Israel vigila el rearme de Siria
Funcionarios de Estados Unidos aseguran que aviones israel¨ªes han fotografiado posibles instalaciones nucleares en el pa¨ªs aliado de Ir¨¢n
Siria es la retaguardia de la milicia chi¨ª libanesa Hezbol¨¢ y hogar de las organizaciones palestinas en el exilio. Estados Unidos, Israel y Francia acusan a Damasco de desestabilizar L¨ªbano, y por ello paga el precio del ostracismo. Pero este aislamiento es ya de larga data. Ahora surgen imputaciones nuevas. Y muy graves. Funcionarios de la Administraci¨®n de George W. Bush aseguran que "aviones israel¨ªes, en recientes vuelos sobre Siria, fotografiaron posibles instalaciones nucleares", y a?ad¨ªan sus sospechas de que t¨¦cnicos norcoreanos han visitado Siria y que se ha transportado material at¨®mico al pa¨ªs ¨¢rabe.
Sea o no verdad, es un aldabonazo m¨¢s en el acoso al r¨¦gimen de Damasco. Porque est¨¢ en mente de todos que este tipo de denuncia ha tenido consecuencias desastrosas en Oriente Pr¨®ximo -Irak- y, por si faltara algo, Siria es el aliado del verdadero ogro para Occidente: Ir¨¢n.
Poco a poco, se deshace el manto de silencio que rode¨® a la operaci¨®n de la Fuerza A¨¦rea de Israel en el norte de Siria el 6 de septiembre. No hay duda ya de que los militares israel¨ªes llevaron a cabo un ataque de cierta envergadura. Lo confirman sus aliados estadounidenses, porque el Ejecutivo de Ehud Olmert guarda un silencio sepulcral. Pero resta por resolver la inc¨®gnita principal: ?cu¨¢l era el objetivo?
Se barajaron varias alternativas: el ataque pretend¨ªa comprobar el estado de las defensas antia¨¦reas sirias; se trat¨® del bombardeo de un cargamento de armas procedente de Ir¨¢n con destino a la milicia chi¨ª Hezbol¨¢; el objetivo era una base de misiles de fabricaci¨®n rusa... Al final, se ha impuesto la tesis del incipiente programa nuclear sirio, negado tajantemente por Damasco.
T¨¦cnicos norcoreanos
"Siria estaba en la lista de observaci¨®n nuclear de Estados Unidos", ha declarado Andrew Semmel, el alto funcionario estadounidense a cargo de la pol¨ªtica de no proliferaci¨®n. "Sabemos", agreg¨®, "que hay un n¨²mero de t¨¦cnicos extranjeros que han estado en Siria. Hay norcoreanos all¨ª. No hay duda sobre ello. Como no hay duda de que hay muchos en Irak e Ir¨¢n".
"Israel cree que Corea del Norte est¨¢ vendiendo a Ir¨¢n y Siria lo poco que les quede [de material nuclear]", afirm¨® otro alto funcionario norteamericano.
La operaci¨®n de la aviaci¨®n hebrea, en todo caso, ha ayudado a caldear a¨²n m¨¢s la frontera entre Israel y Siria. Las maniobras de los Ej¨¦rcitos de ambos pa¨ªses son constantes en y alrededor de la meseta del Gol¨¢n. Pero las fuerzas armadas israel¨ªes han enviado el mensaje de que pueden sobrevolar cualquier lugar de Siria -ya hicieron vuelos rasantes sobre una residencia presidencial en junio de 2006- cuando lo consideren oportuno.
A la presi¨®n militar israel¨ª, y diplom¨¢tica y econ¨®mica de EE UU, se suma el aislamiento de Damasco en el ¨¢mbito ¨¢rabe. Al presidente Bachar el Asad le ha disgustado la ausencia de condena de los pa¨ªses ¨¢rabes a la violaci¨®n de su soberan¨ªa. Ninguno lo hizo. S¨®lo Ir¨¢n y Corea del Norte han arremetido contra Tel Aviv. El r¨¦gimen sirio se limita a advertir que se reserva el derecho a responder, y ha presentado una queja ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Pocos creen que Damasco vaya a propiciar una escalada violenta. Los analistas israel¨ªes aseguran que el proceso de rearme de Siria -con la ayuda imprescindible de Rusia- est¨¢ lejos de concluir. Y el de Ir¨¢n, que persigue el arma nuclear con ah¨ªnco, tambi¨¦n.
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