Atentado en Argelia
Al Qaeda est¨¢ empe?ada en soliviantar el Magreb. La muerte de 22 personas en un brutal atentado suicida en la ciudad de Batna, cuyo verdadero objetivo era el presidente Buteflika, indica que estos terroristas quieren llegar al coraz¨®n del Estado, despu¨¦s de volar cinco meses atr¨¢s la sede de la jefatura del Gobierno en Argel. Est¨¢ claro que Al Qaeda, ya sea como organizaci¨®n o marca, no es s¨®lo una seria amenaza contra Occidente, sino contra muchos reg¨ªmenes musulmanes, aunque no haya conseguido derribar a ninguno.
Buteflika, a quien se atribuye una grave enfermedad, se muestra poco en p¨²blico. ?sta era una ocasi¨®n excepcional, lo que refleja la capacidad organizativa de estos grupos, aunque a la vez el fallo que oblig¨® a inmolarse al terrorista antes de la llegada del presidente indica que estas franquicias de Al Qaeda pueden ser menos efectivas de lo que pretenden, pero cruelmente mort¨ªferas, pues no les importan los da?os colaterales.
El atentado no debe ser utilizado por el r¨¦gimen, y especialmente por ese Estado dentro del Estado que son los militares y los servicios de seguridad, para obligar a Buteflika a dar marcha atr¨¢s en la pol¨ªtica de reconciliaci¨®n nacional que puso en marcha y que ha supuesto la puesta en libertad de muchos presos, por islamismo o violencia, de los ¨²ltimos a?os. Tras el error del golpe de Estado que en 1991 frustr¨® la llegada al poder por las urnas del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS), Argelia est¨¢ necesitada de esa reconciliaci¨®n que debe diferenciar claramente entre el islamismo pol¨ªtico y los violentos. De hecho, los terroristas marcaron esta diferencia cuando el pasado 14 de agosto intentaron atentar contra Mustaf¨¢ Kertali, uno de los fundadores del FIS que se acogi¨® a la amnist¨ªa ofrecida desde el Estado y renunci¨® a la violencia en 1999, causando una divisi¨®n en el movimiento yihadista.
El cambio de marca en favor de Al Qaeda del norte de ?frica parece estar generando tensiones en el seno de estos grupos que antes se sent¨ªan m¨¢s locales y menos globales. Pero el intento de acabar con la vida de Buteflika supone subir un pelda?o m¨¢s en esta escalada, aunque tambi¨¦n pone de manifiesto que las pretensiones expresadas por el Gobierno argelino de que estaba acabando con el terrorismo yihadista eran exageradas. Y ¨¦ste es un terrorismo que afecta al pa¨ªs y a sus vecinos, entre los que se encuentra Espa?a. Al Qaeda en el Magreb es una amenaza que va mucho m¨¢s all¨¢ de este ¨¢mbito geogr¨¢fico.
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