La abstenci¨®n r¨¦cord marca las elecciones legislativas marroqu¨ªes
La participaci¨®n cae al 41%, el porcentaje m¨¢s bajo del reinado de Mohamed VI
Los islamistas moderados del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) se perfilan como los vencedores de las segundas elecciones legislativas celebradas bajo el reinado de Mohamed VI. Cerca de 16 millones de marroqu¨ªes fueron convocados ayer a las urnas para elegir a los 325 diputados, pero al cierre de las urnas s¨®lo un 41% hab¨ªa votado, seg¨²n una estimaci¨®n del Ministerio del Interior. Otros 4,8 millones de adultos no figuran como abstencionistas porque ni siquiera se han inscrito en el censo de electores.
Por primera vez, medio centenar de observadores extranjeros supervisan la votaci¨®n
Capitaneados por el psiquiatra Saad el Othmani, de 51 a?os, los islamistas conf¨ªan en obtener casi un tercio de los votos -el sondeo que encargaron en primavera les atribuy¨® el 38%- y pr¨¢cticamente duplicar los 42 esca?os con los cuentan actualmente y que les convierten ya en la primera fuerza de oposici¨®n. El PJD ser¨ªa as¨ª el partido m¨¢s votado y el que dispondr¨¢ del principal grupo parlamentario. ?ste ser¨ªa a¨²n mayor si el sistema electoral (proporcional en el marco de la circunscripci¨®n) y el reciente redise?o de las circunscripciones para primar a¨²n m¨¢s las zonas rurales, no le perjudicasen.
La baja participaci¨®n supone un rev¨¦s para las autoridades. El ministro del Interior, Chakib Benmussa, declar¨® anoche que una hora antes del cierre de los colegios electorales la participaci¨®n se situaba en el 34%. Vaticin¨® que la definitiva alcanzar¨ªa el 41%, 11,5 puntos menos que en las anteriores legislativas. "Es un porcentaje normal en democracia", recalc¨® pese a que en agosto afirm¨® que s¨®lo se dar¨ªa por satisfecho si rebasaba el 51,6%, el resultado de 2002.
Datos provisionales se dar¨¢n a conocer hoy por la noche, seg¨²n precis¨® Benmussa -m¨¢s de 24 horas despu¨¦s del cierre de las urnas- y el desenlace final, la tarde del domingo. A diferencia de lo que sucede en Europa, Interior no da en Marruecos los resultados a medida que se efect¨²a el escrutinio. Esta demora hace sospechar que puede haber fraude.
El probable ¨¦xito islamista no significa que el PJD entrar¨¢ en el pr¨®ximo Gobierno. Es el rey qui¨¦n elige al primer ministro y a al menos cuatro miembros importantes del Ejecutivo. El soberano puede incluso designar a su jefe de Gobierno al margen del Parlamento como sucedi¨® en 2002. Driss Jettu, el primer ministro saliente, no es diputado y carece de afiliaci¨®n pol¨ªtica. Detr¨¢s del PJD se colocar¨ªan, en un orden que no est¨¢ claro, los dos partidos hist¨®ricos de Marruecos, los socialistas y los nacionalistas del Istiqlal (Independencia), as¨ª como el Movimiento Popular, una formaci¨®n de inspiraci¨®n berberisca.
La ley electoral favorece el fraccionamiento del hemiciclo parlamentario, por lo que es de prever que varios peque?os partidos -nada menos que 33 concurrieron a las elecciones- obtendr¨¢n tambi¨¦n esca?os. Entre ellos figuran nuevas formaciones de izquierda y tambi¨¦n dos grupos islamistas de muy reciente creaci¨®n. La principal asociaci¨®n islamista, Justicia y Caridad, boicotea, en cambio, la consulta electoral.
De los 325 diputados 295 ser¨¢n elegidos localmente y otros 30, todas mujeres, figuran en una lista nacional cuya circunscripci¨®n abarca a todo el pa¨ªs. Fue el rey qui¨¦n tom¨®, hace cinco a?os, esta iniciativa para garantizar a las mujeres una m¨ªnima representaci¨®n parlamentaria (9% de los esca?os).
En Marruecos no hay jornada de reflexi¨®n, previa a las votaciones, y los militantes continuaron repartiendo octavillas y coreando esl¨®ganes hasta bien entrada la noche del jueves. Los ¨®rganos de prensa de los partidos repitieron incluso ayer en portada sus consignas mientras la televisi¨®n animaba a votar. "?Cerrad el camino a los adeptos de la oscuridad y del derrotismo!", titulaba a toda plana Al Ittihad al Ichtiraki, el diario de los socialistas invitando as¨ª a derrotar en las urnas a los islamistas. "La prensa internacional s¨®lo se interesa por el PJD como si los dem¨¢s no existi¨¦ramos", se indignaba el l¨ªder socialista Mohamed el Yazghi a la salida del colegio electoral.
Al Adava wa Attania, el ¨®rgano del PJD, expresaba otras preocupaciones. Resaltaba el seguimiento de las elecciones, por primera vez en la historia de Marruecos, por medio centenar de observadores extranjeros. "Su presencia entre nosotros demuestra la incapacidad de los actores locales de garantizar la honestidad del proceso electoral", recalcaba.
"Estas elecciones s¨ª que van a ser transparentes porque su majestad lo ha dicho y porque lo necesita", afirmaba, en cambio, Hassan Amrani, gobernador de la capital tras votar en Ibnou Sina. "Quiere tener una fotograf¨ªa n¨ªtida" de lo que opina el pueblo, a?ad¨ªa.
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