Como le pas¨® a Alemania tras la reunificaci¨®n. En 1992, uno de los equipos m¨¢s laureados de este deporte -bajo el estandarte de la RDA- desapareci¨® del mapa ol¨ªmpico y no volv¨ª¨® a clasificarse hasta ayer, ya como Alemania a secas. O la Republica Checa, que se qued¨® sin plaza por las mismas fechas y tampoco lo ha conseguido en esta ocasi¨®n.

Como perro viejo que es, Carballo lo ve de forma mucho m¨¢s simple: "As¨ª es el deporte. Unas veces se gana y otras se pierde".