En la guarida de la 'Ndrangheta
San Luca es una lengua de casas de aspecto ruinoso agarradas a un monte ¨¢spero que parece querer liberarse de ellas. En medio se desenrosca una calle tortuosa que une las partes enfrentadas de un pueblo que abriga apenas 4.700 almas y los dos clanes mafiosos m¨¢s violentos que Italia conozca en la actualidad. Arriba se yergue el feudo de los Nirta-Strangio; abajo, el de los Pelle-Vottari. Recorrer esa calle es una inmersi¨®n en las v¨ªsceras m¨¢s profundas de la 'Ndrangheta, la poderosa y ascendente mafia de Calabria, la reina del tr¨¢fico de coca¨ªna en Europa. San Luca es, desde siempre, la capital de la 'Ndrangheta. Ahora m¨¢s que nunca. Es, en Calabria, lo que Corleone fue en Sicilia.
"Tras la matanza de Navidad, este pueblo se ha convertido en la muerte vista desde dentro", dice el cura
En una redada, los agentes descubrieron un b¨²nker a lo James Bond oculto tras la pared en una casa
Desde 1995, 32 Ayuntamientos han sido disueltos en Calabria por infiltraci¨®n mafiosaLa guerra de San Luca irrita a los otros clanes mafiosos, que llaman 'La Bastarda' a la c¨¦lula localLos clanes cuentan con filiales en medio mundo, gracias a la base constituida por la emigraci¨®n
En San Luca, chicos y chicas no pasean juntos. Muchos se casan para reafirmar alianzas mafiosas
La guerra de San Luca irrita a los otros clanes mafiosos, que llaman 'La Bastarda' a la c¨¢lula local
El fiscal antimafia Gratteri indica que hay 7.000 afiliados s¨®lo en la provincia de Reggio Calabria
LOS REYES DE LA COCA.La 'Ndrangheta es la reina del narcotr¨¢fico en Europa. Cada a?o importa y distribuye 400 toneladas de coca¨ªna colombiana
San Luca es el feudo de los dos clanes de mafia m¨¢s violentos. Es en Calabria lo que Corleone fue en Sicilia
Los clanes cuentan con filiales en medio mundo, gracias a la base constituida por la emigraci¨®n
Capital mafiosa. En los montes de San Luca se celebra, desde siempre, la reuni¨®n anual de la c¨²pula de la mafia calabresa
MATANZA EN ALEMANIA. El ataque de Duisburgo, en el que fallecieron seis hombres, es s¨®lo el ¨²ltimo acto de la guerra de clanes de San Luca
Por San Luca no se pasa. Hay que ir. S¨®lo es accesible por una carretera que procede de la costa y que se corta en la plaza de la iglesia. M¨¢s all¨¢, nada. Monta?as verdes, duras y salvajes, en cuyas gargantas se celebr¨® durante d¨¦cadas la anual reuni¨®n de la c¨²pula de la 'Ndrangheta. "Est¨¢ judicialmente comprobado que la cumbre se ha celebrado al menos hasta hace tres a?os en esas monta?as, en los alrededores del santuario de la Madonna de Polsi, a la que los afiliados son muy devotos", dice Nicola Gratteri, fiscal antimafia calabrese que desde hace a?os investiga sobre San Luca. La historia de la 'Ndrangheta -la onorata societ¨¤ de los andragathos, hombres valientes, en griego antiguo- corona San Luca como capital. Lo confirman la fuerza y la violencia que exhiben hoy sus clanes.
Acercarse al epicentro de una organizaci¨®n cuya cifra de negocios alcanza los 36.000 millones de euros anuales -seg¨²n el centro de estudios Eurispes- y que trae a Europa cada a?o desde Colombia unas 400 toneladas de coca¨ªna constituye un paseo visualmente explicito. Muchos investigadores consideran la 'Ndrangheta m¨¢s poderosa que la Cosa Nostra, la mafia siciliana, y que la Camorra, la mafia napolitana.
