"La censura nos ha hecho n¨®madas"

Hana Makhmalbaf tiene 18 a?os y un apellido ilustre. Hija del cineasta Mohsen Makhmalbaf y hermana peque?a de la realizadora Samira Makhmalbaf, la joven Hana estudi¨® cine en la m¨ªtica escuela de su padre en Teher¨¢n. "Desde los ocho a?os hago cine, no sabr¨ªa hacer otra cosa. Amo el cine por mi padre, ¨¦l me ense?¨® todo lo que s¨¦ y ¨¦l me inculc¨® su profundo amor por este oficio. No me importa reconocerlo: hago cine por ¨¦l. Si mi padre hubiese sido panadero, yo hoy ser¨ªa panadera".

Menuda, vestida de negro, con gorra y chal, y acompa?ada en todo momento por su hermano Maysam, Hana Makhmalbaf present¨® ayer en la secci¨®n oficial del Festival de San Sebasti¨¢n

Buda explot¨® por verg¨¹enza, terco viaje de una ni?a afgana de seis a?os a una escuela donde le ense?en a leer "historias bonitas". La c¨¢mara digital de Makhmalbaf sigue durante 80 minutos la aventura de la ni?a que, en un mundo de ni?os-guerreros y adultos indiferentes, sobrevive aferrada a un cuaderno amarillo y al pintalabios que le ha robado a su madre para escribir el abecedario.

"Hago cine gracias a mi padre. Si hubiese sido panadero, yo hoy ser¨ªa panadera"

"Busqu¨¦ en decenas de escuelas a los ni?os de la pel¨ªcula, hasta que di con la protagonista. No encontr¨¦ en ning¨²n otro tanta energ¨ªa, su cara y su inocencia eran diferentes a las de todos las dem¨¢s". La directora recuerda que rodar con la peque?a Nikbakht Noruz fue un ejercicio de improvisaci¨®n, imaginaci¨®n y mucha paciencia: "Ella es como en la pel¨ªcula, tiene mucho genio y car¨¢cter. Nunca se dej¨® llevar por nosotros, nunca hac¨ªa lo que le ped¨ªamos y cada d¨ªa quer¨ªa abandonar el rodaje. No le gustaba nada la pel¨ªcula, ni verse en una pantalla, yo ten¨ªa que jugar con ella, inventarme todo tipo de historias para que quisiera participar".

Hana Makhmalbaf sit¨²a su filme en las cuevas bajo las estatuas de Buda que destruyeron los talibanes de Afganist¨¢n en 2001. La directora evita hacer declaraciones pol¨ªticas: "Bastantes problemas tenemos ya, mis ideas est¨¢n en mi pel¨ªcula. Es todo lo que puedo decir. Las interpretaciones no las debo hacer yo".

Buda explot¨® por verg¨¹enza es la ¨®pera prima de una cineasta que con nueve a?os estren¨® su primer cortometraje (El d¨ªa que mi t¨ªa enferm¨®) y que en 2003 present¨® en la Mostra de Venecia un documental sobre la pel¨ªcula de su hermana A las cinco de la tarde.

Escritora, fot¨®grafa, ayudante de direcci¨®n, script... la benjamina de los

Makhmalbaf ha crecido entre focos y equipos errantes de rodaje. "Vivo con mi madre en Teher¨¢n, aunque nos movemos mucho. La censura nos ha convertido en una familia de n¨®madas. Mi padre vive como un gitano para poder hacer el cine que le interesa. Hace a?os ¨¦l decidi¨® que su ¨²nico hogar era el cine. Nosotros nos movemos menos que ¨¦l, pero tampoco vivimos en un sitio fijo. He vivido 18 a?os a su lado y estudi¨¦ seis en su escuela de cine. He aprendido todo con ¨¦l pero lo que m¨¢s le agradezco es que cuando decid¨ª dedicarme al cine dio un paso atr¨¢s y me dej¨® cometer sola los errores. ?l sabe que esos errores son ahora mi mejor aprendizaje".

Sentada al lado de su hermano, Hana Makhmalbaf parece incomodarse ante comentarios ligeramente condescendientes sobre las dificultades de las mujeres en su cultura. Hace el gesto de taparse la cabeza con el chal que lleva sobre los hombros y aclara: "Para m¨ª este pa?uelo no es tan importante. Aqu¨ª no llev¨¢is pa?uelos en la cabeza pero tampoco veo que muchas mujeres est¨¦n en puestos de poder. Aqu¨ª las mujeres tambi¨¦n viven por debajo de los hombres. Lo mejor de las mujeres afganas e iran¨ªes es que viven con un muelle bajo sus pies y el d¨ªa que saltan van mucho m¨¢s lejos. No estamos dormidas".

La directora cuenta que la historia original de su pel¨ªcula la escribi¨® su madre y que luego ella la modific¨® durante los meses del rodaje. El t¨ªtulo hace referencia a una frase de su padre que dice que hoy hasta las estatuas se averg¨¹enzan de contemplar tanto horror. "El arranque de la pel¨ªcula es la historia que escribi¨® mi madre, el resto fue ocurriendo. Rodamos en primavera, en oto?o y en verano. Fue largo y dificultoso y la historia se fue modificando sobre la marcha". El gui¨®n del filme permaneci¨® en el Ministerio de Cultura iran¨ª durante meses, pero nunca obtuvo la autorizaci¨®n necesaria. Rodada en Afganist¨¢n, montada en Tayikist¨¢n y mezclada en un laboratorio en Alemania, la pel¨ªcula es un ejemplo de libertad de una joven iran¨ª que rueda como respira.