Las Rozas capturar¨¢ unos 80 jabal¨ªes que merodean por las zonas habitadas

Los jabal¨ªes campan a sus anchas por algunas zonas del t¨¦rmino municipal de Las Rozas, como El Cantizal, Monte Rozas y Parque Rozas. Piaras de hembras con sus cr¨ªas, de entre 8 y 10 ejemplares cada una, reconocen las calles asfaltadas como parte de su territorio. El Ayuntamiento decidi¨® poner freno a sus paseos en busca de comida en diciembre de 2006 con la instalaci¨®n de siete kil¨®metros de vallas cineg¨¦ticas. No hubo ¨¦xito. Ahora ha contratado a una empresa por 150.000 euros para que capture a unos 80 animales que se acercan a las zonas habitadas.

La intenci¨®n es trasladarlos a fincas de caza, aunque se sacrificar¨¢ a aquellos que est¨¦n enfermos. El trabajo acaba de comenzar y el resultado no est¨¢ garantizado, al ser la primera vez que se intenta capturar a estos animales en n¨²cleos urbanos. El sistema es, en apariencia, sencillo. Primero se los atrae al punto donde se van a colocar las jaulas con alimentos. Despu¨¦s se colocan las jaulas, de 1,80 metros de largo por 1,10 de alto y 1 metro de ancho. Dentro se ponen piedras con comida debajo. Cuando los jabal¨ªes levantan las piedras para sacar el manjar que esconden, se activa un mecanismo y la puerta se cierra. Se instalar¨¢n 15 jaulas individuales y 3 colectivas.

Una vez capturados, los expertos emplear¨¢n anest¨¦sicos para dormirlos. Se los extraer¨¢ sangre y se comprobar¨¢ su estado. Los animales m¨¢s adecuados para la reintroducci¨®n en otros lugares son las hembras y los ejemplares j¨®venes. "Pero los animales no son m¨¢quinas, y hay que esperar para saber si el procedimiento funciona", explica Javier Gavela, veterinario municipal. El Ayuntamiento pide a los vecinos de Las Rozas, preocupados por la presencia de estos animales, paciencia y colaboraci¨®n.

Los jabal¨ªes inspiran, sin embargo, cierta ternura a una parte de la poblaci¨®n roce?a. A muchos les "hacen gracia" e incluso se sienten algo culpables por haberlos arrebatado un terreno que antes era suyo. Por eso les echan comida. "Un error", advierte el veterinario municipal. "Es muy perjudicial, porque los domesticas hasta tal punto que se puede fijar la poblaci¨®n en ese entorno", aclara. A partir de ah¨ª, los animales se afincan en las inmediaciones y tienen cr¨ªas que ya reconocen la zona como su propia casa.

El problema se remonta a 2004. Un a?o de gran sequ¨ªa en el que los jabal¨ªes comenzaron a aparecer por las calles en busca de alimento y agua. Hasta ese momento, los avistamientos en la zona eran puntuales. El Ayuntamiento de Las Rozas intent¨® alejarlos, ceb¨¢ndolos en otros lugares y construyendo revolcaderos (lugares con humedad en los que los animales se tiran para desparasitarse). Pero no se consigui¨® nada, porque la comida y la basura que encontraban los jabal¨ªes en el n¨²cleo urbano les resultaban m¨¢s atractivas.

Entre 2005 y 2006, el n¨²mero de jabal¨ªes creci¨®. "Animales y personas llegaron a compartir los parques. Esto provoc¨® una gran alarma social, porque no sabes qu¨¦ tipo de reacci¨®n van a tener", comenta Gavela. "Por no hablar del riesgo para el tr¨¢fico. Son animales nocturnos; cruzan la carretera de El Escorial y no los ves", a?ade.

Amalia Fern¨¢ndez, vecina de El Cantizal, se encontr¨® con una hembra de jabal¨ª y sus cr¨ªas en el arc¨¦n de la M-505 el pasado invierno. "Fue como una aparici¨®n. Pero me gust¨® verlos, y al mismo tiempo me dieron pena. Un animal as¨ª, salvaje, parado para cruzar una carretera que le corta el camino...", comenta.

En cuanto a las vallas cineg¨¦ticas, instaladas por el Consistorio en diciembre del a?o pasado, hay un problema. Y es que los jabal¨ªes las levantan con gran facilidad. El Ayuntamiento recomienda que la valla est¨¦ soportada por un murete o hecha de un material m¨¢s duro que las alambradas normales y metida en el suelo entre 30 o 40 cent¨ªmetros.

La presencia de jabal¨ªes en zonas habitadas de la Comunidad de Madrid no es habitual pero tampoco es la primera vez que sucede. El pasado junio, agentes de la Polic¨ªa Municipal de Madrid abatieron a tiros a un jabal¨ª que se paseaba por la calle de Santa Pola, en la colonia del Manzanares, ante el estupor de los vecinos. Aquel animal pudo llegar desde el monte de El Pardo, donde hay censados alrededor de 100 jabal¨ªes.