Vuelve Gago, calienta Robben
La sanci¨®n de Diarra obliga a Schuster a darle la manija del equipo al argentino, mientras el holand¨¦s se dispone a jugar sus primeros minutos
Ninguna competici¨®n examina al Madrid con m¨¢s rigor que la Liga de Campeones. La crisis deportiva que sufri¨® el club en los ¨²ltimos a?os se reflej¨® en los primeros partidos de la Champions en 2004, 2005 y 2006. El Madrid debut¨® fuera de casa en las tres ¨²ltimas temporadas. Perdi¨® las tres veces. La afici¨®n y el vestuario recuerdan esas jornadas como hitos de una gran depresi¨®n. El saldo fue de ocho goles en contra y ninguno a favor en tres partidos. Hoy el Madrid vuelve a casa para iniciar la temporada europea. Recibe al Werder Bremen en el Bernab¨¦u (20.45, Antena 3) y lo hace en el arranque de lo que parece una resurrecci¨®n futbol¨ªstica. Por primera vez en a?os los jugadores y el entrenador se muestran optimistas ante la posibilidad de alcanzar la final. Se respira un aire a comienzo de ciclo. Que Fernando Gago sea titular junto con Guti no parece una coincidencia. Que Robben figure entre los convocados por primera vez desde su fichaje, hace un mes, es se?al de renovaci¨®n.
Por primera vez en a?os los jugadores son optimistas ante la idea de alcanzar la final
Cada vez que Alfredo di St¨¦fano observa los entresijos de la industria del f¨²tbol emite una sentencia c¨¢ustica. Hace poco frunci¨® el ce?o y dijo: "Hay que volar como un ¨¢guila y arrastrarse como una serpiente". El presidente honor¨ªfico del Madrid cree que ya no basta con jugar bien. El negocio se ha enredado. Fernando Gago, el chico que lleg¨® hace nueve meses con aplomo de figura es un caso ejemplar. Un ejemplo de confusi¨®n.
Gago es buen futbolista, pero, como dice Di St¨¦fano, con eso no basta. Cuando el Madrid lo fich¨®, en diciembre del a?o pasado, era el medio centro de moda en Argentina, un pa¨ªs que venera a los medio centro. Le comparaban con Redondo, con Guardiola, con Marangoni. Llevaba tres a?os jugando en el primer equipo del Boca y all¨ª nadie discut¨ªa su jerarqu¨ªa. Desde que debut¨® en la Bombonera con 18 a?os, los hinchas, sus entrenadores, y sus compa?eros, le encumbraron como a una figura imprescindible. Ni Basile ni Lavolpe, sus t¨¦cnicos, le ense?aron nada porque Gago ten¨ªa aires de veterano. El chico se hab¨ªa ganado el respeto de forma autom¨¢tica. Dominaba la escena sin oposici¨®n y pronto se rode¨® de un coro de aduladores que compitieron por agradarle. A la cabeza de todos se situ¨® Diego Maradona, que lo invit¨® a unirse a su troupe. Gago viv¨ªa de agasajo en agasajo cuando lleg¨® a Madrid. Por esa ¨¦poca, la marca de ropa deportiva Nike dio un golpe de mano, se lo arrebat¨® a Adidas, y le puso sobre la mesa un contrato multimillonario en euros. En febrero, con 20 a?os, Gago supo que era irremediablemente rico. Entonces comenz¨® a caerse de la alineaci¨®n titular del Madrid. Poco a poco, Capello empez¨® a prescindir de ¨¦l.
El verano contribuy¨® a su des¨¢nimo. Durante la Copa Am¨¦rica descubri¨® que Alfio Basile, el seleccionador argentino y uno de sus m¨¢s ardientes promotores, prefer¨ªa a Mascherano. Al regresar de las vacaciones, se encontr¨® con que Schuster, su nuevo t¨¦cnico en el Madrid, tampoco estaba convencido de su capacidad para ubicarse solo por delante de la defensa, como eje de la distribuci¨®n y la recuperaci¨®n. Le hizo jugar junto a Diarra en la ida de la Supercopa, en Sevilla, y su desempe?o fue decepcionante. Desde entonces disput¨® 40 minutos de Liga. Nunca como titular y siempre junto a Diarra. Hoy todo ser¨¢ diferente. Gago vuelve como ¨²nico medio centro por razones de fuerza mayor. Vuelve porque Diarra est¨¢ sancionado. Vuelve en el partido que el Madrid pretende aprovechar para asomarse a una nueva era.
Real Madrid: Casillas; Ramos, Cannavaro, Metzelder, Heinze; Sneijder, Gago, Guti, Robinho; Ra¨²l y Van Nistelrooy.
Werder Bremen: Wiese; Pasanen, Mertesacker, Naldo, Tosic; Baumann, Vranjes, Jensen; Diego; Sanogo y Almeida.
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