La caridad global de Bill Clinton
El ex presidente publica un libro sobre filantrop¨ªa planetaria
Quien podr¨ªa llegar a ser el primer caballero de la historia de la Casa Blanca ha salido esta semana de detr¨¢s de la sombra de su mujer y se ha dejado mimar por las c¨¢maras, los periodistas y su p¨²blico. No le han correspondido tanto los cr¨ªticos literarios. El nombre de Bill Clinton est¨¢ en enormes letras negras en las portadas de los escaparates de las librer¨ªas. Clinton ha publicado un libro y el t¨ªtulo no obliga a muchas explicaciones: Giving (Dar). A sus 61 a?os, el ex mandatario ha escrito 211 p¨¢ginas sobre filantrop¨ªa planetaria.
Su semana ha sido maratoniana. Presentaci¨®n del libro en Nueva York, donde ir¨®nicamente no se dio ning¨²n ejemplar a la prensa; firma de ejemplares en Chicago; presentaci¨®n en el programa vespertino de Oprah Winfrey; entrada triunfal en el programa nocturno de David Letterman; comparecencia ante el icono period¨ªstico Larry King...
Todos los focos dirigidos a lo que el ex mandatario ten¨ªa que decir sobre las acciones para cambiar el mundo (el t¨ªtulo completo es Dar: c¨®mo cada uno de nosotros puede cambiar el mundo) ejercidas fuera del ¨¢mbito gubernamental. Clinton se recrea en los ejemplos personales, que es b¨¢sicamente de lo que est¨¢ compuesto el volumen. Desde las donaciones realizadas por Bill Gates, presidente de Microsoft, pasando por el modesto caso de una ni?a californiana que limpi¨® de basura una playa, hasta las alabanzas a la organizaci¨®n Angel Network de la presentadora Oprah, que ha donado millones de d¨®lares alrededor del mundo, desde ?frica, para la construcci¨®n de escuelas, hasta Nueva Orleans, para las v¨ªctimas del hurac¨¢n Katrina.
Parece que la caridad a escala global hace ganar popularidad a Bill y le sit¨²a en el papel que desempe?ar¨ªa si su esposa llegara a la Casa Blanca en 2008, alejado de la pol¨ªtica cruda en un pa¨ªs que s¨®lo ha tenido primeras damas. De paso, en el libro, Clinton insiste en la vocaci¨®n social de su mujer y su compromiso con causas como la ayuda a los pobres.
Desde la campa?a de Hillary Clinton se calibran al mil¨ªmetro las apariciones del marido. Si su mera presencia es una m¨¢quina de recaudar dinero, los estrategas temen que pueda avasallar a su esposa como candidata dem¨®crata a la presidencia de EE UU.
Desde su salida de la Casa Blanca en 2001, Clinton ha creado una fundaci¨®n que respalda causas globales como la lucha contra el sida, la pobreza o el cambio clim¨¢tico y se ha dedicado a multiplicar su patrimonio dando conferencias. Pero su causa no parece ser compartida por los cr¨ªticos que le acusan de haber realizado un tedioso recuento caritativo. "El libro de Clinton tiene buenas intenciones, pero no buena prosa", titulaba el Boston Globe. "A la hora de escribir, Bill Clinton no es Al Gore", dice Jeffrey Sachs en Fortune. Aunque Sachs reconoce que las actuales buenas intenciones de Clinton podr¨ªan llegar a ser futuras sugerencias susurradas al o¨ªdo del pr¨®ximo presidente -o presidenta- de la naci¨®n.
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