El silencio se impone entre los dirigentes nacionalistas

Hay algo que une desde el mi¨¦rcoles, aunque parezca imposible, a casi todos los dirigentes del PNV, sean del sector que sean: el silencio. Ni siquiera dan la callada por respuesta. La formaci¨®n nacionalista es un muro contra el que chocan los periodistas que intentan sonsacar a sus dirigentes alguna declaraci¨®n p¨²blica sobre el abandono del presidente del partido, Josu Jon Imaz. Si encima se les trata de preguntar por su posible sucesor al frente del EBB, I?igo Urkullu, salen despavoridos. S¨®lo el senador I?aki Anasagasti se atrevi¨® ayer a acercarse a un micr¨®fono para opinar sobre la decisi¨®n de Imaz.

"En los ¨²ltimos a?os, Imaz no ha contado con el apoyo del anterior presidente, Xabier Arzalluz, lo que ha provocado que fuera cuestionado durante todo este tiempo por un significativo sector del partido", dijo Anasagasti ante los micr¨®fonos de Radio Nacional de Espa?a. Tampoco es que descubriese nada nuevo, pero al menos saciaba la necesidad de reacciones peneuvistas. Menos comunicativo, siendo generosos, se mostr¨® el portavoz del grupo parlamentario, Josu Erkoreka, que, para evitar el tema, se neg¨® a comparecer ante los medios de comunicaci¨®n tras la reuni¨®n que mantuvo ayer al mediod¨ªa con el vicepresidente econ¨®mico, Pedro Solbes, para negociar los Presupuestos de 2008.

Con Erkoreka empez¨® la callada por respuesta. Una actitud que repitieron los otros seis parlamentarios nacionalistas, que tambi¨¦n declinaron hacer ning¨²n tipo de valoraci¨®n. O casi. Al menos Pedro Azpiazu dijo algo. "No le vamos nosotros a dar m¨¢s morbo del que esto pueda tener. Ah¨ª est¨¢ la carta y quien tenga que hacer declaraciones en ese sentido las har¨¢". A tenor de que nadie hablaba, parec¨ªa que entre las filas del PNV no hubiese pasado nada, ni siquiera que hubiese arrojado la toalla su m¨¢ximo dirigente.

Anasagasti s¨ª opin¨®

Para consuelo de los periodistas, I?aki Anasagasti se atrevi¨® a opinar incluso sobre I?igo Urkullu, presidente de la ejecutiva vizca¨ªna, mano derecha del propio Josu Jon Imaz, y que parece el mejor colocado para la sucesi¨®n. "Re¨²ne las condiciones para lograr el consenso necesario ya que conoce perfectamente el partido", dijo el senador, para quien "la carta de Imaz pone de manifiesto que en el PNV no se ha superado el trauma que supuso la escisi¨®n del partido en 1986".

M¨¢s prudente si cabe se mostr¨® el presidente del Grupo Parlamentario de los nacionalistas en la C¨¢mara vasca, Jos¨¦ Antonio Rubalkaba, que tras agradecer a Imaz que "antepusiera los intereses del partido a su personalidad", no quiso dar nombres sobre posibles sucesores. "Eso se ver¨¢", se limit¨® a decir Rubalkaba. Raz¨®n no le faltaba al portavoz. Y es que, visto lo visto estos d¨ªas, es m¨¢s f¨¢cil que se vea algo a que se escuche.