"Ya no se va de nadie"

Le abraz¨® Xavi al recibir el brazalete, le bes¨® Iniesta al sustituirle, y le aplaudi¨® Vald¨¦s cuando enfilaba el banquillo. La hinchada respondi¨® al cambio con ese silencio que llena el Camp Nou y que, dicen, es peor para el jugador que los pitos. Finalmente, Ronaldinho se march¨® aplaudido, sustituido contra el Lyon por tercera vez este curso. Un dato significativo: la temporada anterior se fue al banquillo antes del fin del partido en s¨®lo seis ocasiones. No fue la ovaci¨®n atronadora de otras veces y tampoco el gaucho se fue con buena cara. Ni asom¨® su eterna sonrisa, ¨¦sa que le dio fama mientras fue icono del Barcelona en el inicio de la era Laporta.

Al comienzo de la que ser¨¢ su quinta temporada en el Camp Nou, al h¨¦roe se le pone en duda. Por mucho que le arrope el vestuario y Frank Rijkaard le mime, el barcelonismo mira con recelo a un jugador al que no reconoce, lejos de su mejor forma f¨ªsica y del juego desequilibrante de anta?o. Sus compa?eros le defienden: "Como todos, ¨¦l tambi¨¦n tiene derecho a jugar mejor y peor", dijo ayer Messi, aut¨¦ntico protagonista del partido contra el Lyon. "Para m¨ª sigue siendo el mejor del mundo, un futbolista impresionante, insustituible en el Barcelona, donde es un jugador fundamental", convino el delantero argentino, que neg¨® haber escuchado pitos cuando Iniesta reemplaz¨® a Ronaldinho el pasado mi¨¦rcoles.

"La duda es si ¨¦l se ha cuidado lo suficiente", asegura un directivo

"Si le silbaron, no se lo merece. Yo creo que el p¨²blico est¨¢ con ¨¦l y, si no es as¨ª, deber¨ªa estarlo por todo lo que le dio al club", zanj¨® Messi. "Ronaldinho cambi¨® la historia del Barcelona y eso no se puede olvidar", se?ala el capit¨¢n Puyol cada vez que se le pregunta. "Puede que no est¨¦ jugando a su mejor nivel en los dos ¨²ltimos partidos, pero eso no significa que no sea fundamental para nosotros", insisti¨® Henry.

Tambi¨¦n el entrenador cuida del punta brasile?o. "La botella se puede ver medio llena o medio vac¨ªa. Le sustitu¨ª porque es un jugador muy importante para nosotros, no por otra raz¨®n. Hay que cuidarlo, la temporada es larga", dijo Rijkaard. Ronaldinho hab¨ªa empezado y terminado 10 partidos consecutivos en competici¨®n europea. La ¨²ltima vez que Rijkaard le sustituy¨® en la Champions fue en el minuto 88, y por Maxi, el 18 de abril de 2006 contra el Milan. Desde que comenz¨® la temporada, Ronaldinho s¨®lo ha terminado un partido sobre el c¨¦sped: fue en Santander, en la primera jornada. "Hay que cuidarlo", se esfuerza en justificar el t¨¦cnico azulgrana.

"La duda es si ¨¦l se ha cuidado convenientemente", apuntan desde la directiva. En los despachos se maneja la teor¨ªa de que Ronaldinho dej¨® de entregarse a la profesi¨®n m¨¢s o menos a finales de la campa?a 2005-2006, y muy especialmente durante el ¨²ltimo curso, tras el Mundial de Alemania, que le hizo mucho da?o an¨ªmicamente. Seg¨²n fuentes de la junta, Joan Laporta endureci¨® su discurso y record¨® la existencia de un c¨®digo interno de conducta para que el gaucho se diera por aludido. Al menos en dos reuniones, el presidente le avis¨® personalmente de la necesidad de un cambio en su conducta.

La preocupaci¨®n sobre su vida privada lleg¨® a tal grado la temporada pasada que alg¨²n directivo inst¨® a contratar los servicios de un detective privado. "Lo descartamos por innecesario. Ronaldinho no se esconde cuando sale de noche, y en Barcelona un tipo con gorra, gafas de sol y esos dientes no pasa desapercibido", dice una fuente del club.

En el Barcelona dan por seguro que, desde que comenz¨® la pretemporada, Ronaldinho s¨®lo se ha dedicado una noche larga: "Fue el d¨ªa que volvi¨® de M¨¦xico, donde jug¨® un amistoso con Brasil". Al d¨ªa siguiente no se ejercit¨® con sus compa?eros, oficialmente porque recibi¨® un masaje para aliviarle del cansancio del viaje. "No se entrena con la intensidad de Abidal, pero por lo menos se entrena", apuntan fuentes del cuerpo m¨¦dico, que el a?o pasado contaron un 40% de ausencias en los entrenamientos del gaucho.

Ahora, al cuerpo t¨¦cnico le preocupa que la voluntad que exhibe el jugador en el campo no se vea traducida en una mejora del rendimiento: "Quiere, pero no puede", dicen los t¨¦cnicos. "Su actitud es buena en los partidos, pero no se va de nadie", a?aden. "Sigue siendo un referente", insiste Andr¨¦s Iniesta, convertido en su habitual sustituto, tan determinante como antes lo era Ronaldinho, un h¨¦roe que ahora genera dudas.