De Moreno a Quintero
A la espera de que empiece a verse lo nuevo que pueda haber en la "nueva" programaci¨®n, el saldo de los ¨²ltimos meses de la televisi¨®n p¨²blica andaluza no puede ser m¨¢s pobre: todo un verano viviendo de repeticiones, refritos y dudosas imitaciones. El conjunto daba una impresi¨®n de ca¨ªda libre, de nave sin timonel o algo por el estilo. En esas condiciones, cualquier cosa puede salir a antena. Todav¨ªa se emiten, por ejemplo, dos series vistas ya (y varias veces) en otras cadenas, como Walter y Los vigilantes de la playa, que a estas alturas de la ficci¨®n televisiva son como el olor a rancio de las casas antiguas y abandonadas. M¨¢s rancio y m¨¢s antiguo a¨²n resulta el libro de estilo de los insertos teatrales del programa Noche sensacional. Este es un caso especial. Como es sabido, Jos¨¦ Luis Moreno salt¨® de TVE de mala manera y reapareci¨® en Tele 5 (Escenas de matrimonios) y las auton¨®micas, precisamente con la Noche... de marras. En esta nueva oportunidad, el cargante Romero se ha dedicado al ahorro: en Noche sensacional vemos los mismos actores, con el mismo vestuario y con los mismos guiones que Tele 5 emite en las dichosas Escenas. ?No hay nadie encargado de estar al tanto de este tipo de estafas?
Como digo, el problema est¨¢ en el libro de estilo. En el programa de tarde que regenta Mar¨ªa del Monte veo cosas que derivan directamente del tronco com¨²n del morenismo, entendiendo por tal todo lo que una vez fue lo ¨²nico que hab¨ªa pero que ingenuamente cre¨ªamos haber dejado atr¨¢s para siempre. Por ejemplo: se plantea la pregunta de si las mujeres de hoy son m¨¢s atrevidas que las de antes a la hora de ligar, y la cuesti¨®n se sustancia con dos sketchs en los que la mujer moderna (imag¨ªnenla vestida con la peor de las pintas) acosa a un joven pasota que la rechaza dici¨¦ndole "tienes toa la cara dun peo". No estoy seguro de que sea preferible la otra opci¨®n que maneja Canal Sur: telenovelas (o lo que sean) en las que la maldad humana y el retorcimiento moral alcanzan cotas alt¨ªsimas. Imaginen el crescendo nihilista del martes pasado: despu¨¦s de comer, Acorralada, y por la noche Array¨¢n y Planta 25. O sea: traici¨®n, ambici¨®n y pasi¨®n (interpretada en el sentido m¨¢s reaccionario del t¨¦rmino) estiradas hasta el infinito. En el horizonte asoma una tercera variante: el previsible casticismo del nuevo concurso El cortijo en 1907, m¨¢s en consonancia con una tradici¨®n larga de la cadena.
Por eso no es prudente pensar que lo nuevo sustituya a lo viejo: lo viejo resucita con toda la facilidad del mundo (en esta semana ha habido un refrito de las ferias de verano hecho como para que Dios se lo pague) y lo nuevo s¨®lo cuela si viene con su rastro de naftalina o de caspa. Los jefes han mirado alrededor y lo m¨¢s nuevo que han encontrado es Jes¨²s Quintero. Es lo que buscaban: m¨¢s que algo nuevo, una excusa que sin mayor esfuerzo justifique tener abierto el chiringuito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.