El mono, los dardos y el sonrojo de Wall Street

Uno de los experimentos m¨¢s curiosos acerca de la fiabilidad de las recomendaciones de los analistas burs¨¢tiles tiene como protagonista a un mono. S¨ª, a un mono. En 1973 el profesor Burton Gordon Malkiel public¨® el libro Un paseo aleatorio por Wall Street. Para comprobar si los aciertos de los expertos eran o no aleatorios deb¨ªa hacerse, seg¨²n Malkiel, un concurso entre profesionales y una elecci¨®n de acciones completamente al azar. La met¨¢fora de esta selecci¨®n fortuita consist¨ªa en imaginar un mono con los ojos vendados lanzando dardos a la p¨¢gina con la lista de acciones del The Wall Street Journal. Luego se comparar¨ªan los rendimientos de las carteras de ambos contendientes.

Los redactores del diario estadounidense cogieron el guante lanzado por este prestigioso economista. Lo sorprendente es que cuando se compar¨® el comportamiento anual de la cartera de valores elegida al azar por el mono, con el de los fondos de inversi¨®n referenciados al mercado estadounidense, la cartera del mono hab¨ªa superado al 85% de los fondos, adem¨¢s de haber superado al comportamiento de los principales ¨ªndices de este pa¨ªs.

En defensa de los analistas hay que decir que este experimento se realiz¨® durante 14 a?os y en el largo plazo las recomendaciones de los profesionales batieron a las de su rival. Eso s¨ª, aquellos que optaran por seguir las apuestas del mono no tuvieron que soportar las importantes comisiones que cobran los gestores de fondos.