Mi vida con un terrorista
Magdalena Kopp relata en un libro sus a?os como esposa de Carlos
El c¨ªrculo se ha cerrado en la existencia de Magdalena Kopp. Hace unos 40 a?os, una joven provinciana no soportaba el ambiente asfixiante de la Alemania de finales de los sesenta en Neu Ulm, una ciudad de 50.000 habitantes en Baviera. Tampoco le gustaba la vida familiar con un padre que hab¨ªa sido nazi y una madre incapaz de expresar afecto y ternura hacia su hija. Ahora, a los 59 a?os, Kopp ha vuelto a Neu Ulm, donde se dedica al trabajo social con ni?os emigrantes con dificultades escolares.
El sanguinario activista era un machista empedernido y un ni?o mimado, seg¨²n su antigua compa?era
En ese intermedio de cuatro d¨¦cadas transcurri¨® su agitada existencia, en medio del torbellino de la rebeli¨®n de 1968 en Alemania, la militancia en la organizaci¨®n marxista C¨¦lulas Revolucionarias en Francfort y la deriva hacia el terrorismo, que la llev¨® a la c¨¢rcel en Francia y a un largo peregrinaje por Oriente Pr¨®ximo al lado de uno de los terroristas m¨¢s buscados en su d¨ªa de todo el mundo, con el que se cas¨® y convivi¨® 13 a?os: el venezolano Ilich Ram¨ªrez S¨¢nchez, m¨¢s conocido como Carlos, y tambi¨¦n, como le bautiz¨® la prensa, El Chacal.
Kopp acaba de publicar en Alemania un libro de memorias titulado Los a?os del terror. Mi vida al lado de Carlos en el que realiza un ejercicio de catarsis para intentar explicar c¨®mo la joven con sue?os revolucionarios se convirti¨® en la pareja de uno de los terroristas m¨¢s sanguinarios. Lo conoci¨® en Londres bajo el nombre de Johnny cuando Kopp, que se hab¨ªa formado como fot¨®grafa, acudi¨® all¨ª para ayudar a los camaradas del marxista-leninista Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP) a poner en marcha un laboratorio de fotograf¨ªa. All¨ª conoci¨® Kopp al liban¨¦s Michael Mourkabel, representante en Europa del FPLP, el mismo que en 1975 se present¨® en el piso de Carlos en Par¨ªs acompa?ado de tres miembros de los servicios secretos franceses. Carlos pidi¨® ir al ba?o, regres¨® pistola en mano y acribill¨® a Mourkabel, mat¨® a dos agentes y dej¨® al tercero malherido. Esto ocurr¨ªa en 1975 y no fue la menor haza?a de Carlos.
La primera aproximaci¨®n entre Johnny-Carlos y la joven Kopp en Londres no pudo ser peor. El venezolano se meti¨® en la c¨¢mara oscura donde Kopp revelaba las fotos y trat¨® de aprovecharse de la situaci¨®n para intentar ligar de forma un tanto burda. El segundo encuentro se produjo en Yemen, adonde acudi¨® Kopp para recibir entrenamiento para la lucha armada. El instructor era Carlos, al que Kopp sigui¨® dos a?os despu¨¦s a Bagdad y empezaron una relaci¨®n amorosa. En 1982, Carlos la mand¨® a Francia con una misi¨®n que Kopp no especifica, salvo que hubo contactos con ETA. La polic¨ªa francesa la detuvo en un coche lleno de explosivos y un tribunal la conden¨® a cinco a?os de c¨¢rcel. Esta condena desencaden¨® una serie de ocho atentados con 20 muertos realizados por Carlos para conseguir la libertad de su novia. Tras tres a?os y nueve meses, Kopp qued¨® en libertad y no tard¨® en reunirse con Carlos, abandon¨® el terrorismo, se cas¨® con ¨¦l y tuvieron una hija, Rosa, que acaba de cumplir 21 a?os y quiere estudiar arquitectura.
En el libro, Kopp caracteriza a Carlos como un machista empedernido y un ni?o mimado por su madre: "Cuando estaban juntos se ve¨ªa que estaban estrechamente unidos, casi como una pareja de amantes que no quer¨ªa que los estorbaran".
La convivencia entre Kopp y el terrorista acab¨® tras el secuestro de Carlos en Sud¨¢n, en agosto de 1994, por agentes franceses. Carlos cumple una condena a dos cadenas perpetuas en Francia. Kopp piensa que no saldr¨¢ nunca de la c¨¢rcel y conf¨ªa en que as¨ª sea. De lo contrario, teme que se presente un d¨ªa en Neu Ulm para matarla.
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