El petr¨®leo enciende Irak
EE UU presiona a Bagdad para que apruebe la Ley de Hidrocarburos
El petr¨®leo ha abierto un nuevo abismo entre Bagdad y Washington y amenaza con encender a¨²n m¨¢s Irak. George W. Bush y el Congreso de EE UU exigen la aprobaci¨®n inmediata de la Ley de Hidrocarburos, que lleva siete meses empantanada en el Parlamento iraqu¨ª. Los sindicatos est¨¢n en pie de guerra al denunciar que el borrador de la ley regala a las multinacionales extranjeras la principal fuente de recursos del pa¨ªs. Ante la par¨¢lisis, la regi¨®n aut¨®noma kurda, la m¨¢s pr¨®xima a EE UU, ha aprobado su propia ley y acaba de hacer su primera concesi¨®n, que Bagdad considera "ilegal": la empresa beneficiaria es Hunt Oil Company, de Tejas, dirigida por un magnate ¨ªntimo de Bush.
"La presi¨®n que nos est¨¢ haciendo EE UU para que aprobemos la ley cuanto antes es contraproducente; es mucho m¨¢s dif¨ªcil trabajar en estas condiciones", explica, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Bagdad, Haider Alabadi, portavoz de Dawa, el partido chi¨ª del primer ministro, Nuri al Maliki. Alabadi preside la comisi¨®n de Reconstrucci¨®n que debate la ley y duda que la norma se apruebe pronto, pese a que EE UU exig¨ªa su ratificaci¨®n ya antes del verano y lo coloc¨® como uno de los "puntos clave" para medir el progreso del pa¨ªs. "No creo que se apruebe este mes ni el que viene", agrega.
El Gobierno kurdo ha firmado un contrato con un ¨ªntimo de Bush tras aprobar su propia norma
El hambre de China por el petr¨®leo ha realzado todav¨ªa m¨¢s la importancia del crudo iraqu¨ª. El pa¨ªs ¨¢rabe tiene las terceras mayores reservas probadas del mundo -115.000 millones de barriles, el 10% del total mundial- y algunas estimaciones calculan que alberga el doble de crudo, a¨²n inexplorado. Pese al descenso brusco en la producci¨®n -primero por el embargo contra Sadam Husein, luego por la guerra y finalmente por la inestabilidad-, el petr¨®leo representa el 70% del PIB del pa¨ªs y el 95% de los ingresos del Estado.
El borrador de la ley que discute el Parlamento establece un modelo muy distinto al que rige en los pa¨ªses ricos en petr¨®leo que rodean Irak: se limita la participaci¨®n del Estado y se otorgan concesiones a las multinacionales mucho m¨¢s largas de lo habitual: de hasta 35 a?os. Adem¨¢s, se deja en manos de las compa?¨ªas extranjeras la explotaci¨®n de los campos que se descubran. "Ser¨ªa una tragedia que en un momento tan terrible de la historia iraqu¨ª el pa¨ªs se viera obligado a comprometer de esta forma el futuro de sus recursos naturales y con ellos las posibilidades de desarrollo para las pr¨®ximas d¨¦cadas en beneficio de empresas extranjeras", subraya Greg Muttitt, de Platform, ONG brit¨¢nica integrada en una red internacional creada para oponerse a esta ley, a la que se han sumado diputados del ala izquierda laborista y hasta seis premios Nobel.
La desigual distribuci¨®n geogr¨¢fica de los campos de petr¨®leo a?ade potencial explosivo a la ley. El crudo se reparte b¨¢sicamente entre el norte kurdo (20%) y el sur chi¨ª (70%), de forma que las zonas pobladas mayoritariamente por sun¨ªes -la comunidad que nutre la insurgencia- pueden quedar fuera del pastel. Las facciones y milicias chi¨ªes toman ya posiciones en el sur ahora que los brit¨¢nicos se marchar¨¢n de Basora. Y el Gobierno kurdo ha puesto la directa: ha aprobado su propia ley y otorga concesiones seg¨²n su norma, sin consultar a Bagdad.
El 8 de septiembre, el Gobierno aut¨®nomo kurdo anunci¨® la primera concesi¨®n tras la aprobaci¨®n de su ley y Bagdad la consider¨® "ilegal". Coincidiendo con el aumento de la tensi¨®n entre Washington y Bagdad -por la Ley de Hidrocarburos, por la relaci¨®n con Ir¨¢n, etc¨¦tera-, el prooccidental Gobierno kurdo anunci¨® un importante acuerdo con una multinacional estadounidense: Hunt Oil Company. No es una compa?¨ªa cualquiera: tiene la base en Tejas, el feudo de Bush, y su due?o, Ray L. Hunt, es un ¨ªntimo del presidente, de su c¨ªrculo tejano: forma parte del reducido grupo de asesores en pol¨ªtica internacional -el President's Foreign Intelligence Advisory Board- y de la direcci¨®n del Bush Presidential Library Foundation. Adem¨¢s, presidi¨® durante a?os el National Petroleum Council -el lobby industrial que asesora a la Secretar¨ªa de Energ¨ªa del Gobierno- y trabaj¨® en Halliburton, el gigante tan vinculado a los Bush y al vicepresidente de EE UU, Dick Cheney.
"Estamos contentos por participar en el establecimiento de la industria petrolera en la regi¨®n kurda de Irak", dijo Ray L. Hunt, al anunciar el acuerdo. "El Kurdist¨¢n ha establecido un modelo transparente que promueve la inversi¨®n de las compa?¨ªas petroleras internacionales en beneficio de todos", proclam¨® Ashti Hawrami, ministro regional para los Recursos Naturales. Demasiado optimistas, seg¨²n Robert Mabro, presidente honorario del Instituto de Energ¨ªa de Oxford: "La ley s¨®lo deber¨ªa hacerse cuando el pa¨ªs est¨¦ pacificado, nunca antes. Lo que pretende EE UU es un grav¨ªsimo error", explica.
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