El enfado de Solbes
El responsable de Econom¨ªa y Hacienda ejerce de vicepresidente como nunca en esta legislatura
Pedro Solbes est¨¢ cabreado y la procesi¨®n que en este hombre suele ir por dentro comienza a aflorar. ?Por qu¨¦ est¨¢ cabreado el ministro de Econom¨ªa y Hacienda y vicepresidente segundo? Sus amigos niegan que el enfado tenga que ver con su negativa a soltar pasta para financiar las concesiones sociales con las que el presidente de Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, aspira garantizar la victoria electoral del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE) el domingo 2 de marzo, fecha que, por el Consejo Europeo convocado para esos d¨ªas, suena como la m¨¢s probable de los comicios.
A¨²n hoy no cree que dar 2.500 euros por hijo sea la mejor forma de fomentar la natalidad
Solbes ya vivi¨® en 1985, con Boyer de ministro, un periodo parecido de presiones del PSOE
"Para la superortodoxia ya est¨¢ la derecha; hacen falta alegr¨ªas sociales", dice un diputado
"Espa?a puede salir beneficiada de la crisis, porque es dif¨ªcil que los tipos sigan subiendo"
Entonces, ?cu¨¢l es la raz¨®n de su malestar? ?sta: en la fase de mayor vulnerabilidad econ¨®mica potencial de toda la legislatura, a ra¨ªz de los problemas hipotecarios y crediticios originados en Estados Unidos, conviene tener cuidado con lo que se dice y con lo que hace en materia econ¨®mica y social. Si Francisco de Goya hubiese tenido la posibilidad de tomar a Solbes como modelo en las actuales circunstancias, f¨¢cil es que lo retratase con un moh¨ªn o m¨¢s bien una grieta profunda de insatisfacci¨®n... Y, a corta distancia, fuera de la penumbra, una hucha a buen recaudo.
En el verano de 1985, hace ahora 22 a?os, Solbes era secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda. Por esas fechas, el ministro Miguel Boyer llevaba tiempo apelando al arbitraje de Felipe Gonz¨¢lez frente a los embates del aparato del PSOE, bajo control de quien entonces se defin¨ªa como oyente en el Gobierno, el vicepresidente ¨²nico Alfonso Guerra. Cansado del sistema de arbitraje, Boyer exigi¨® unir a su cargo de ministro el de vicepresidente. Gonz¨¢lez lleg¨® a promet¨¦rselo, pero toparse entonces con Guerra era poco menos que hacerlo con la Iglesia. Boyer, enredado en una relaci¨®n sentimental, perdi¨® la paciencia y se larg¨®.
Aquellas rabietas tuvieron lugar a un a?o de las elecciones generales, que se celebrar¨ªan el 22 de junio de 1986. Mira por d¨®nde, el paralelismo es asombroso. El pasado mes de junio, a algo menos de un a?o de las pr¨®ximas elecciones, Solbes comenz¨® a revivir aquella vieja historia que a ¨¦l le toc¨® seguir entonces desde la barrera, como secretario general t¨¦cnico de Boyer. Ahora, en cambio, ya no desde la barrera sino en directo. ?Y no como oyente sino c¨®mo ministro- vicepresidente segundo!
"No es verdad como se ha dicho que Solbes desconoc¨ªa el proyecto de otorgar 2.500 euros a cada familia que tenga un nuevo hijo. Nos reunimos varias veces desde la semana anterior al debate sobre el estado de la naci¨®n [4 de julio de 2007] y durante el fin de semana anterior estudiamos cifras y alternativas", explica a EL PA?S Jes¨²s Caldera, ministro de Trabajo. "Nosotros quer¨ªamos abonar directamente el dinero, el Ministerio de Econom¨ªa ofreci¨® hacerlo v¨ªa fiscal. En todo momento hubo juego limpio. He trabajado mano a mano y sin problemas con Solbes durante estos tres a?os y medio", a?ade el promotor de los 2.500 euros y coordinador del programa del PSOE para las elecciones de 2007. La iniciativa ya hab¨ªa sido propuesta por el PSOE en la oposici¨®n, en 2002, y hasta el partido Popular la enarbol¨® en 2004.
