El ¨¢rbitro de la competencia

Tal como hab¨ªa anunciado hace meses, Bo Vesterdorf (Dinamarca, 1945) dej¨® la presidencia del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas al d¨ªa siguiente de haber dictado la sentencia que conden¨® a Microsoft por abuso de posici¨®n dominante. Se trata del fallo judicial con m¨¢s repercusiones econ¨®micas de la historia de la UE y ha supuesto el primer respiro para la comisi¨®n tras a?os de varapalos por parte del tribunal. El magistrado podr¨¢ ahora dar rienda suelta a sus aficiones y recuperar sus sue?os de juventud.

En sus a?os de estudiante estuvo a punto de dejar la universidad para dedicarse al jazz y m¨¢s tarde trabaj¨® como tramoyista en la Orquesta Sinf¨®nica Nacional de su pa¨ªs. Vesterdorf es un buen amante de la cultura francesa, especialmente de su lengua y de sus caldos. Sigue tambi¨¦n de cerca la pista de escogidos pintores, como el belga Pierre Alechinski, conocido por sus lazos y arabescos. Una de sus obras colgaba en el despacho del magistrado.

Vesterdorf ha desempe?ado un papel clave en la creaci¨®n de la nueva doctrina jurisprudencial europea en materia de competencia, es decir, de la defensa de los derechos de los consumidores. Una doctrina que cada vez se sigue con m¨¢s atenci¨®n en Estados Unidos.

Antes de la condena de la multinacional estadounidense, el tribunal que presid¨ªa Vesterdorf hab¨ªa sido extremadamente severo con la Comisi¨®n Europea, a la que ha llevado "por la calle de la amargura durante a?os", seg¨²n un alto funcionario de Competencia. El tribunal anul¨® las decisiones por las que la comisi¨®n hab¨ªa vetado tres importantes fusiones empresariales (My Travel-First Choice, Tetra Laval-Sidel y Schneider-Legrand), esta ¨²ltima con el agravante de condenar al Ejecutivo comunitario a indemnizar a Schneider en una cuant¨ªa que puede ascender a 400 millones de euros. Tras estas sentencias y la de Microsoft, la larga mano de la justicia europea se deja sentir desde Madrid a Redmond.

Este rigor con las instancias comunitarias oblig¨® a la comisi¨®n a reelaborar su propia doctrina sobre fusiones y sobre todo sus m¨¦todos de an¨¢lisis y de toma de decisiones. El distanciamiento de Vesterdorf de Bruselas le confiri¨® un elevado prestigio como juez independiente y tambi¨¦n una reconocida autoridad, como ha quedado demostrado ahora en que nadie ha rechistado lo m¨¢s m¨ªnimo tras la condena a Microsoft. Prueba de esta autoridad jur¨ªdica es que fue elegido presidente del tribunal por sus pares de manera un¨¢nime en votaci¨®n secreta en tres ocasiones (1998, 2001 y 2004).