Y su feudo impacta. Ya antes de llegar a San Luca, la carretera se empina y los carteles que indican el camino se yerguen agujereados a balazos. Pronto aparecen los primeros j¨®venes que patrullan el pueblo en motorino. Carabinieri con metralleta bien a la vista. Mujeres de negro en cada esquina que se retraen al ver rostros desconocidos. Carretera que por fin se hace calle. Y aire definitivamente irrespirable.
Precisamente en una vivienda de esa calle, el pasado 25 de diciembre un comando armado con fusiles de asalto Kal¨¢shnikov hizo irrupci¨®n en una vivienda, mat¨® a la mujer de un jefe del bando Nirta-Strangio y dej¨® con un soplo de vida al hijo de cinco a?os y a otros tres hombres del clan. La acci¨®n abri¨® una guerra sin cuartel cuyo acto m¨¢s reciente es la matanza de seis hombres en Duisburgo (Alemania), el pasado 15 de agosto.
"Despu¨¦s de Navidad, San Luca se ha convertido en un pueblo fantasma. Es la muerte vista desde dentro", asegura Pino Strangio, cura del pueblo desde hace 27 a?os, un hombre fuerte con los ojos vivos. Su descripci¨®n no puede ser m¨¢s acertada. Desde entonces, la muerte serpentea por el pueblo. El 4 de enero, un hombre fue asesinado de 47 balazos. Ten¨ªa 47 a?os. Era la respuesta al golpe de Navidad. Sigui¨® un goteo de asesinatos que responden a la sed de vendetta, al olor a coca, a las instigaciones de las mujeres que exigen a sus hombres defender el honor de las familias.
"Muchos han huido, se han escondido, han buscado refugio", dice don Pino. Los ni?os de los clanes fueron retirados del colegio. Y la gente honrada tambi¨¦n tuvo que encerrarse. "Ahora tenemos que reaccionar, salir fuera, abrirnos, rebelarnos contra todo esto viviendo nuestras vidas. Si no lo hacemos, de alguna manera somos c¨®mplices", sostiene el sacerdote. Pero lo que se ve en la calle da m¨¢s miedo que esperanza.
"El mundo conoci¨® San Luca el 15 de agosto, con la matanza de Duisburgo, pero el pueblo es una capital mafiosa desde hace tiempo", afirma, puro en la mano, Renato Cortese, el jefe policial que en 2006, al mando del equipo especial Duomo, captur¨® al capo dei capi de la mafia siciliana, Bernardo Provenzano. Fue ¨¦l quien entr¨® el primero en el refugio del padrino, que llevaba huido de la justicia 41 a?os. Ahora, el Gobierno le ha encargado una misi¨®n no menos dif¨ªcil: socavar el poder de la 'Ndrangheta precisamente en la provincia en la que se encuentra San Luca, la de Reggio Calabria.
"Durante d¨¦cadas, la atenci¨®n policial y medi¨¢tica se ha centrado en la Cosa Nostra siciliana. Mientras tanto, en la sombra, la 'Ndrangheta se ha hecho fuerte", prosigue Cortese. Los 36.000 millones facturados por los hombres valientes, algo as¨ª como el 3,6% del PIB espa?ol, superan en 6.000 millones la cifra que maneja la Cosa Nostra.
Los negocios aumentan; las fricciones, tambi¨¦n. "La guerra entre los clanes de San Luca nace en los a?os noventa, y est¨¢ plagada de asesinatos. Ahora se ha recrudecido. Se dice que todo empez¨® por culpa de un lanzamiento de huevos durante un carnaval. El episodio es ver¨ªdico, y supuso una afrenta al honor del grupo que lo sufri¨® [el de los Pelle-Vottari]; pero la lucha, naturalmente, es por el control del territorio y de los negocios", cuenta Cortese. La coca¨ªna, sobre todo, pero tambi¨¦n las extorsiones, el tr¨¢fico de armas y el dinero que viene de Roma para las infraestructuras de una regi¨®n deprimida, cuya renta per c¨¢pita es el 68% de la media de la UE. En Lombard¨ªa, la regi¨®n de Mil¨¢n, es el 140%. Mafia y pobreza siempre van de la mano. El crimen organizado hunde en la miseria a los pueblos que la sufren o aceptan, porque asfixia el desarrollo.
