Emakunde alerta de las deficiencias en los servicios de atenci¨®n a mujeres maltratadas
El 40% de los asistentes sociales encargados de tratarlas carecen de formaci¨®n espec¨ªfica
"No hay nadie que lidere la atenci¨®n a las mujeres maltratadas. Cada ayuntamiento responde como puede". As¨ª de categ¨®rica se expres¨® ayer en el Parlamento Ana Alberdi, representante de Emakunde, al analizar la respuesta que los servicios sociales ofrecen a las mujeres v¨ªctimas de malos tratos, una lacra que va a m¨¢s y ante la que las instituciones se muestran impotentes. Entre otras deficiencias en los servicios que atienden a las maltratadas, Emakunde alerta sobre la ausencia de una planificaci¨®n en la asistencia y la falta de formaci¨®n de los asistentes sociales.
La directora del Instituto Vasco de la Mujer, Izaskun Moyua, compareci¨® ayer, junto con Alberdi, ante la comisi¨®n correspondiente del Parlamento para presentar un estudio que traza un panorama preocupante sobre la eficacia de los servicios de atenci¨®n a las maltratadas. El informe vuelve a poner el foco sobre algunos problemas de los que ya alert¨® el Ararteko en sendos amplios estudios monogr¨¢ficos realizados en 1999 y 2003. Moyua reconoci¨® en la C¨¢mara que resulta "preocupante" que ocho a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de ese primer trabajo del Defensor del Pueblo vasco se sigan registrando deficiencias en los mismos aspectos. "Hay muchas cuestiones que son mejorables que no se han revisado", se lament¨®.
Entre sus recomendaciones, Emakunde solicita mejorar la formaci¨®n de los profesionales que atienden a las v¨ªctimas, homogeneizar criterios de actuaci¨®n instaurando un protocolo o gu¨ªa ¨²nica de actuaci¨®n, unificar prestaciones e incrementar los recursos. La formaci¨®n espec¨ªfica de los asistentes sociales que atienden a las v¨ªctimas de malos tratos fue una de las cuestiones en las que Moyua hizo hincapi¨¦. "La funci¨®n de los servicios sociales en esta problem¨¢tica no reside tanto en el acompa?amiento sino en la informaci¨®n y la sensibilizaci¨®n para que la v¨ªctima entienda lo que le est¨¢ sucediendo. Y esta labor no se realiza debido a la falta de formaci¨®n", explic¨®.
El estudio de Emakunde, basado en encuestas a 83 organizaciones, servicios de atenci¨®n municipal, a 22 mujeres y una serie de entrevistas en profundidad al personal t¨¦cnico y a los pol¨ªticos que se ocupan de este ¨¢rea, concluye que el 40% de los asistentes sociales no ha recibido ninguna formaci¨®n espec¨ªfica para atender a maltratadas. Otro 41% asegura que s¨ª y un 15% declara que se ha preparado por su cuenta. "Hay mucho terreno para trabajar en el aspecto de la formaci¨®n, una de las ¨¢reas m¨¢s importantes", destac¨® Moyua.
Improvisaci¨®n
Los servicios sociales, especialmente los dependientes de los ayuntamientos, atienden todo tipo de casos y los de las mujeres maltratadas son otros m¨¢s. De ah¨ª que esos servicios se hayan convertido en una especie de caj¨®n de sastre. Moyua enfatiz¨® por ello la importancia de especializar al personal que trabaja en ese campo.
En una escala del 1 al 10, la directora de Emakunde puntu¨® con un "aprobado alto" el trabajo desarrollado por los servicios sociales. Aunque reconoci¨® que los avances han sido importantes en los ¨²ltimos a?os, la conclusi¨®n que se desprende del informe es que las instituciones funcionan en muchas ocasiones a golpe de pura improvisaci¨®n y que los servicios surgen por iniciativas puntuales o necesidades inmediatas, en lugar de dise?arse a partir de una planificaci¨®n global.
Esta forma de trabajar, dependiendo de la mayor o menor sensibilidad de cada instituci¨®n, ha terminado por configurar un mapa de servicios muy diferente en cada ayuntamiento y en cada una de las tres provincias. "Es preciso subsanar la falta de normativa que ha propiciado un desarrollo desigual de las competencias asumidas por diputaciones y ayuntamientos. La ley debe cumplir una funci¨®n garantista de los derechos de la ciudadan¨ªa a recibir una atenci¨®n social de calidad independientemente del lugar de residencia", resalt¨® la directora de Emakunde.
Respecto a la existencia de un protocolo de intervenci¨®n, s¨®lo el 18% de los servicios sociales cuenta con una metodolog¨ªa de este tipo. La existencia de esta gu¨ªa facilita la coordinaci¨®n entre instituciones, permite ofrecer las mismas respuestas, orienta a los profesionales y garantiza una atenci¨®n integral a las v¨ªctimas. De hecho, ocho de cada diez centros encuestados considera muy ¨²til contar con un protocolo comarcal, municipal o interinstitucional para saber con precisi¨®n c¨®mo hay que intervenir ante los casos de violencia conyugal.
En general, las usuarias de los servicios sociales valoran el apoyo recibido por los profesionales y los recursos que las instituciones ponen a su disposici¨®n, pero reclaman soluciones al problema del empleo y, sobre todo a la vivienda. Unas 500 maltratadas y un centenar de menores residen en la actualidad cobijados en los 60 pisos de acogida dependientes de las diputaciones y los ayuntamientos. El Gobierno acaba de aprobar un decreto que unifica los criterios para que las maltratadas reciban una atenci¨®n similar en las tres provincias.
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