La promesa de mano dura lleva al general P¨¦rez a la segunda vuelta en Guatemala
El militar disputar¨¢ la presidencia al socialdem¨®crata Colom el pr¨®ximo 4 de noviembre
El pr¨®ximo presidente de Guatemala saldr¨¢ de una lucha re?ida entre un civil moderado y un militar que promete mano dura. ?lvaro Colom, de la coalici¨®n de centro-izquierda Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con el 28,27%, y el general Otto P¨¦rez, del derechista Partido Patriota (PP), con el 23,97%, fueron los dos candidatos m¨¢s votados el domingo, lo que les permite pasar a la segunda vuelta del 4 de noviembre. Nada est¨¢ decidido en un pa¨ªs de escasa fidelidad de voto, a pesar de que uno y otro cantan victoria.
Un dato no puede pasar inadvertido: el ascenso imparable de la candidatura del general a lo largo de toda la campa?a contrasta con el declive de Colom, que ha visto esfumarse una ventaja que parec¨ªa insalvable. A una distancia considerable de los dos m¨¢s votados, el candidato de la oficialista Gran Alianza Nacional (Gana), Alejandro Giammattei, qued¨® en tercer lugar, con el 17,12%. La premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Mench¨², candidata de Encuentro por Guatemala (EG) y primera mujer ind¨ªgena que aspira a la presidencia, s¨®lo obtuvo el 3,03%.
La UNE de Colom fue tambi¨¦n la fuerza m¨¢s votada (22,28%) para renovar los 158 esca?os del Congreso unicameral, por delante del PP del general P¨¦rez (16,7%) y de la alianza gubernamental, con el 16,1%. El Frente Republicano Guatemalteco (FRG), que postulaba como primer diputado al dictador Efra¨ªn R¨ªos Montt, que gobern¨® con mano de hierro en 1982 y 1983, consigui¨® el 9,6%. El general podr¨¢ sentarse en su esca?o y disfrutar, de momento, de la inmunidad e impunidad de las graves violaciones de derechos humanos de las que est¨¢ acusado.
La jornada electoral del domingo transcurri¨® con normalidad, apenas salpicada de incidentes de entidad menor, para un pa¨ªs con altos ¨ªndices de violencia (16 asesinatos diarios en 2006) que ensangrentaron la campa?a electoral. Hubo algunas denuncias de quema de urnas, peque?os apagones, amenazas a candidatos e intimidaci¨®n a votantes, pero las misiones de observadores de la Uni¨®n Europea y de la Organizaci¨®n de Estados Americanos aplaudieron la organizaci¨®n y el desarrollo de las elecciones.
El recuerdo del pasado y la p¨¦sima imagen que tienen los militares guatemaltecos han sido los argumentos que esgrimi¨® durante la campa?a el candidato ?lvaro Colom para descalificar la figura de Otto P¨¦rez. El discurso de firmeza que ha exhibido el general despierta temores, pero ha conseguido calar en amplios sectores de la poblaci¨®n, hastiada de la violencia.
Sus propuestas de decretar el estado de excepci¨®n en las zonas m¨¢s conflictivas, de movilizar al Ej¨¦rcito y de aplicar la pena de muerte no son recetas nuevas en Am¨¦rica Latina. El ¨¦xito de la mano dura es dudoso en Guatemala, donde la Polic¨ªa Nacional Civil, infiltrada por el crimen organizado, lleva un proceso de depuraci¨®n desde 2004, y el sistema judicial apenas instruye el 2% de los casos de homicidio.
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