La voz m¨¢s intimista
Dora Salazar expone una veintena de esculturas realizadas entre 1996 y 2004 sobre la mujer
Sostiene la artista Dora Salazar (Alsasua, 1963) que su trabajo se nutre "en general de contradicciones". Un ejemplo de esta afirmaci¨®n es la exposici¨®n que acoge el centro cultural Okendo de San Sebasti¨¢n, donde se pueden ver 22 de las esculturas que realiz¨® entre 1996 y 2004 unificadas bajo un t¨ªtulo: Alas-Corazas. Son dos t¨¦rminos "un poco extremos, pero, a la vez, complementarios", afirma. Y se explica: "El ala es sin¨®nimo de libertad, pero tambi¨¦n puede serlo de opresi¨®n si no sabes qu¨¦ hacer con esa libertad. La coraza es opresi¨®n, pero tambi¨¦n puede ser protecci¨®n".
El caso es que esta "ambivalencia" planea en la muestra, en la que pesa la figura de la mujer. "S¨ª, est¨¢ muy presente. Al fin y al cabo yo soy una mujer y es dif¨ªcil escapar de esa realidad", reconoce. Por eso las piezas tienen cierto toque autobiogr¨¢fico, porque reflejan vivencias y experiencias personales, que no pueden escapar tampoco al entorno y la cultura que rodean a la artista.
"Siempre me parece importante meter una inyecci¨®n de contenidos dentro de las piezas"
Porque la presencia de la mujer en la obra de Salazar tambi¨¦n coincide con un momento en el que las f¨¦minas van cobrando protagonismo en el mundo del arte. "Es lo que gira en el ambiente. Al final es inevitable que est¨¦ ah¨ª, en tu obra", admite. Algunos de los t¨ªtulos de las esculturas expuestas, como Las moradas de Santa Teresa o El zapato de la Cenicienta, son muy sugerentes. "Hay veces en las que el t¨ªtulo surge antes casi que la pieza. La imagen responde a la pregunta o la idea que est¨¢ en el t¨ªtulo o le ayuda", indica la artista.
?Definir¨ªa las creaciones que expone en Okendo como obras de alguna manera ideol¨®gicas? "Desde lo social no; desde lo personal, a¨²n. Son trabajos muy exquisitos. Destellan un poco. Parece que les puede lo bonitas que son. Pero a m¨ª siempre me parece importante meter una inyecci¨®n de contenidos dentro de las piezas. Desde luego vac¨ªas no est¨¢n. No son floreros. No pretendo hacer objetos de adorno", abunda.
A ojos del visitante, sobre todo del visitante inexperto, no se aprecian cambios bruscos entre las distintas piezas que conforman Alas-corazas. Su autora admite que en los a?os que abarca la exposici¨®n no se dieron grandes saltos en sus trabajos, pero ella aprecia las distancias entre unos y otros. "Hay diversidad de colores y de materiales", se?ala.
El blanco de los inicios fue dejando paso al plata, el negro y el cobrizo. Y la lista de materiales incluye el cobre, el acero, el cristal, la cuerda, el cuero o el papel.
Salazar ha pasado por varias galer¨ªas privadas de San Sebasti¨¢n, pero es la primera vez que su trabajo se puede contemplar en un espacio p¨²blico de la ciudad, que es precisamente el lugar donde la artista imparte talleres de Historia del arte. ?Qu¨¦ le parece este cambio? "Es m¨¢s popular. La exposici¨®n la va a ver m¨¢s gente", comenta. El pr¨®ximo 3 de octubre (19.30) hablar¨¢ all¨ª sobre su trayectoria art¨ªstica y sobre la muestra. Siete d¨ªas m¨¢s tarde guiar¨¢ un visita a Alas-Corazas.
Quien se acerque a Okendo se encontrar¨¢ con un montaje "et¨¦reo, ingr¨¢vido", anuncia. "Es una escultura que de alguna manera se escapa de la idea de objeto y se acerca al concepto de imagen; es casi transparente", reflexiona Salazar. Observar parte de su pasado reunido en una misma sala le ayuda a "tirar hacia delante" y a "ver las diferencias y conexiones" entre unos trabajos y otros.
Y es que esa alusi¨®n a la imagen tiene que ver con los proyectos que viene realizando en los ¨²ltimos tiempos, que est¨¢n m¨¢s centrados en el v¨ªdeo y la fotograf¨ªa, pero sin olvidar los objetos. Hace unos d¨ªas inaugur¨® en la galer¨ªa madrile?a Raquel Ponte una muestra bautizada Exponerse. "Hay esculturas, pero son realistas, realistas. Son moldes sacados directamente del cuerpo de varias personas", detalla. Esas piezas est¨¢n acompa?adas de un v¨ªdeo que documenta el proceso y de fotograf¨ªas que ilustran la relaci¨®n entre quien se presta de modelo y su r¨¦plica expuesta.
Esta l¨ªnea de creaci¨®n ha permitido a Salazar salirse "un poco" de s¨ª misma y "contar con los dem¨¢s". "Se trata de no hablar de m¨ª, sino de otras personas". ?Por qu¨¦ sinti¨® la necesidad de dar este giro? "Porque te ensimismas, te cansas, te enzarzas en tu propio rollo. Mis primeras piezas tienen una voz m¨¢s intimista y ahora prefiero que tambi¨¦n hablen otras personas", argumenta.
Adem¨¢s, a Salazar le gusta arriesgar e indagar en otras formas de contar. "Los tiempos demandan, hay otras posibilidades y por qu¨¦ no probarlas", se?ala, consciente de que tanto el material como el soporte matizan el mensaje.
Alas-Corazas. Dora Salazar. Centro Cultural Okendo. Avenida de Navarra, 7; San Sebasti¨¢n. Hasta el 20 de octubre. Horarios: de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.30. S¨¢bados, de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.00. Domingos y festivos, cerrado.
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