"Hasta los a?os ochenta, los clanes locales se dedicaron sobre todo a los secuestros de personas", prosigue Cortese. "Ahora han logrado afirmarse como interlocutores directos y privilegiados de los carteles colombianos de la droga. La actividad ha cambiado, pero los protagonistas son los mismos". Son gente como Ndoni Gambazza, gran padrino local del clan Pelle. Un nombre que parece salido de una pel¨ªcula. Al igual que el submarino incautado a la 'Ndrangheta en Colombia el a?o pasado. Se utilizaba, naturalmente, para el narcotr¨¢fico.
Observando San Luca es f¨¢cil imaginar el ¨¦xito de los clanes locales en los secuestros. Rostros y manos de la gente delatan la familiaridad con los escarpados montes que rodean el pueblo. Ah¨ª se escondi¨® a 147 secuestrados hasta 1991, entre ellos Paul Getty III, sobrino del c¨¦lebre multimillonario estadounidense.
Lo que resulta m¨¢s dif¨ªcil de comprender es c¨®mo este pueblo de pastores pudo convertirse en una multinacional del narcotr¨¢fico con capacidad operativa mundial. ?C¨®mo este pueblo fantasmal, duro, de tremenda fealdad, en el que es casi imposible encontrar una tienda, pudo dar pie a todo eso? ?C¨®mo lo hicieron? ?Y d¨®nde se esconde la enorme riqueza acumulada?
Las mismas calles de San Luca esbozan algunas respuestas. La primera se capta echando una ojeada a trav¨¦s de puertas entreabiertas, que dan la sensaci¨®n de que no todo es como parece. A las fachadas descuidadas y sucias de las casas no siempre corresponden interiores pobres y humildes. El coronel de los Carabinieri Francesco Iacono, en su despacho de Locri, principal localidad de la comarca, confirma la sospecha: "Por dentro, las viviendas no son como por fuera. Muchas de ellas est¨¢n ricamente amuebladas, aunque con dudoso gusto".
En una redada llevada a cabo el 30 de agosto, los hombres del coronel descubrieron en una casa un b¨²nker a lo James Bond, oculto detr¨¢s de una pared que se deslizaba autom¨¢ticamente pulsando un bot¨®n. All¨ª se escond¨ªan tres hombres, que fueron detenidos. La operaci¨®n se sald¨® con 34 arrestos. San Luca fue cercada aquel d¨ªa por m¨¢s de 400 agentes.
"Nosotros estamos seguros de que hay al menos 216 afiliados en San Luca", dice Iacono, que durante a?os estuvo al mando de la sede de los Carabinieri de Corleone (Sicilia). Afiliado significa haber sido bautizado, con un juramento y un pinchazo en el dedo, en una reuni¨®n celebrada al atardecer delante de los padrinos locales. Afiliarse significa entrar en la jerarqu¨ªa de la onorata societ¨¤ hasta la muerte, porque con vida no se sale de ese c¨ªrculo. El fiscal Gratteri indica que en toda la provincia de Reggio Calabria hay al menos 7.000 afiliados. "Y es una cifra conservadora".
A los 216 de San Luca a los que se refiere Francesco Iacono hay que a?adir aquellos de los que no se sabe con certeza, sus familias, sus c¨®mplices y sus mujeres. Como las que el 15 de agosto, seg¨²n relata Cortese, reflejaban en sus rostros la satisfacci¨®n por la vendetta de Duisburgo.
