De menos a m¨¢s
A lo largo de un campeonato siempre surge alg¨²n equipo del que no te puedes fiar. Ah¨ª est¨¢ la selecci¨®n de Portugal, que lleg¨® como la cenicienta, con un mont¨®n de jugadores que juegan en la LEB (la Segunda Divisi¨®n espa?ola) y que han sido capaces de meterse en la segunda fase y, encima, ayer se merendaron a Israel. Y, sin ir m¨¢s lejos, lo mismo se puede decir de la selecci¨®n croata, que, jugando de manera excepcional, derrot¨® a nuestra invicta hasta entonces selecci¨®n espa?ola.
No quiero decir que la selecci¨®n croata, repleta de jugadores que han jugado o juegan en clubes espa?oles -todos menos Rozic, Markota y Prkacin-, no posea nivel suficiente para ganar a Espa?a. Pero sus jugadores fueron capaces de extramotivarse y estar mucho m¨¢s concentrados para jugar hasta ese momento su mejor partido.
Su siguiente partido fue contra Israel y, aunque Israel ya hab¨ªa dejado en la estacada nada menos que a Serbia, los croatas seguramente pensaron que, tras vencer a Espa?a, sacar¨ªan adelante y con facilidad ese compromiso. El resultado ya lo sabemos: gan¨® Israel. En un campeonato de este tipo no puedes relajarte ni fiarte de nadie. Cualquier equipo puede ganarte.
En cualquier torneo de este nivel aparece el equipo que va de menos a m¨¢s. Y tambi¨¦n los que se superan y son capaces de ganar los partidos m¨¢s importantes, de mayor compromiso. Recuerdo lo que sucedi¨® con Italia en los ¨²ltimos Juegos Ol¨ªmpicos. Siempre ha formado un bloque que, cuando ten¨ªa que ganar, casi siempre lo consegu¨ªa. En aquel torneo no jugaron bien en la primera fase y la concluyeron con tres victorias y dos derrotas, una de ellas ante Espa?a. Pero en los cruces aquella squadra, con Bulleri, Marconato o Basile, empez¨® a subir su nivel de juego hasta el punto de que se gan¨® a pulso el derecho a jugar la final contra la maravillosa Argentina de Oberto, Scola, Nocioni, Delfino y compa?¨ªa.
Otra cuesti¨®n de la que no te puedes fiar ni un pelo: el ego de algunos jugadores. En el Europeo de Belgrado, Serbia cont¨® con una selecci¨®n repleta de estrellas como Bodiroga, Jaric, Rakocevic, Milicic, Radmanovic o Rebraca. Muchos de estos jugadores jugaban en la NBA, pero fueron incapaces de jugar como un equipo. Obradovic, su seleccionador, acab¨® de los nervios y, tras dimitir, afirm¨® que varios jugadores de su equipo se odiaban y ni siquiera se hablaban entre ellos.
Con esto quiero decir que no te puedes fiar de nada. Siempre surgen imprevistos y es preciso cuidar hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle en todos los momentos.
El otro d¨ªa le¨ª que la Federaci¨®n Espa?ola hab¨ªa cerrado la posibilidad de tener m¨¢s patrocinadores. Lo tienen todo m¨¢s que cubierto. Si bien es cierto que todo lo que sea darle publicidad al baloncesto y notoriedad es fant¨¢stico, a veces resulta un poco estresante para los jugadores. Estoy seguro de que tener que acudir a todo tipo de actos no es lo que ellos prefieren. Supongo que compaginar su presencia en este tipo de actos con la concentraci¨®n del equipo no es f¨¢cil. En fin, tal vez ¨¦ste es el peque?o peaje que es necesario pagar... ?Divino peaje!
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