Los colaboradores de Solbes no objetan esta versi¨®n de los hechos. "La semana anterior al debate estudiamos diferentes aspectos sobre la propuesta a anunciar durante el debate. Y es verdad que el fin de semana previo los equipos se reunieron largas horas. Solbes pensaba que el coste estimado [1.200 millones de euros] era excesivo para los resultados y que pod¨ªan contemplarse medidas m¨¢s eficaces si se trataba de fomentar la natalidad", se?ala una fuente del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda a este peri¨®dico. "El presidente del Gobierno ve¨ªa con buenos ojos la idea de pagar directamente el dinero a los ciudadanos y sugiri¨® a Solbes que se articulara t¨¦cnicamente la medida", recuerda. Solbes, empero, sigue pensando y lo hace en voz alta. No ha sido, estima, la mejor decisi¨®n para fomentar la natalidad.
Pero fue el pasado 5 de septiembre cuando al ministro-vicepresidente se le cruzaron los cables. Hab¨ªa estado leyendo un informe de coyuntura sobre el impacto de la crisis hipotecaria norteamericana en Europa, sin dejar de tener en mente las cifras de paro en Espa?a del mes de agosto, que marcaron la ruptura de una racha espectacular de subidas continuadas del empleo. Un mes, y menos agosto, no permite extraer conclusiones. Pero en la nueva situaci¨®n mundial hab¨ªa m¨¢s razones que nunca para estar alerta. Esa misma ma?ana conoci¨® por el peri¨®dico la noticia (EL PA?S, mi¨¦rcoles 5 de septiembre) de que la Junta de Andaluc¨ªa hab¨ªa presentado un anteproyecto de ley para reconocer el derecho a la vivienda de los ciudadanos empadronados con salarios inferiores a 3.000 euros en dicha comunidad aut¨®noma. Y hete aqu¨ª que el d¨ªa anterior, martes 4, el Ministerio de Industria hab¨ªa remitido a la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) la propuesta de orden para congelar las tarifas el¨¦ctricas, en aplicaci¨®n de la promesa del presidente en el Congreso, durante una sesi¨®n del mes de junio, seg¨²n la cual los hogares no sufrir¨ªan aumentos por encima del ¨ªndice de precios al consumo (IPC), en el orden del 2,3%. La decisi¨®n era coherente con la congelaci¨®n resuelta en junio para la revisi¨®n trimestral para 23 millones de clientes con uso de potencias inferiores a 10 kilovatios, medida que tanto el ministro de Industria, Joan Clos, como el propio Solbes hab¨ªan desaconsejado.
Poco despu¨¦s, esa ma?ana, en una entrevista con la Cadena SER, el periodista Carles Francino le preguntaba si hab¨ªa cambiado el ciclo econ¨®mico. En mangas de camisa y corbata, con rostro serio dijo:
-"Hace s¨®lo un par de meses, todos ve¨ªamos un a?o 2007 terminando estupendamente y un a?o 2008 con un nivel de crecimiento alto. Ahora tenemos muchas m¨¢s incertidumbres que hace un par de meses en t¨¦rminos mundiales, en t¨¦rminos europeos pero tambi¨¦n en t¨¦rminos espa?oles".
En este nuevo contexto, al opinar sobre una materia que no es de su competencia, la del anteproyecto andaluz de acceso a la vivienda, Solbes llam¨® la atenci¨®n sobre los costes de las medidas. "No soy partidario de grandes leyes que den reconocimientos de derechos para toda la vida", apunt¨®. Un colaborador del ministro-vicepresidente se?ala: "Solbes expres¨® su opini¨®n personal. Ley¨® la noticia y, dado que el Gobierno est¨¢ trabajando en un paquete de medidas para apoyar el acceso a la vivienda, le pareci¨® que no hay que arriesgarse en materia de derechos universales". El presidente andaluz, Manuel Chaves, habl¨® con Solbes, quien le explic¨® que s¨®lo hab¨ªa dado su opini¨®n ante una noticia de prensa.
Cuando a¨²n quedaban rescoldos del debate, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, hizo p¨²blico el proyecto de extender a nivel nacional la atenci¨®n bucodental gratuita que actualmente prestan cuatro comunidades aut¨®nomas (Valencia, Pa¨ªs Vasco, Andaluc¨ªa y Arag¨®n) a ni?os entre 7 y 15 a?os. El 11 de septiembre, Solbes sali¨® al quite se?alando que la iniciativa le planteaba un problema presupuestario, ya que no estaba previsto y, sobre todo, supondr¨ªa entrar en un terreno que era competencia de las comunidades aut¨®nomas.