Es dif¨ªcil tomar una cerveza en el bar del pueblo sin preguntarse con qui¨¦n se habla. Los peces gordos no andan por ah¨ª, por miedo a las fuerzas del orden o a la venganza del clan enemigo. Pero entre negro y blanco hay una amplia zona gris, "hecha de gente que no denuncia, que lleva mensajes o paquetes, que da refugio... ?se es el problema", coinciden muchos de los agentes que patrullan San Luca en estas semanas.
Quienes siguen en el pueblo son sobre todo mujeres y j¨®venes. Uno de ¨¦stos, en la fuente que domina una de las tres plazoletas, se acerca y pregunta agresivamente:
-?Qu¨¦ quer¨¦is vosotros aqu¨ª?
Es s¨®lo un chaval, pero el apellido con el que se presenta a?ade peso a la pregunta. Es el del clan que perpetr¨® la matanza de la Navidad de 2006. Desde entonces ya van 11 muertos. No sorprende que muchos hayan preferido irse, y que, en los respectivos feudos, no se mueva una hoja sin que ellos lo sepan.
"Tenemos que reaccionar, no podemos vivir como muertos, en el miedo", insiste don Pino, a quien quemaron el coche los hombres de honor. Al d¨ªa siguiente, desde el p¨²lpito, don Pino dio las gracias porque s¨®lo le hubiesen arrebatado el autom¨®vil, y no la vida.
Algunos intentan no vivir como muertos. Fortunato Nocera, por ejemplo. Ex trabajador del ferrocarril, este hombre de 69 a?os es el secretario general de la Fundaci¨®n Corrado Alvaro. Alrededor del nombre y de la obra del gran escritor que naci¨® en San Luca en 1895, Nocera y unos otros pocos intentan reunir la parte limpia del pueblo. "Bienvenido a la trinchera", saluda Nocera.
Hacen lo que pueden. Aguantan. "Pero somos cuatro gatos. El padre, el hijo y el esp¨ªritu santo", dice. "El Estado viene s¨®lo con la metralleta despu¨¦s de las matanzas, pero nos ha abandonado durante d¨¦cadas. Aqu¨ª no hay nada, as¨ª que es l¨®gico que muchos caigan en la tentaci¨®n del dinero f¨¢cil".
"Aunque seamos s¨®lo el 10%, queremos recordar al Estado que aqu¨ª estamos nosotros tambi¨¦n", dice en su uniforme de guardia forestal Sebastiano Romeo, otro miembro de la fundaci¨®n. El 4 de octubre ir¨¢n todos a Berl¨ªn, donde se celebrar¨¢ la ceremonia anual de entrega de los premios literarios Corrado Alvaro. Van para lanzar un mensaje, decir a los alemanes que hay otra San Luca, pero verles en el pueblo da la sensaci¨®n de una tremenda impotencia.
"El problema es que aqu¨ª no hay ning¨²n interlocutor pol¨ªtico. Mientras dejemos que la mafia sea el ¨²nico interlocutor de la gente, tendremos otras matanzas como la de Duisburgo", se?ala don Pino, que tambi¨¦n es miembro de la fundaci¨®n.
Desde 1995, 32 ayuntamientos han sido disueltos por infiltraci¨®n mafiosa en Calabria, y 33 de los 50 diputados del Parlamento regional est¨¢n siendo investigados por varios delitos. El vicepresidente de la regi¨®n, Francesco Fortugno, un hombre honrado, fue asesinado en 2005 en Locri.
En ese contexto, el coraje de quienes resisten inspira respeto, pero es suficiente otro paseo por el pueblo para barrerlo todo. En la calle, la gente no parece estar por la labor de cambiar las cosas. Ni los j¨®venes de las motos, que siguen controlando obsesivamente a los forasteros, ni las mujeres con sus rostros duros y sus reticencias. Tanto las viejas como las j¨®venes. En San Luca nunca se ve a estas ¨²ltimas al lado de los chicos, como muestra de respeto a unas tradiciones y valores que tienen sabor a integrismo, seg¨²n dice don Pino. En San Luca, chicas y chicos no pasean juntos, y mucho menos se tocan. Muchos se casan seg¨²n la voluntad de los padres, para reafirmar alianzas. Hay cosas que recuerdan la Edad Media en el feudo de San Luca.
