Bravo Murillo se lava la cara tres a?os despu¨¦s de lo prometido

Ram¨®n Vicente, jubilado y vecino de la calle de Bravo Murillo, se acerca a los paneles que el Ayuntamiento ha instalado al lado de su casa para presentar la pr¨®xima reforma de esa v¨ªa. Dos fotograf¨ªas: antes y despu¨¦s. ?l se cuela entre el alcalde y los jefes de prensa que le acompa?an en el acto. Echa un vistazo a las fotos y suelta: "Pues yo las veo iguales, ?qu¨¦ es lo que cambia?". Y as¨ª es, aparentemente no se aprecian grandes diferencias. Pero el alcalde ve la insignia del Real Madrid que Ram¨®n lleva en la solapa y le hace un quiebro. "El Madrid s¨ª que va bien este a?o, ?eh?", le suelta el regidor mientras el otro ya emprende rumbo a su casa.

Lo que Vicente -o cualquiera a la luz de las fotos arriba colocadas- fue incapaz de apreciar es una "reforma integral" del eje del distrito de Tetu¨¢n, una de las zonas que mejor representa el cambio demogr¨¢fico de Madrid y que ser¨¢, seg¨²n Gallard¨®n, un "espacio de oportunidad". Una reforma de 2,7 kil¨®metros de calle que hablar¨¢, dice, "el lenguaje de esta ciudad". Un proyecto que prometi¨® para la anterior legislatura y que, ahora, ha decidido poner en marcha.

Y ese nuevo lenguaje, desgranando parte de su gram¨¢tica, consiste en una obra de ocho millones de euros con los que se ampliar¨¢n en 1.500 metros cuadrados las aceras (que se renovar¨¢n completamente), 29.000 metros de calzada nuevos y la instalaci¨®n de farolas m¨¢s modernas, porque las que hay son "de autopista", seg¨²n el propio alcalde.

Adem¨¢s, Ram¨®n, el jubilado de la insignia, tambi¨¦n disfrutar¨¢ de 223 nuevos bancos, 188 papeleras y nada menos que 753 bolardos para que los coches ni sue?en con apostarse en las aceras. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s destacado por el alcalde, donde quiso detener el regidor su enumeraci¨®n unos segundos y hacer hincapi¨¦ en el asunto del lenguaje de la ciudad, ser¨¢ la instalaci¨®n de un riego autom¨¢tico de agua reciclada para las nuevas jardineras.

La reforma, que comenzar¨¢ en noviembre y durar¨¢ 18 meses, se har¨¢ en tres fases. La primera comprende el tramo que va de Cuatro Caminos a la calle de Castilla. La segunda continuar¨¢ hasta Sor ?ngela de la Cruz, y la ¨²ltima alcanzar¨¢ la plaza de Castilla. Dice el Ayuntamiento que no se cortar¨¢ el tr¨¢fico y que, al menos en cuatro a?os, no se volver¨¢ a levantar el pavimento.

En las fotos de arriba tampoco se ve, pero la nueva calle de Bravo Murillo ser¨¢ m¨¢s accesible y todos los bordillos de las aceras estar¨¢n inclinados en los pasos de cebra para facilitar el paso de las sillas de ruedas. Adem¨¢s, se plantar¨¢n 88 nuevos ¨¢rboles.

Y lo que tampoco se ve, pero porque no est¨¢ proyectado en esta amplia reforma, es rastro alguno de carril-bici. "El plan director ciclista todav¨ªa no est¨¢ aprobado. Se est¨¢n estudiando los itinerarios. En cualquier caso, si tuvi¨¦ramos que incorporarlo en el futuro, no ser¨ªa una obra que supusiera grandes molestias", explic¨® ayer Pablo Us¨¢n, director general de Espacios P¨²blicos. Us¨¢n justific¨® tambi¨¦n la demora de tres a?os con la que comienza una remodelaci¨®n anunciada para la anterior legislatura. "Esa zona ha estado saturada de obras en los ¨²ltimos a?os con proyectos como el t¨²nel de Sor ?ngela de la Cruz o el intercambiador de Plaza de Castilla. Por eso decidimos esperar".

Y quiz¨¢ sea esa convivencia forzosa con las zanjas lo que ha endurecido la capacidad de sufrimiento de vecinos y comerciantes, que, en general, ven con buenos ojos la reforma. "Si es para mejorar, vale la pena sufrir", dice Elena Amez mientras una se?ora se queja al alcalde de la cantidad de palomas que hay en el barrio. "Esta calle necesitaba un buen lavado de cara. Ya era hora", insiste otra. "Yo lo que quiero es que quiten la aleta ¨¦sa del carril-bus. Nos ha reducido el 30% de ventas", protesta Felipe en su tienda de l¨¢mparas sin saber que pronto pondr¨¢n m¨¢s.

De vuelta al coche oficial, antes de meterse en el asiento trasero, Gallard¨®n repasa el acto con una asesora:

-Lo que ha dicho esa se?ora, lo de las palomas, es cierto.