"El ministro de Sanidad se lo coment¨® a Solbes. Pero no llegaron a un acuerdo ni mucho menos. Hab¨ªa que trabajar la propuesta antes de darla como un hecho pr¨¢cticamente consumado", dijo un colaborador del ministro-vicepresidente. A continuaci¨®n, la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, aseguraba que la atenci¨®n bucodental ser¨ªa extendida a todo el territorio nacional -est¨¢ incluida en el programa electoral socialista de 2004- aunque para ello haya que encontrar la f¨®rmula t¨¦cnica m¨¢s apropiada.
"Estos d¨ªas, da la impresi¨®n de que el Gobierno est¨¢ por librar unas elecciones municipales, no generales, es decir, que se siente obligado a prometer cosas, cubrir algunos baches, arreglar las farolas, cosas que se pretende movilizar¨¢n a los ciudadanos para que voten", estima un alto cargo socialista que prefiere mantener su nombre en reserva. "No es bueno. Y, en cierto modo, puede favorecer al PP porque la demagogia resta confianza en la acci¨®n de Gobierno cuando se est¨¢ en un entorno m¨¢s dif¨ªcil que el que hab¨ªa conocido Espa?a en los ¨²ltimos tres a?os y medio. Hay que mantener el prestigio de la pol¨ªtica econ¨®mica con un perfil de gran solidez", enfatiza.
Tal razonamiento choca, empero, con la segunda alma o alma paralela que anida entre los socialistas. "Hemos sido muy responsables y aseados en nuestra pol¨ªtica macroecon¨®mica. Que nos dejen ahora ser un poco m¨¢s alegres en pol¨ªtica social. Para la pol¨ªtica superortodoxa est¨¢ la derecha de este pa¨ªs, que ya pedir¨¢ recortes. Las empresas est¨¢n ganando m¨¢s dinero que nunca. Tenemos un super¨¢vit fiscal considerable. Seamos algo menos responsables", ironiz¨® un diputado socialista consultado.
"Es cierto que tenemos una buena situaci¨®n fiscal. El dato de paro de agosto ha sido malo pero no le siguen otros datos preocupantes, como podr¨ªan ser los ingresos. En el mes de agosto, las retenciones a cuenta del impuesto a la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF) han continuado creciendo a buen ritmo, lo mismo que la recaudaci¨®n por el impuesto de sociedades. Y, por tanto, hay margen para estudiar c¨®mo se devuelve a la sociedad el esfuerzo que ¨¦sta hace. Solbes tiene las puertas abiertas. El tema es c¨®mo se lleva adelante este proceso", dijo el colaborador del ministro-vicepresidente.
Quiz¨¢ ah¨ª est¨¢ el problema. Los pol¨ªticos no llegan a comprender en qu¨¦ consiste mantener el margen de maniobra que posee Espa?a.
"El Gobierno espa?ol tiene varias opciones fiscales. La pol¨ªtica fiscal puede convertirse en abiertamente expansiva si la desaceleraci¨®n amenaza con situar la tasa de crecimiento por debajo del 3% en 2008", explic¨® a EL PA?S Eric Chaney, responsable de an¨¢lisis econ¨®mico de Morgan Stanley en Londres. "Tenga en cuenta un hecho parad¨®jico. Espa?a puede beneficiarse de la crisis financiera actual. Razonemos. ?Cu¨¢l era la principal amenaza para las familias espa?olas muy endeudadas y las compa?¨ªas con mayor endeudamiento exterior que interior? El endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria europea, esto es, nuevas subidas de tipos. Nosotros estimamos que ahora ser¨¢ improbable que este endurecimiento siga adelante, al menos en el corto plazo", explic¨® Chaney. La pr¨®xima semana, la Reserva Federal de EE UU dar¨¢ alguna pista al respecto.
Est¨¢ claro. El margen est¨¢ prevenir una situaci¨®n. Tambi¨¦n para dar algunas alegr¨ªas. Pero el Gobierno, estos d¨ªas, se parece m¨¢s al ej¨¦rcito de Pancho Villa que al equipo que ha conseguido durante tres a?os y medio los excelentes resultados que permitir¨¢n a este pa¨ªs enfrentar con ¨¦xito la crisis financiera y crediticia internacional.
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