Terapia a paso lento
Un grupo de j¨®venes cr¨ªa 3.000 caracoles en una granja de Ferrol para combatir los trastornos autistas que padecen
Con chorizo, a la riojana o a la china (con jengibre). Hay distintas formas de cocinar caracoles pero una ¨²nica manera de criarlos: con mucha paciencia. La misma que le ponen cuidadores y chicos autistas de la Asociaci¨®n de Padres de Personas con Trastorno del Espectro Autista de A Coru?a (Aspanaes) que desde la semana pasada se hacen cargo en Ferrol de una granja de caracoles como terapia para el trastorno que padecen.
Cada d¨ªa, dos de los chicos del centro y Miguel, el monitor encargado de instruirlos en los cuidados que requieren los moluscos, se encargan de alimentar y limpiar a los m¨¢s de 3.000 caracoles que acoge esta granja en San Pedro de Leixa. Los muchachos ayudan a rellenar de pienso los comederos y alimentarlos de berzas, ricas en calcio y buenas para su concha. Para todos se trata de una nueva experiencia. "Ahora estamos en un periodo de evoluci¨®n del proyecto y traemos a los chicos de dos en dos para ver c¨®mo responden", se?ala Emma Cuesta, la psic¨®loga del centro.
Ricardo Touceda, uno de los padres de la asociaci¨®n, ha sido el impulsor de la idea, una granja que hoy acoge m¨¢s de 3.000 ejemplares de la especie com¨²n helix aspersa. Veintiocho j¨®venes de entre 20 y 45 a?os se beneficiar¨¢n de este proyecto en el que colaboraron la Diputaci¨®n de A Coru?a, la ONCE, Caixanova y Caja Navarra.
Una vez criados y engordados los caracoles se donar¨¢n a las empresas que profesionalmente se dedican a este sector y pasar¨¢n a formar parte de selectos men¨²s. "La idea es hacer una especie de trueque y cambiar los caracoles por pienso, por ejemplo, para alimentar la producci¨®n", se?alan los responsables del proyecto.
El fin de las actividades de Aspanaes es que los chicos se sientan ¨²tiles. Con el Ayuntamiento de Nar¨®n han acordado la elaboraci¨®n de papeleras y casas de madera para p¨¢jaros que se destinar¨¢n a un ¨¢rea recreativa. En el taller de lavander¨ªa, Felipe es el encargado de poner la lavadora ayudado por su monitora. Lo hace a trav¨¦s de una plantilla de colores que han dise?ado los profesionales de la asociaci¨®n. Una vez lavada y planchada, una cuartilla de cart¨®n les indica c¨®mo doblar las camisetas. En el taller agropecuario los j¨®venes cultivan productos que luego consumen. "Es muy relajante y estimulante", afirma Araceli Blanco, directora del centro de d¨ªa.
Las instalaciones acogen a ni?os y mayores con distintos grados de afecci¨®n del trastorno del espectro autista (TEA). En contra del estereotipo que presenta la enfermedad, la mayor¨ªa son personas muy afables y afectuosas, aunque no todas tienen el mismo grado de comunicaci¨®n. "Hay casos como el de Nacho, con el que puedes mantener perfectamente una conversaci¨®n, pero que no es capaz de diferenciar los animales", se?ala ?ngeles Abalo de Dios, directora del colegio con el que cuenta Aspanaes. Su caso contrasta con el de ?scar, de 16 a?os, que tiene muy poco desarrollada su capacidad comunicativa, pero que es capaz de memorizar y reproducir los anuncios que ve en televisi¨®n.
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