Incluso en la misa celebrada en recuerdo a los fallecidos de Duisburgo, a los 30 d¨ªas de la matanza, hombres y mujeres est¨¢n separados. Apoyados en la pared exterior de la iglesia, los hombres de la familia reciben el saludo de la parte del pueblo que quiere o no puede evitar d¨¢rselo. La escena tiene algo de escalofriante. Verla hace pensar en la tragedia de vivir aqu¨ª y no tener nada que ver con la mafia. Luego se hace m¨¢s dif¨ªcil ser cr¨ªticos con los clientes del bar de Sebastiano, que juegan a las cartas y lo minimizan todo.
-Aqu¨ª hay sombra y luz como en todas partes. Cuenta la verdad, hombre, di que ¨¦ste es un pueblo como tantos y que hay mucha gente honesta.
Resulta f¨¢cil replicar pidiendo una actitud m¨¢s cr¨ªtica, pero que levante la mano quien tenga el coraje de ir por el pueblo con una pancarta antimafia contundente y quedarse a vivir all¨ª. El hecho de que la zona est¨¦ militarizada no quita la percepci¨®n de que San Luca es el feudo de ellos.
Contribuye a esta situaci¨®n que mucha gente honesta prefiri¨® huir y que los que se quedan parecen ser siempre demasiado pocos. Alvaro, el gran escritor, tambi¨¦n se fue, y algunos en el pueblo se lo reprochan todav¨ªa. Coches con matr¨ªcula extranjera o del norte de Italia, de vuelta s¨®lo por las vacaciones, delatan la enorme sangr¨ªa de emigraci¨®n que ha sufrido y sufre este pueblo, al igual que toda Calabria.
Esa sangr¨ªa es una clave de la fuerza de la 'Ndrangheta no s¨®lo en Calabria, sino tambi¨¦n fuera de Italia. "Los clanes cuentan con filiales en medio mundo, y es sobre todo all¨ª, en el norte de Italia, en Europa y en Am¨¦rica, donde blanquean sus capitales", explica el fiscal Gratteri. ?sa tambi¨¦n es otra respuesta a quien pregunta d¨®nde acaba la enorme riqueza de los clanes.
La emigraci¨®n ha servido de base. "Uno de los asesinados en Duisburgo ten¨ªa en su cartera la imagen quemada de san Miguel, el protector de los hombres de 'Ndrangheta", dice Cortese. "Esto demuestra que all¨ª hab¨ªa una filial del clan", explica Gratteri. "La matanza no ha sido tan s¨®lo una venganza de sangre, sino tambi¨¦n una manera de arruinar los negocios que el clan rival ten¨ªa all¨ª. Un gesto que supuso una gran ruptura. La regla general es que donde se hacen los negocios no tiene que haber sangre", explica el fiscal. Ahora, Alemania se ha dado cuenta de que ten¨ªa ese c¨¢ncer en su cuerpo, al igual que muchos otros pa¨ªses.
En la sombra y en el silencio se blanquea mejor. Por ello, el ruido provocado por los clanes de San Luca est¨¢ causando malestar entre los otros grupos de la 'Ndrangheta. Hasta el punto que ellos mismos llaman La Bastarda a la c¨¦lula de San Luca. La mala hija. El inter¨¦s del colectivo mafioso es que se calmen las aguas en San Luca.
"S¨®lo una personalidad mafiosa de gran relieve podr¨ªa lograr una mediaci¨®n", dice Gratteri. "La cosa se complica, adem¨¢s, porque har¨ªa falta autoridad, pero tambi¨¦n equidistancia. Han ido demasiado lejos, matando a mujeres, hiriendo a hijos, como para que eso se pare sencillamente". Un paseo por el cementerio de San Luca dice lo mismo, con todas esas tumbas de muertos precoces.
