Leones en el Oeste americano
Ec¨®logos de EE UU proponen reintroducir especies salvajes extinguidas hace miles de a?os
Leones, elefantes, jirafas... Los grandes animales africanos que sobreviven fuera de las reservas que hacen las delicias de los turistas est¨¢n desde hace 15 a?os en grave declive, han comprobado investigadores europeos y estadounidenses que trabajan en ?frica. Y, recientemente, estos investigadores han recopilado datos alarmantes sobre la p¨¦rdida de especies tambi¨¦n dentro de muchos de los grandes parques nacionales.
Ser¨ªan experimentos controlados para restaurar ecosistemas que atraer¨ªan el turismo
Tim Caro y Paul Scholte advierten en la revista African Journal of Ecology de este mes que se constata un declive espectacular de una especie muy indicativa, los ant¨ªlopes, en los parques nacionales de pa¨ªses como Ghana, Kenia y Tanzania. Tambi¨¦n en la Reserva Nacional Masai Mara (Kenia) se ha comprobado un colapso de las poblaciones de herb¨ªvoros, como el b¨²falo y la jirafa. La causa m¨¢s importante es la acci¨®n directa o indirecta del hombre, seguida en algunos casos por la sequ¨ªa.
Las presiones a que est¨¢n sometidas las poblaciones de grandes animales en ?frica es s¨®lo una de las razones que esgrimen un grupo de ec¨®logos y conservacionistas de Estados Unidos para promover una operaci¨®n a largo plazo, sobre bases cient¨ªficas: la reintroducci¨®n en el centro del pa¨ªs de la megafauna (grandes vertebrados) extinguida en el continente norteamericano hace 13.000 a?os (al final del Pleistoceno) por medio de sus parientes de otros continentes. Esta iniciativa, llamada Pleistocene rewilding (que se podr¨ªa traducir por repoblaci¨®n salvaje del Pleistoceno), planteada por primera vez en 2005, est¨¢ atrayendo mucha atenci¨®n, y tambi¨¦n muchas cr¨ªticas, pero sus promotores defienden bien la propuesta, que han detallado en las revistas The American Naturalist y Scientific American. Empezar¨ªan la reintroducci¨®n con las tortugas gigantes y los caballos salvajes, para seguir con cam¨¦lidos y guepardos y, finalmente, leones y elefantes.
Como sucede hoy en ?frica y en Asia la megafauna tuvo un papel ecol¨®gico clave en la conservaci¨®n de los ecosistemas, a trav¨¦s de la predaci¨®n y el pasto, aseguran C. Josh Donlan, de la Universidad de Cornell, y sus compa?eros en la iniciativa. Lo que plantean no son parques zool¨®gicos, m¨¢s o menos grandes, sino experimentos ecol¨®gicos dise?ados cuidadosamente para conocer y quiz¨¢s reponer procesos naturales de los ecosistemas norteamericanos que existieron durante miles de a?os hasta que hace 13.000 a?os desaparecieron, seguramente por el influjo humano. Seg¨²n el ec¨®logo Paul Martin, la caza excesiva por parte de los nuevos pobladores, que entraron por el estrecho de Bering, provoc¨® la extinci¨®n.
Fuera cual fuera la causa, el hecho es que el continente norteamericano se qued¨® sin el 75% de los grandes mam¨ªferos (los que pesan m¨¢s de 45 kilogramos) y hab¨ªa muchos. Hab¨ªa perezosos gigantes, lobos, osos, tigres diente de sable, jaguares, guepardos, pumas, cuatro especies de mamut, otras tantas de caballos y asnos, camellos, llamas, y gran n¨²mero de ciervos y ant¨ªlopes, adem¨¢s de bueyes y bisontes.
Las mismas especies o semejantes est¨¢n disponibles ahora, en ?frica, en Asia o en los propios zool¨®gicos estadounidenses, recuerdan Donlan y sus compa?eros. El le¨®n y el guepardo son los mismos; los elefantes actuales sustituir¨ªan a los mamuts, y los camellos bactrianos al Camelops hesternus.
Pero, dejando aparte los detalles, lo que estos especialistas quieren plantear es un cambio radical en la estrategia mundial de conservaci¨®n, pasando del objetivo de limitar la extinci¨®n de las especies a la restauraci¨®n activa de los procesos naturales. "Har¨¢n falta acciones osadas, m¨¢s que seguir como siempre, si queremos revertir los efectos negativos de la actividad humana", asegura Dohlan, quien se muestra tajante: "Desde que la biolog¨ªa de la conservaci¨®n emergi¨® como disciplina cient¨ªfica hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, ha sido sobre todo un trabajo marcado por el pesimismo y el fracaso, una lucha para conseguir s¨®lo retrasar la p¨¦rdida de biodiversidad".
En EE UU hay grandes extensiones muy poco pobladas, en el centro y suroeste, que permitir¨ªan, convenientemente cercadas, iniciar los experimentos. ?stos, a su vez, atraer¨ªan el turismo y, con ¨¦l, el desarrollo econ¨®mico de las comunidades cercanas. Y se salvar¨ªan especies que ahora est¨¢n en peligro en sus h¨¢bitats naturales, como el camello bactriano del desierto del Gobi. El tema, important¨ªsimo, de si estos animales podr¨ªa vivir en el clima actual de esas ¨¢reas, se deja para estudiarlo en cada caso.
El paleont¨®logo espa?ol Jorge Morales cree que la propuesta no es tan disparatada como pudiera parecer en principio. "Desde luego, en general y en Espa?a en particular, no tendr¨ªa sentido, lo que hay que hacer es conservar las ¨¢reas naturales, pero Norteam¨¦rica es un continente, con muchas ¨¢reas v¨ªrgenes controlables", explica. "No ser¨ªa una locura intentar reconstruir un ecosistema original que se mantenga y que tenga grandes carn¨ªvoros y probosc¨ªdeos". Morales recuerda que all¨ª hay muy buenos investigadores, muchos recursos, y excelentes centros de conservaci¨®n de la fauna. "Si sirve para conservar la fauna actual en peligro de extinci¨®n, muy bien, pero si hay que ir reponiendo la fauna, como sucede en los parques zool¨®gicos actuales, no tiene sentido".
Hipop¨®tamos en Castilla
?Cu¨¢les ser¨ªan las especies que se extinguieron hace miles de a?os en Espa?a y ser¨ªan candidatas para su reintroducci¨®n, por ejemplo en la ancha Castilla, si a alguien se le ocurriera algo as¨ª? Pues la hiena, el le¨®n de las cavernas, el rinoceronte, el elefante o mamut, el hipop¨®tamo e incluso el macaco. Algunas especies no se extinguieron y siguen presentes, como el caballo, el oso y el ciervo. Y no se puede olvidar el bisonte, tan bien representado en las pinturas de la cueva de Altamira, pariente de los bueyes actuales.
Jorge Morales, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), que dirige el trabajo paleontol¨®gico en el yacimiento Cerro de los Batallones (Madrid) enumera las especies, pero tambi¨¦n matiza que en Europa hubo m¨¢s extinciones hace alrededor de un mill¨®n de a?os que en tiempos recientes, como sucedi¨® en Am¨¦rica del Norte.
El clima, un factor determinante en la distribuci¨®n de las especies, ha fluctuado mucho en Europa, con periodos fr¨ªos (glaciaciones) y per¨ªodos m¨¢s c¨¢lidos. Hab¨ªa especies que se iban al norte en la ¨¦poca c¨¢lida y bajaban en la epoca fr¨ªa.
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