Karamanlis vence a pesar de los incendios

Los incendios de agosto -se quemaron m¨¢s de 600.000 hect¨¢reas en Grecia- no han tenido consecuencias pol¨ªticas. El partido conservador Nueva Democracia (ND) del primer ministro Costas Karamanlis ha ganado por mayor¨ªa absoluta las elecciones generales celebradas ayer. Con el 75% escrutado, ND logra el 43% de los votos, que representan 155 esca?os en un Parlamento de 300. El Movimiento Socialista Panhel¨¦nico (PASOK) sufre una severa derrota al quedarse en el 38,5% y 103 diputados. La extrema derecha de la Alianza Popular Ortodoxa (LAOS) logra por primera vez representaci¨®n parlamentaria al superar la barrera del 3%, lo que supone una peligrosa novedad en el complejo escenario pol¨ªtico griego.

La falta de carisma ha hundido al socialista Papandreu, hijo y nieto de primeros ministros

La ineficacia del Estado en la lucha contra los fuegos no ha sido suficiente para que el PASOK desplace al Gobierno. Se trata de un fracaso personal de Yorgos Papandreu, que pone en peligro su liderazgo. Seis horas despu¨¦s del cierre de los colegios, el dirigente socialista reconoci¨® su derrota, habl¨® de un voto de protesta contra los dos grandes partidos y anunci¨® su decisi¨®n a seguir en el puesto. Uno de sus posibles rivales, Evangelos Venizelos, fue aclamado por las bases como futuro l¨ªder socialista. "Tenemos tiempo para organizar nuestros pensamientos y sentimientos", dijo a la puerta de la sede.

El electorado ha castigado al bipartidismo (menos de lo temido; perdieron alrededor del 6%) que ha dominado la escena pol¨ªtica en los ¨²ltimos 25 a?os. Los beneficiados son los peque?os. El Partido Comunista de Grecia (KKE), defensor de la ortodoxia, logra el 7,6% de los votos y 20 esca?os. Los eurocomunistas de Sinapism¨®s Syriza, el 4,6% y 12 esca?os. El acontecimiento es la entrada en el Parlamento de la extrema derecha de Yorgos Karatzaferis (3,5% y 10 esca?os), que podr¨ªa radicalizar el discurso dominante en asuntos de pol¨ªtica exterior, como Kosovo, Macedonia o Turqu¨ªa.

El hecho de que el partido de Karamanlis supere con creces la barrera de los 150 diputados le permitir¨¢ gobernar sin acudir a pactos con LAOS, opci¨®n que el primer ministro nunca contempl¨®. Esta victoria de ND debe considerarse un ¨¦xito personal de Karamanlis, que ha llevado el peso de la campa?a de su partido. En marzo de 2004 gan¨® las elecciones con un programa que promet¨ªa reformar el Estado y acabar con el clientelismo. Pese a que no ha cumplido la mayor¨ªa de esas promesas y ha sacado provecho de los defectos estructurales del sistema, los electores le han dado una segunda oportunidad.

Anoche, rodeado de una enfervorizada multitud que ocup¨® calles y plazas del centro de Atenas, un emocionado Costas Karamanlis prometi¨® no olvidar a las v¨ªctimas de los incendios, estar m¨¢s cerca del pueblo y tener m¨¢s eficacia en el Gobierno. "El pueblo ha hablado y nos ha dado un mandato claro", dijo, alejando cualquier fantasma de repetici¨®n de elecciones.

Sin embargo, los analistas creen que ser¨¢ una legislatura corta. Dentro de dos a?os y medio, el Parlamento tendr¨¢ que elegir nuevo presidente de la Rep¨²blica por una mayor¨ªa de 181 esca?os, que obliga al consenso de los dos grandes partidos. Si no se alcanza en dos votaciones, habr¨¢ que acudir a las urnas para elegirlo por mayor¨ªa simple en el siguiente periodo. Podr¨ªa ser la oportunidad para un candidato como Venizelos, constitucionalista de verbo acerado que fue ministro, portavoz y asesor de Andreas Papandreu.

A Karamanlis le ha salido bien la arriesgada jugada de adelantar seis meses las elecciones para reforzar su posici¨®n (ten¨ªa 165 esca?os) ante las reformas que debe acometer, como la del sistema de pensiones griego, que amenaza con la bancarrota. Ha perdido esca?os, pero logra sumir a su principal rival en una crisis de liderazgo que puede darle meses de respiro. El ¨²nico problema es la presencia de LAOS en el Parlamento. Ahora tendr¨¢ una oposici¨®n por la derecha y otra m¨²ltiple por la izquierda.

El carisma, o su falta -algunos hablan de ausencia de ideas y mensajes- es lo que ha hundido a Papandreu, hijo y nieto de primeros ministros, y sobre quien ha pesado la memoria de los ¨²ltimos a?os de su padre, salpicados de esc¨¢ndalos, excesos y corrupciones. No ha logrado distanciarse del pasado de su partido y presentarse como una opci¨®n viable ante el desgaste de ND. La izquierda intelectual y los j¨®venes le han cambiado en masa por Sinapism¨®s Syriza.

A Papandreu le queda la ¨²ltima batalla, conservar el puesto al frente del PASOK, dif¨ªcil cuando acumula cuatro derrotas: dos en las generales, una en las europeas y otra municipal. "Su error fue quitar a Simitis. Le ten¨ªa que haber dejado que se estrellara en 2004 y entrar de refresco. Si hubiera hecho eso, ahora tendr¨ªa otra segunda oportunidad", dice una fuente socialista.