No hace falta ir hasta all¨ª. Las calles de San Luca murmuran que no va a ser nada sencillo. Corrado Alvaro lo dijo as¨ª: "Lo m¨¢s desesperante para una sociedad es que vivir honestamente no sirva para nada". Eso se lee en una placa en la fachada en el Ayuntamiento de San Luca. Ella tambi¨¦n mira hacia esa calle que parece la car¨®tida de la 'Ndrangheta.
Espa?a, estaci¨®n de paso de la coca¨ªna
"Espa?a es uno de los pa¨ªses predilectos de la 'Ndrangheta". Nicola Gratteri, fiscal antimafia de Reggio Calabria, es rotundo. "Espa?a es el pa¨ªs de llegada, almacenamiento y distribuci¨®n de la coca. All¨ª los clanes calabreses son muy activos, y all¨ª se ha detenido a importantes hombres de la 'Ndrangheta, como Roberto y Alessandro Pannunzi y Santo Maesano, grandes traficantes, con contactos directos con los carteles colombianos, que dispon¨ªan de aviones y barcos. Llevaban en cada viaje de 3.000 a 4.000 kilos de coca¨ªna. Casi todas nuestras investigaciones nos llevan a Espa?a. El 80% de la coca¨ªna que se maneja en Italia pasa por all¨ª", dice Gratteri. "Para entender el tipo de personajes del que hablamos, puedo decir que a Maesano, que fue detenido en un lujoso hotel de Palma de Mallorca, se le incautaron unos 40 relojes de lujo y 100 pares de zapatos", cuenta el fiscal.
A lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas tambi¨¦n se ha detenido en Espa?a a decenas de miembros de la Camorra, la mafia napolitana.
La presencia de los hombres de la 'Ndrangheta en Espa?a est¨¢ estrictamente ligada al narcotr¨¢fico. En cambio, no hay evidencias judiciales de actividad de blanqueo de dinero en Espa?a, subraya Gratteri, como ocurre en muchos pa¨ªses en los que hay filiales de los clanes.
Un pa¨ªs, cuatro mafias
AUNQUE SUS ACTIVIDADES CRIMINALES tengan caracter¨ªsticas parecidas, las mafias del sur de Italia son organizaciones radicalmente distintas entre ellas. La m¨¢s famosa, la Cosa Nostra, tiene su feudo en Sicilia. La 'Ndrangheta, en Calabria. La Camorra, en Campania, la regi¨®n de N¨¢poles. La cuarta es la Sacra Corona Unita, en Puglia, la regi¨®n de Bari. Esta ¨²ltima tiene una dimensi¨®n criminal inferior a la de las otras tres. M¨¢s all¨¢ de colaboraciones y contactos ocasionales, cada una opera por su cuenta y seg¨²n su estructura particular.
Los clanes de la 'Ndrangheta, por ejemplo, a diferencia de los de la Cosa Nostra, se basan fundamentalmente en v¨ªnculos de sangre. Los afiliados pertenecen a las mismas familias. "Eso hace m¨¢s dif¨ªcil que uno de ellos se arrepienta y colabore con la justicia. Significar¨ªa traicionar no s¨®lo a la organizaci¨®n, sino tambi¨¦n a sus hermanos, hijos, etc¨¦tera", comenta Renato Cortese, de la polic¨ªa italiana. Los arrepentidos han sido la clave de varias operaciones contra la Cosa Nostra. "Por otra parte, ese v¨ªnculo familiar a veces nos facilita el trabajo. Si detectamos a un afiliado, centr¨¢ndonos en su familia, muchas veces degollamos todo un clan".
La otra gran diferencia con la Cosa Nostra es estructural. ?sta es piramidal, centralizada. La 'Ndrangheta es federal. Cada jefe de clan tiene derecho de vida o de muerte en su territorio, pero no hay un hombre por encima de los dem¨¢s. No hay un capo dei capi, como en la Cosa Nostra.
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