Efimkin, escalador sin reloj en una etapa con poco p¨²blico
"?Qu¨¦ tal ha ido?". La pregunta no era del p¨²blico, ni de un periodista despistado o de un monta?ero accidental. Preguntaba el n¨²mero 1 de la Vuelta hasta Madrid si no hay retirada, Jos¨¦ Luis Arrieta, el espa?ol del AG2R que luce el gran dorsal y todo un cl¨¢sico del ciclismo. No hab¨ªa ido mal... Su compa?ero, el franc¨¦s St¨¦phane Goubert, se hab¨ªa colocado el noveno de la clasificaci¨®n general. Ni tan mal, despu¨¦s de los lagos. Arrieta desconoc¨ªa el final del asunto que encumbr¨® a Efimkin, al que Eusebio Unzue define como "un escalador puro que se defiende a duras penas en la contrarreloj". Por eso perdi¨® la Vuelta a Suiza, que ten¨ªa ganada, y ni siquiera subi¨® al podio. Hay mucho que trabajar en ese asunto.
Efimkin es el ¨²ltimo descubrimiento del t¨¢ndem Ech¨¢varri-Unzue. Le vieron en la Vuelta a Arag¨®n, donde gan¨® autoritariamente una etapa, y luego en la Vuelta a Portugal, que gan¨® al completo. Les gust¨® y volvieron a apostar por un ruso, como ya hicieran con Menchov. Hoy es l¨ªder de la Vuelta aunque Unzue cree que llegar¨¢ l¨ªder a Zaragoza y all¨ª... la contrarreloj (52 km.) otra vez, le tirar¨¢ una pared quiz¨¢s infranqueable. Seg¨²n Efimkin, su hermano gemelo es mejor que ¨¦l, pero Unzue y Ech¨¢varri no piensan lo mismo. Quiz¨¢s ven m¨¢s progresi¨®n en Vladimir que en la fuerza bruta de su hermano.
No hubo atascos
El ruso no fall¨® ayer. Cumpli¨® el pron¨®stico y puso al Caisse d'Epargne el primero de la fila en la Vuelta. Y lo hizo en los lagos, la mejor portada de la ronda espa?ola, ayer convertido en el mito vac¨ªo. Lleno de contenido, pero escaso de p¨²blico. Quiz¨¢s porque era martes, quiz¨¢s porque las medidas proteccionistas del parque natural ponen demasiados problemas a los fervientes aficionados al ciclismo. El alcalde de Cangas, Alfredo Garc¨ªa, reconoce que su margen de maniobra es escaso: "Esto depende de la Administraci¨®n central y no podemos hacer m¨¢s de lo que hacemos", afirma. Lo cierto es que las cunetas estaban llenas de ¨¢nimo y faltas de p¨²blico. Y no llov¨ªa, ni hac¨ªa fr¨ªo ni demasiada niebla. Y era la primera emoci¨®n de esta Vuelta.
No hubo atascos en el descenso. Tampoco en la carrera. Cada cual se organiz¨® a su modo, como ocurre siempre en las duras ascensiones. Por orden. Unos con prisa. Otros sin prisa. Unos ganando. Otros llegando. Otros tratando de llegar, como Alberto Fern¨¢ndez, el ciclista del Saunier Duval, que paseaba su hilera de puntos en la cara.
Un d¨ªa antes, en Luarca, Fern¨¢ndez cay¨® junto a un compa?ero que le piso el ment¨®n. Conclusi¨®n: diez puntos de sutura y tres muelas rotas. Ayer corri¨® con tres empastes provisionales, con un desayuno l¨ªquido y sin haber cenado. Hoy saldr¨¢, como ayer sali¨® y lleg¨® Zubeldia. Quien no pudo hacerlo fue el italiano Bernucci, del T-Mobile, a causa de un an¨¢lisis positivo en la Vuelta a Alemania. La historia contin¨²a.
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