Todas las mujeres de Ramon Casas, en el Liceo

La coqueta Clo Clo, la castiza gitanilla, la independiente Madeleine y la sensual Julia, que se convirti¨® en su esposa. Quiz¨¢s no son todas las mujeres de Ramon Casas, pero s¨ª las m¨¢s importantes de su vida, protagonistas de obras emblem¨¢ticas, que ahora se pueden ver en la exposici¨®n El encanto de la mujer. Ramon Casas en el Liceo y en Montserrat, organizada con motivo del 160? aniversario del teatro del Liceo, que el martes inaugura la temporada con la ¨®pera Andrea Ch¨¦nier.

La muestra, abierta en el Sal¨®n de los Espejos, hasta el 21 de octubre, incluye los 12 plafones que el artista realiz¨® para la Rotonda del C¨ªrculo del Liceo, un ambiente reservado a los hombres, en los que la figura femenina comparte protagonismo con las referencias musicales y 10 retratos de mujeres, donados por el coleccionista Josep Sala Ardiz al Museo de Montserrat. "En las obras de Montserrat, m¨²sica hay poca, pero queda mucha mujer", afirm¨® el padre Josep de C. Laplana, director del museo y comisario de la exposici¨®n, quien subray¨® el car¨¢cter ic¨®nico de la mujer de Casas "moderna, elegante y llena de charme".

Adem¨¢s, los estudios publicados en el cat¨¢logo revelan aspectos ocultos de la vida de Casas y han permitido encontrar la nieta de Madeleine, cuya mirada de ojeras profundas ha sido elegida como imagen de la muestra. "Despu¨¦s de su intensa relaci¨®n con Casas, cuyos pormenores siguen siendo un misterio, Madeleine se cas¨® con un pintor injustamente olvidado, Ren¨¦ Lelong, y tuvo una hija. Marie-Th¨¦r¨¨se, su nieta, sab¨ªa que la abuela hab¨ªa sido modelo de artistas c¨¦lebres como Toulouse-Lautrec o Utrillo, pero desconoc¨ªa la existencia de Casas", explic¨® Mercedes Palau-Ribes, autora de un ensayo que recorre las etapas creativas del artista, a trav¨¦s de las mujeres que las inspiraron.

"La misma chica le serv¨ªa para anunciar un champ¨¢n, unos juegos florales o un sanatorio para sifil¨ªticos. Sin contar algunas mujeres modernas y cultas, que leen y conducen autom¨®viles, la gran mayor¨ªa desempe?aba el papel de florero. A excepci¨®n de cuando realizaba verdaderos retratos, no se propuso nunca profundizar en la psicolog¨ªa de sus modelos", afirma Francesc Fontbona autor de un texto, que se?ala la actitud pol¨ªticamente incorrecta del pintor.