Espa?a vende la mitad de sus reservas de oro
El banco central se desprendi¨® en tres a?os de buena parte del noble metal en busca de menores riesgos y m¨¢s rentabilidad
El oro ya no es lo que era. De ser reserva pr¨¢cticamente espiritual, un seguro de vida intocable para los Gobiernos, ha comenzado a ser parte de la leyenda. Ahora a los bancos centrales les interesa m¨¢s tener activos con m¨¢s liquidez y menos arriesgados. Durante los ¨²ltimos a?os, despu¨¦s de la instauraci¨®n del euro como moneda ¨²nica, en Europa se ha desatado una fren¨¦tica venta de sus reservas de oro.
En Espa?a, donde la dictadura franquista convirti¨® las reservas de oro en una especie de trauma hist¨®rico desde el famoso oro de Mosc¨² (el Gobierno republicano traslad¨® la mayor parte de las reservas a Rusia durante la Guerra Civil), el banco central ha vendido casi la mitad de las que ten¨ªa durante los tres ¨²ltimos a?os hasta dejarlas en algo m¨¢s de nueve millones de onzas, 280 toneladas, lo que ha supuesto unos beneficios de 2.500 millones de euros.
La funci¨®n del oro ha cambiado y ya no se ve como una garant¨ªa de diversificaci¨®n de activos
Los bancos centrales acordaron en 1999 reducir el tama?o de sus dep¨®sitos de lingotes
?Por qu¨¦ se ha producido esta masiva venta? La explicaci¨®n es sencilla. La funci¨®n del oro como inversi¨®n ha cambiado con el tiempo, ya no sirve para compensar pagos entre pa¨ªses ni para intervenir en los tipos de cambio ni, incluso, es una garant¨ªa como diversificaci¨®n de activos.
Los bancos centrales buscan el m¨ªnimo riesgo y la m¨¢xima rentabilidad de sus activos. En esa ecuaci¨®n riesgo/rentabilidad, tener muchas reservas de oro es arriesgado y no genera ninguna rentabilidad y, si se venden, los ingresos que se obtienen contribuyen a mejorar las arcas p¨²blicas. Los bancos, en lugar de tener un activo no rentable, han optado por ponerlo en valor vendiendo parte de las reservas. Es decir, se baja el riesgo y se eleva la rentabilidad.
As¨ª que, cuando se constituy¨® el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales de los pa¨ªses del euro transfirieron sus responsabilidades en pol¨ªtica monetaria a Francfort, acordaron vender a terceros -los principales compradores son econom¨ªas emergentes y pa¨ªses asi¨¢ticos- parte de las reservas que no hab¨ªan transferido al BCE. El acuerdo, al que tambi¨¦n se sumaron otros pa¨ªses europeos fuera del ¨¢rea euro, fij¨® plazos de cinco a?os, de manera que unos pa¨ªses vendieran entre 2000 y 2004, y otros entre 2005 y 2009 a raz¨®n de un m¨¢ximo de 400 toneladas al a?o en el primer periodo, y de 500 en el segundo periodo. En ¨¦ste le toc¨® a Espa?a, menos apremiado para recibir ingresos.
Al comienzo del periodo, las reservas del Banco de Espa?a ascend¨ªan a 16,8 millones de onzas (525 toneladas). Desde entonces, ha vendido el 46%, un total de 7,7 millones de onzas (242 toneladas), lo que ha supuesto unos ingresos de 3.500 millones de euros, seg¨²n datos p¨²blicos de la instituci¨®n. De esta cifra, unos 2.500 han sido plusval¨ªas que se han destinado a reforzar el balance del Banco de Espa?a, mediante aportaci¨®n de capital y reservas o para compensar algunas minusval¨ªas provenientes de cr¨¦ditos pasados con algunos organismos, sobre todo con la Seguridad Social.
La entidad se ha aprovechado del alza del precio de la onza, que el viernes cotizaba a 706 d¨®lares. Este precio, no obstante, suele tener fuertes oscilaciones que le han llevado a pasar de m¨¢s de 900 d¨®lares a finales de los a?os setenta a menos de 300 a principios de esta d¨¦cada.
Los ingresos obtenidos han permitido que la entidad cuente hoy con 2.000 millones de euros de recursos propios (1.000 millones de capital y otros 1.000 de reservas) frente a los 4,54 millones que ten¨ªa a finales de 2005. Es decir, una situaci¨®n patrimonial mucho m¨¢s ¨¢gil, que permite autofinanciarse y no tener que depender de los Presupuestos Generales del Estado.
Es decir, los ingresos se han quedado en el banco y no han ido a parar al Tesoro para otros menesteres. En c¨ªrculos pol¨ªticos de la derecha se ha especulado con que se destinar¨ªan a financiar medidas sociales anunciadas por el Gobierno en la precampa?a electoral, como las ayudas para los reci¨¦n nacidos, o a sanear la balanza de pagos. Seg¨²n fuentes consultadas, parece absurdo pensar eso cuando las ventas de reservas se est¨¢n haciendo desde 2005 y responden a un acuerdo alcanzado en 1999, precisamente durante el primer Gobierno del PP.
Este acuerdo entre los bancos centrales, adem¨¢s, permite que el banco central espa?ol siga vendiendo hasta 2009 con el ¨²nico l¨ªmite mencionado de no pasar de 500 toneladas al a?o. Sin embargo, la entidad ha decidido mantener las reservas en torno a los nueve millones de onzas (280 toneladas) que quedan en la actualidad. El Banco de Espa?a, en ese sentido, ha seguido la pol¨ªtica trazada en el anterior turno por otros bancos centrales (Suiza y Reino Unido las redujeron a la mitad, y Francia se desprendi¨® de cerca de 20 millones de onzas, aunque todav¨ªa mantiene m¨¢s de 80 millones) y ha dejado las reservas en un colch¨®n considerado de prudencia que puede utilizarse en otras ocasiones.
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